Sesenta y siete atletas rusos no podrán participar en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, ni siquiera como atletas neutros, según la determinación que tomó la Junta de Revisión de Dopaje de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), a causa de la suspensión que recae sobre la Federación de Atletismo Rusa (FAR) por el escándalo de dopaje del cual fue protagonista.
La famosa pertiguista Yelena Isinbayeva, doble campeona olímpica y plusmarquista mundial, es la principal damnificada, mientras que hay solamente dos que se 'salvan' de la determinación de la IAAF: la saltadora en largo Darya Klishina y la fondista Yulia Stepanova, sin marca mínima, pero premiada por haber denunciado el dóping sistemático del atletismo ruso.
La suspensión a la FAR fue impuesta por la IAAF después de que una comisión independiente de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) recomendara en noviembre de 2015 excluir a la Federación Rusa de toda competición internacional, incluidos los Juegos de Río de Janeiro.
El escándalo se conoció en 2014 cuando Yulia Stepanova y su marido, Vitaly Stepanov, quien había trabajado en la RUSADA, aparecieron en un documental en la televisión alemana denunciando un sistema de dopaje en encubierto por el Estado ruso.
Un año después, una comisión independiente de la AMA confirmó que Rusia no cumplía con los protocolos establecidos por el Código Antidopaje y que el gobierno de Moscú participaba de una trama de corrupción y de encubrimiento para que atletas de élite de su país utilicen sustancias prohibidas en competencias internacionales.
Además de Isinbayeva, lloran su ausencia de la máxima justa mundial el vallista Sergey Shubenkov e Iván Ukhov, campeón olímpico en 2012 de salto en alto.