Polideportivo

Federer gana la final en Australia, su 20mo Grand Slam

Federer comenzó la final con una intensidad que abrumó a Marin Cilic, sexto cabeza de serie, y después mantuvo la calma en una tensa y disputada final para ganar 6-2, 6-7 (5), 6-3, 3-6, 6-1

29.01.2018

Melbourne, Australia
De nuevo en el torneo donde reavivó su carrera el año pasado al terminar con una sequía de títulos, Roger Federer lloró mientras levantaba y besaba el trofeo del Abierto de Australia, celebrando su 20mo título de un Grand Slam.

Federer comenzó la final con una intensidad que abrumó a Marin Cilic, sexto cabeza de serie, y después mantuvo la calma en una tensa y disputada final para ganar 6-2, 6-7 (5), 6-3, 3-6, 6-1.

Tras cuatro años sin ganar un major, el suizo lleva ahora tres de los últimos cinco.

“Estoy muy contento. Es increíble”, dijo Federer respirando hondo para contener las lágrimas. “Por supuesto, ganar es un absoluto sueño hecho realidad... el cuento de hadas continúa para nosotros, para mí, luego del gran año que tuve el año pasado, es increíble”.

El gran Rod Laver, quien presta su nombre a la cancha central en el Melbourne Park, estaba en el público tomando fotografías para conmemorar el día en el que Federer se convirtió en el primer hombre en ganar 20 títulos de Gran Slam.

Federer comenzó a llorar al término de la ceremonia de premiación mientras agradecía a su equipo. “ Los amo. Gracias”, expresó el tenista que luego recibió una ovación de pie por parte de los presentes.

A los 36 años y 173 días, Federer se convirtió en el segundo hombre de mayor edad en ganar un Grand Slam en el formato actual de abiertos, por detrás de Ken Rosewall, que ganó el Abierto de Australia de 1972 a los 37 años.

“Muchas felicitaciones a Roger y su equipo, es increíble lo que ustedes hacen”, dijo Cilic. “Ha sido un viaje increíble para mí llegar hasta la final. Tuve una pequeña posibilidad al principio del quinto, pero Roger jugó un gran quinto set”.

Desde antes de que comenzó el partido, estaba claro que Federer era favorito del público. La arena se llenó con los colores rojo y blanco de la bandera suiza y con los simpatizantes de Federer que vestían playeras con la bandera suiza plasmada en ellas. Mirando hacia una posible victoria de Federer, un fanático sostenía un letrero que decía: “ Los dos grandes. ¡Vamos Roger!”.

Federer comenzó sin tregua, con quiebres en el primer y tercer juego y forzando al croata a sacar una nueva raqueta de su bolsa tras apenas 12 puntos. Federer solo admitió dos puntos en su servicio en el primer set, que duró apenas 24 minutos y se jugó bajo techo en la Rod Laver Arena debido al calor en exterior.

Pero Cilic remontó en el segundo, puso en marcha su gran derechazo y tras no lograr un punto de set en el servicio de Federer en el 10mo juego, igualó el marcador en el tiebreaker.

Federer se llevó la tercera manga en 29 minutos y estaba a punto de lograr la cuarta cuando la inercia del encuentro volvió a cambiar y Cilic igualó de nuevo. El porcentaje de Federer de primer servicio cayó de más del 80% en el tercer set al 36% en el cuarto ante la ofensiva de Cilic.

Cilic tuvo dos ocasiones de romper el servicio de Federer en el primer juego del quinto, pero las desperdició con dos errores no forzados. En el segundo juego perdió su servicio y cedió a Federer la ventaja decisiva en el set.

Federer había ganado ocho de sus nueve partidos previos, perdiendo solo en las semifinales del Abierto de Estados Unidos en 2014, donde Cilic logró su primer título de un major.

El suizo no estaba dispuesto a perder en esta ocasión. Mostró su mejor tenis cuando más falta hacía, con un nuevo break en el sexto juego antes de un intento infructuoso de Cilic de punto de partido, y pudo empezar a celebrar.

La victoria no estuvo exenta de alguna controversia, con los organizadores que decidieron cerrar temprano el techo para la final, así como lo hicieron para la final de dobles mixta de la tarde cuando Mate Pavic y Gabriela Dabrowski vencieron a Rohan Bopanna y Timea Babos por el título.

Los excampeones y comentaristas cuestionaron el razonamiento, argumentando que había habido días más calurosos durante el torneo, donde la política de calor no se implementó.