El argentino Juan Martín del Potro jugará la final del torneo de tenis de Rio-2016 tras imponerse este sábado al español Rafael Nadal en una trepidante semifinal por 5-7, 6-4 y 7-6 (7/5), en tres hoas y ocho minutos de juego.
El rival en la final del domingo, en la lucha por el oro olímpico, será el británico Andy Murray, número 2 mundial y campeón en Londres-2012, que este sábado derrotó en la otra semifinal al japonés Kei Nishikori por un contundente 6-1 y 6-4.
El argentino inició su camino a la final eliminando en primera ronda al número 1 del mundo, el serbio Novak Djokovic.
En el inicio de un partido que resultaría épico, Del Potro sorprendió a Nadal rompiéndole su servicio en el primer juego del partido, pero el español se lo recuperó en el sexto 'game', moviendo bien al tandilense de un lado al otro de la pista hasta forzar su error.
El encuentro se igualó en el final del primer set. Nadal contrarrestaba el juego de saque y derecha de Del Potro con 'passings' profundos y ajustados a las líneas. Con un paralelo pegado a la raya se procuró tres 'set points' y forzó al error al argentino para apuntarse la primera manga por 7-5 en 55 minutos.
Al inicio del segundo set, Nadal tuvo muchos problemas para conservar su servicio y 'Delpo' con un derechazo logró el quiebre en el tercer juego, levantando de sus asientos a varios cientos de aficionados argentinos presentes en la pista Central del Centro Olímpico de tenis de Barra.
La mayoría del público, no obstante, estuvo del lado de Nadal, que sumó las simpatías de la torcida carioca y las de sus compatriotas.
A diferencia del primer set, Del Potro supo aguantar su servicio para cerrar el parcial por 4-6 en 57 minutos de juego.
Del Potro parecía cansado en el tercer set. No en vano el de este sábado era su sexto partido en menos de una semana (cinco 'singles' y un dobles), pero 'Delpo' sacaba fuerzas de donde no le quedaban, tirando de su saque y de la derecha, para aferrarse a su sueño de jugar una final olímpica.
Él, que trata de recuperar su sitio en el circuito después de años lastrado por las lesiones que a punto estuvieron de hacerle renunciar a su carrera en 2015.
En un último set de gran calidad de juego por parte de ambos jugadores, digna de dos gandores de Grand Slams, el argentino tuvo su saque para ganar el partido, tras romper el servicio de Nadal y colocarse con 5-4 a su favor.
Al español no hay que darle por muerto nunca y logró recuperar el 'break' con un punto de antología, un 'passing' imposible con Del Potro amenazando en la red que hizo levantar al público de sus asientos.
En el siguiente 'game', Nadal levantó tres bolas de 'break' en contra y todo se decidió en el 'tie beak', donde 'Delpo' jugó de manera manera magistral (7/5) y acabó llorando en el suelo y besándolo... de la emoción por su pase a la final y por asegurar una medalla para Argentina.