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Víctor Moncada, el hombre de la pierna fina en el Honduras de El Progreso

De jugar el Ascenso y calentar banca eternamente en Marathón, el 10 tiene al Ribereño con las ilusiones a tope en la Champions

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16.09.2016

San Pedro Sula, Honduras
Tiene 26 años y se formó en Marathón, club con el que estuvo entre 2009 y 2012 bajo el mando de Manuel Keosseián, quien lo reconvirtió de mediocampista ofensivo a lateral derecho. Tras salir de forma abrupta del Monstruo, la carrera de Víctor Moncada se detuvo paulatinamente hasta que el Atlético Choloma, ahora en el Ascenso, le abrió las puertas. En ese destino le valió un año para llamar la atención del Honduras.

Esa es la breve reseña de la joven carrera del hombre que mantiene con vida al Honduras Progreso en la Concacaf Liga Campeones. Un especialista en tiros libres que fuera de las canchas no hace más que servir a Dios, a su familia y amigos.

'Gloria a Dios por eso primeramente, agradecido con Él porque se da, no porque haya sido yo quien marcó los goles sino por los tres puntos, que es lo más importante', comienza diciendo Víctor, quien añade que no le sorprende su doblete en el triunfo 2-1 sobre Pumas la noche del jueves ya que 'yo sueño con esto, que Dios me llevará a cosas aún mayores, gracias a Él se dio esa noche hermosa'.

El nacido en Tegucigalpa y criado en San Pedro Sula, que fue suplente en el duelo de la tercera jornada del certamen y entró como revulsivo, aún mantiene la esperanza de trascender internacionalmente: 'Mientras los puntos estén para avanzar vamos a pelearlos y allá la mano de Dios, que la ponga Él para que avancemos; mientras estemos vivos vamos a pelear la posibilidad', afirmó sin atisbo de duda.

'La actitud', es según Moncada, la clave para mejorar en el torneo Apertura. El futbolista ribereño piensa que en Liga 'bajamos la guardia, creemos que nos ajusta muy poco, no metemos lo que debemos meter'. Consultado sobre su gran pegada, el '10' de los de la Perla del Ulúa sorprende diciendo que 'cuando estaba más joven practicaba mucho; la verdad siempre he tenido la virtud, pero practicar no lo hago. A veces me pongo, pero para no olvidar'.

Otro de los aspectos que pocos conocen del creativo de los progreseños es que siempre fue volante, pero tuvo que jugar de lateral en su estancia en la Cueva del Monstruo por disposición de Manuel Keosseián: 'Es una historia bien bonita también, pues cuando estaba (Manuel) Keosseián en Marathón (Mauricio) Sabillón se lesionó en un colectivo y yo hice un gran partido ese día y él me empezó a usar de lateral, pero mi posición siempre ha sido atrás del delantero y delante de los contenciones', cuenta como dato anecdótico.


Marathón, Iglesia y Selección
Consultado sobre su pasado en el conjunto verdolaga, Víctor Moncada dice no saber la razón por la cual lo dieron de baja allá por 2012; eso sí, deja en claro que 'estoy agradecido con ese equipo, ahí nací; siento que ellos han cometido muchos errores con jugadores, pero bueno, yo estoy agradecido y espero que les vaya muy bien siempre en Liga Nacional'.

Víctor esboza sus pretensiones en esta bella carrera, no se traza límites y deja todo en manos del Todopoderoso: 'Tengo sueños muy grandes, no quiero decir a tal lugar, apuntó lo más lejos que Dios me quiera llevar; mientras esté aquí yo voy a dar lo mejor por este equipo, si me toca con la camisa de la Selección también lo voy a hacer', advierte.

Sus bastiones asegura que son 'Dios, mi familia y mi esposa; no tengo más, no salgo de ahí, es mi refugio cuando estoy mal o bien', expresa. A ello agrega su otra gran pasión aparte de la de cuero: 'Soy una persona de la iglesia a la casa, que tiene un grupo de jóvenes a los que ama mucho, que da a esos chicos toda su vida y a servir a Dios en todo lo que puede. Si hay algo que me apasiona son los jóvenes de la iglesia a la que asisto, disfruto eso tanto como estar en una cancha de fútbol, es algo hermoso'.

El mayor de los Moncada futbolistas, que cuenta que Juriel, el menor (juega en Villanueva), 'es un crack y espero que un día la televisión lo pueda enfocar', manifiesta que pese a que compartieron vestuario en el Atlético Choloma 'espero que en Liga Nacional se pueda. Ese es el sueño de nuestros padres, vernos jugar juntos'.

Cerrando, y a la vez que reza el texto bíblico que dice que 'los que creen en Dios todas las cosas le ayudan a bien', el talentoso líder de la medular ribereña confiesa que 'me dolió mucho cuando me voy de Marathón, creo que fue injusto, siento que el equipo debió protegerme más. Pero repito, yo les agradezco todo, bendigo ese equipo porque me sacó a la luz y me hice crecer'.