El amanecer del Clausura marcaba uno de sus mejores inicios goleadores y lo catapultaba como una de las figuras blancas, pero la segunda quincena de febrero comenzaría a firmar una elocuente curva descendente que hoy lo tiene sentado en el banquillo de los suplentes del Rey de Copas.
Desde el entrenador Héctor Vargas hasta la feligresía olimpista, todos perciben el bajón de juego que ha tenido Romell Quioto y el propio Romántico del Gol reconoce que en el último mes ha roto su romance con los goles, con el buen nivel de juego y con la titularidad.
“No hay ningún jugador en el mundo que se mantenga en el mismo nivel, pero nos hemos dado cuenta que aquí no nos podemos relajar porque sabemos que acá la competencia es bastante dura, entonces tenemos que trabajar fuerte día a día para tener el mismo nivel”, dice Romell al aceptar que su rendimiento ha venido a la baja.
No golea desde la cuatro
Esos tres goles y su inamovible titularidad de las primeras cuatro jornadas contrasta mucho con lo mostrado en los últimos juegos en los que no solo no volvió a anotar, sino que no ha sido titular en los recientes cuatro partidos.
“Me he quedado atrás en la tabla de goleadores. Sabemos que el equipo necesita el Quioto que se mostró desde el principio, entonces estamos trabajando para retomar el nivel”, confiesa al ver sus cifras.
Esas que indican que en todo marzo apenas disputó 158 minutos y que denotan claramente el descenso del que hace algunos días era la principal arma en el ataque albo.
Pero, ¿a qué se debe su bajón?...
Enseguida, aparece en escena para buscar una explicación: “Son cosas que estaban pasando en el ámbito personal, que me desconcentraron un poco, pero ya estamos bien mental y físicamente, yo creo que voy a ir teniendo minutos para estar siempre en el cuadro titular”.
¿Cosas como la boda?
'Creo fue un poco de lo que me desconcentró, lo que nos sacó del equipo, pero ya estamos bien, ya estoy acá en casa con mi esposa, tranquilo, entonces esperamos tener un buen nivel en los partidos que se vengan'.
 Romell Quioto junto a su esposa Katelin Almendárez, hija del
vicepresidente del Vida, Víctor Almendárez.
|
Tan elocuente ha sido ese descenso que “el Profe Vargas ha platicado conmigo, incluso, el profesor Jorge Luis Pinto ha estado hablando conmigo y me dijeron que quieren volver a ver el mismo Quioto, entonces hay que trabajar para eso'.
Esos números fríos, esa percepción de los aficionados y esos consejos de los estrategas le han hecho cuestionarse a sí mismo para reconocer ese declive y saber que tiene el reto de reencontrarse con su mejor versión.
Ya hubo un autoanálisis
'Uno cuando comete errores tiene que aceptarlos. Hemos hecho un autoanálisis personalmente para saber qué es lo que está pasando, entonces ya estamos claros, yo creo que hemos venido trabajando bien y en cualquier momento vamos a aparecer allí de titular”.
Romell hace de oro esa regla que dicta que para resolver un problema el primer paso es aceptar que existe y bajo esa norma levanta la mirada para volver a ser ese Quioto que deslumbró al olimpismo.
 Las cifras muestran el declive del romántico del gol.
|
