TEXAS, ESTADOS UNIDOS.- Parecía un partido disputado en casa, pues cientos de hondureños llegaron desde diferentes puntos de Estados Unidos y de Honduras para apoyar a la Selección Nacional en el partido frente a Costa Rica, disputado en el Toyota Stadium de Dallas, Texas.
Vistiendo de azul y blanco, cargando banderas, mantas y vuvuzelas, los catrachos se apostaron afuera del recinto deportivo, donde se tomaron fotografías, interactuaron con otros compatriotas y degustaron las tradicionales carnitas asadas que se vendían afuera del estadio.
Luego, como es costumbre donde se reúne un grupo de hondureños, no pudo faltar el ambiente con el ritmo punto, una música heredada de la etnia garífuna, pero adoptada en cada rincón de Honduras.
Adultos, jóvenes y niños, bailaban punta, demostrando que el sabor se trae en la sangre y se hereda aún a kilómetros de distancia de su tierra.
Calentando previo al duelo
Un partido entre Honduras y Costa Rica siempre es considerado el clásico centroamericano, pero más allá de la rivalidad deportiva, catrachos y ticos son hermanos y se distinguen por su compañerismo. Es por eso que afuera del Toyota Stadium, varios hondureños comenzaban una “potra” (partido de fútbol callejero), al que invitaron a los costarricenses.
Con un balón de plástico, todo el que quisiera podía jugar un partidito o probar su habilidad con las dominadas.
Muchos de los asistentes al partido, que dará inicio a las 6:15 hora local, son hondureños inmigrantes, que llegaron a suelo norteamericano en busca de mejores oportunidades para ellos y sus familias, por lo que disfrutar de este encuentro llena su corazón de ilusión, pues es una manera de acercarse a sus orígenes.
Este amor por su patria también ha sido heredado a sus hijos, quienes con orgullo también ondeaban el Pabellón Nacional.
Con consignas como: “El que no salte no es catracho”, “Viva Honduras” y “Garra catracha”, los hondureños gritaban demostrando su dominio del lugar, por encima de sus vecinos ticos.
Y es que hay sitios en Estados Unidos donde la “H” juega como local, debido a la gran comunidad catracha y Dallas, en Texas, es uno de estos sitios.
Independientemente del resultado, este encuentro futbolístico promete estar lleno de emociones y jugadas memorables.