'Con lo que ha pasado, como Policía Nacional, vamos a tener las reuniones -si llegara a participar-, hemos quedado de acuerdo de que por lo que se dio sería jugarlo a puerta cerrada', reveló este domingo el subcomisionado Raúl Martínez Alvarado.
El uniformado agregó que los agentes policiales que estaban dentro del Estadio Nacional, cuando ocurrieron los incidentes, priorizaron la vida de los aficionados que estaban dentro del recinto deportivo, por lo que les permitieron el ingreso a la cancha para que se pusieran a salvo.
'Nosotros les decíamos que valoráramos lo que estaba pasando, pues lo primordial es la vida, seguimos el protocolo (...) las recomendaciones de que no salieran porque tras el ataque al bus de Motagua, no era conveniente que salieran del estadio', continuó diciendo Martínez Alvarado.
Bombas lacrimógenas
Cuestionado por los periodistas sobre el uso de gases lacrimógenos en el estadio, el sub comisionado sostuvo que ' las bombas lacrimógenas es un arma no letal, disuasiva, se utiliza para disolver este tipo de situaciones y en su medida y así fue como acudimos a auxiliarlos (...) adentro no se tiró gas, pero el sumo se sintió'.'Cuando usted usa gas lacrimógeno en un lugar abierto, solamente siente la irritación, créame cuando le digo que no va matar a nadie', finalizó diciendo Raúl Martínez Alvarado.
Los incidentes
El bus de Motagua fue atacado a pedradas y botellazos la noche del sábado, cuando los jugadores eran trasladados al Estadio Nacional para enfrentar el clásico ante Olimpia.Tres jugadores resultaron con lesiones: Emilio Izaguirre, Roberto Moreira y Jonathan Rougier, quienes fueron llevados de emergencia a un centro asistencial. Horas después recibieron el alta médica
Además, estos actos violentos desencadenaron una serie de incidentes dentro y fuera del estadio. Se habla de al menos cuatro personas muertas y unas 11 heridas.