Cuando se piensa en el mercado bursátil, el primer error es pensar que es algo demasiado complicado. Las personas tienden a posicionar el tema exclusivamente en las desconocidas esferas de las bolsas de valores y poderosas empresas.
Sin embargo, tomar riesgos y participar activamente en determinado mercado puede impulsar estratégicamente su posición económica. Al conocer los parámetros de funcionamiento de este sector de la economía se obtiene una mayor motivación para concretar su participación.
De acuerdo a expertos consultados, en el momento que un inversionista decide utilizar su capital adquiriendo acciones en una empresa, el mismo se transforma en dueño parcial de la compañía. Gran parte de las empresas generalmente están constituidas por diversos accionistas que reciben una cuota, dependiendo de su aporte capital, de los bienes y las ganancias.
Asimismo, se debe entender que las oportunidades de invertir en acciones se desarrollan cuando las empresas necesitan dinero y deciden alcanzar la meta monetaria mediante inversionistas en vez de solicitar préstamos.
Otro factor determinante en el ámbito es que el comportamiento del mercado en el corto plazo es marcado por rumores y noticias, al contrario que en el largo plazo, en el cual lo que realmente determina si las acciones de una compañía subirán o bajarán es el comportamiento de sus ganancias. No obstante, esta trayectoria no garantiza el desempeño positivo de las acciones en el futuro.
De la misma forma, existen diversos tipos de acciones y herramientas para definir sus valores. La forma más común de clasificar las acciones es por medio del tamaño de la empresa, sector y por tipos de patrones de crecimiento mientras que el valor es definido por los ratios de precio-ganancia, precio-ventas y precio-valor en libros.