BRASILIA. BRASIL.- Luis Suárez y
Edinson Cavani dejaron la Copa América-2021 el sábado como hace dos años, también en
Brasil: vencidos por penales y sin llegar a semifinales. Pero en esta ocasión fue tal vez la última para la antes temible dupla matadora, que está dando sus últimos pasos.
El sábado por la noche, fue Colombia el verdugo de turno para matar la ilusión de los máximos goleadores de la Celeste, de 34 años, y de otros de su generación como Diego Godín y Fernando Muslera, ambos de 35, a quienes probablemente les queda poco por delante con la Celeste.
Los cafeteros vencieron 4-2 en la tanda de penales, tras un empate en cero en los 90 minutos.
Para el entrenador uruguayo, Oscar Tabárez, la diferencia entre los equipos estuvo solo en esa ronda, ya que en los 90 minutos hubo 'una alternancia de predominio'.
Sin embargo, a Uruguay le faltó 'más contundencia', admitió el técnico de la Celeste desde hace 15 años.
La partida de Uruguay de esta Copa América, temprana para sus ambiciones, no parece consecuencia de los reflejos del portero tricolor David Ospina ni de la suerte, sino de la escasez de goles. Y más para un equipo que puede presumir de una línea de ataque con dos artilleros de la elite mundial.
Uruguay logró solo cuatro goles en cinco partidos disputados en esta Copa América, tres de jugada y uno desde los doce pasos. Muy por debajo de otros como Brasil y Argentina, que en esa misma cantidad de juegos acumularon 11 y 10 tantos respectivamente.
Así, a Uruguay le va quedando viejo el orgullo de ser la segunda selección con más semifinales en la Copa América (9) detrás de Brasil (10). Con la presente, hace cuatro Copas que no se inscribe entre los semifinalistas, desde que se alzó con el premio mayor en 2011 en Argentina.
La salvedad fue entonces la ausencia por suspensión del 'Matador' Cavani, que lleva convertidos 53 goles en la selección, una marca solo superada por Suárez (64).
La fórmula más eficiente de la Celeste volvió a reunirse en Brasil, sin resultado inmediato. En el debut, Argentina lo venció 1-0. Y fue recién en la tercera fecha cuando el 'pistolero' Suárez dio el grito para poner el 1-1 e impedir la victoria de Chile.
La mala racha pareció superada en el curso del certamen, a medida que el equipo comenzó a pisar con mayor firmeza. Tabárez destacó el desempeño ascendente y la ilusión del candidato de siempre volvió a encenderse.
Cavani encontró su festejo en el 2-0 a Bolivia, después su último acierto en noviembre en Barranquilla. Y repitió de penal en el arco guaraní para sellar otro triunfo al hilo.
La cosa pareció encauzada y eso trajo tranquilidad y confianza a la concentración charrúa.
El torneo de selecciones más antiguo del mundo entusiasma de manera particular a Uruguay, un título internacional más que alcanzable como demuestran los 15 trofeos acumulados.
Aun cuando reinaba el buen ánimo, el mediocampista Rodrigo Bentancur destacó en la víspera del choque de cuartos de final un evidente faltante que todavía molestaba a Uruguay: la definición.
¿Fallas en el sistema de juego? ¿Presión rival? ¿O hay que asumir que los delanteros ya no son los de antes?
Las preguntas se multiplican en busca de respuestas a la eliminación de un torneo en el que a la Celeste le costó alimentar a sus jugadores más peligrosos.
Cualquiera sea el caso, el balón no entró lo suficiente. 'El problema está detectado', dijo Tabárez, que ni esperó a que se secara el sudor para fijar un próximo objetivo a la selección uruguaya: las Eliminatorias hacia Qatar-2022. 'No se terminó el mundo', señaló.
'Cabeza alta y mirada al frente', coincidió Cavani en redes sociales.
El sábado por la noche, fue Colombia el verdugo de turno para matar la ilusión de los máximos goleadores de la Celeste, de 34 años, y de otros de su generación como Diego Godín y Fernando Muslera, ambos de 35, a quienes probablemente les queda poco por delante con la Celeste.
Los cafeteros vencieron 4-2 en la tanda de penales, tras un empate en cero en los 90 minutos.
Para el entrenador uruguayo, Oscar Tabárez, la diferencia entre los equipos estuvo solo en esa ronda, ya que en los 90 minutos hubo 'una alternancia de predominio'.
Sin embargo, a Uruguay le faltó 'más contundencia', admitió el técnico de la Celeste desde hace 15 años.
La partida de Uruguay de esta Copa América, temprana para sus ambiciones, no parece consecuencia de los reflejos del portero tricolor David Ospina ni de la suerte, sino de la escasez de goles. Y más para un equipo que puede presumir de una línea de ataque con dos artilleros de la elite mundial.
Uruguay logró solo cuatro goles en cinco partidos disputados en esta Copa América, tres de jugada y uno desde los doce pasos. Muy por debajo de otros como Brasil y Argentina, que en esa misma cantidad de juegos acumularon 11 y 10 tantos respectivamente.
Así, a Uruguay le va quedando viejo el orgullo de ser la segunda selección con más semifinales en la Copa América (9) detrás de Brasil (10). Con la presente, hace cuatro Copas que no se inscribe entre los semifinalistas, desde que se alzó con el premio mayor en 2011 en Argentina.
Problema detectado
La sequía charrúa había planteado dudas desde antes del arranque del torneo, en la doble cita de Eliminatorias para Qatar-2022 en junio: Uruguay igualó sin anotar con Venezuela y Paraguay.La salvedad fue entonces la ausencia por suspensión del 'Matador' Cavani, que lleva convertidos 53 goles en la selección, una marca solo superada por Suárez (64).
La fórmula más eficiente de la Celeste volvió a reunirse en Brasil, sin resultado inmediato. En el debut, Argentina lo venció 1-0. Y fue recién en la tercera fecha cuando el 'pistolero' Suárez dio el grito para poner el 1-1 e impedir la victoria de Chile.
La mala racha pareció superada en el curso del certamen, a medida que el equipo comenzó a pisar con mayor firmeza. Tabárez destacó el desempeño ascendente y la ilusión del candidato de siempre volvió a encenderse.
Cavani encontró su festejo en el 2-0 a Bolivia, después su último acierto en noviembre en Barranquilla. Y repitió de penal en el arco guaraní para sellar otro triunfo al hilo.
La cosa pareció encauzada y eso trajo tranquilidad y confianza a la concentración charrúa.
El torneo de selecciones más antiguo del mundo entusiasma de manera particular a Uruguay, un título internacional más que alcanzable como demuestran los 15 trofeos acumulados.
Aun cuando reinaba el buen ánimo, el mediocampista Rodrigo Bentancur destacó en la víspera del choque de cuartos de final un evidente faltante que todavía molestaba a Uruguay: la definición.
¿Fallas en el sistema de juego? ¿Presión rival? ¿O hay que asumir que los delanteros ya no son los de antes?
Las preguntas se multiplican en busca de respuestas a la eliminación de un torneo en el que a la Celeste le costó alimentar a sus jugadores más peligrosos.
Cualquiera sea el caso, el balón no entró lo suficiente. 'El problema está detectado', dijo Tabárez, que ni esperó a que se secara el sudor para fijar un próximo objetivo a la selección uruguaya: las Eliminatorias hacia Qatar-2022. 'No se terminó el mundo', señaló.
'Cabeza alta y mirada al frente', coincidió Cavani en redes sociales.