Tegucigalpa, Honduras.- Las billeteras electrónicas son cada vez más populares entre la población hondureña, pero al no reportar uso pueden pasar a un estado de inactivas.
Con la aprobación y vigencia del reglamento para los servicios de pago y transferencia utilizando dinero electrónico no solo se establecieron las condiciones a cumplir de estos medios de pago, sino también se define qué pasa si se dejan de utilizar.
EL HERALDO constató que en el artículo 35 de la determinación emitida por el Banco Central de Honduras (BCH) se estipula que todas las billeteras electrónicas que no hayan registrado movimiento alguno dentro de 180 días calendario consecutivos serán consideradas como inactivas tanto por la Institución no Bancaria de Dinero Electrónico (INDEL), Instituciones del Sistema Financiero (IFI) como las Cooperativas de Ahorro y Crédito (CAC).
“La reactivación de la cuenta (billetera electrónica) debe efectuarse dentro de un plazo máximo de 24 horas a partir de la solicitud de reactivación, la cual podrá realizarse por medios digitales y otros medios de los que disponga las INDEL, las IFI y las CAC”, subraya la disposición.
En el 2023 se contabilizaron en el territorio hondureño 474,622 de las también conocidas como e-Wallet con un saldo de 74.2 millones de lempiras.
Por las medidas regulatorias impuestas a las billeteras electrónicas, estas se redujeron en un 41%, es decir 334,795 de los innovadores medios digitales, pero sin tener incidencia alguna sobre el volumen del dinero electrónico en circulación.
Prescripción
“Los fondos almacenados en las billeteras electrónicas que tengan un período de inactividad de diez años y que no hayan sido reclamados por el titular de la cuenta o por su respectivo beneficiario o heredero tendrán por prescrito el derecho a su reclamo y pasarán a favor del Estado”, se dispone en el artículo 36 del referido reglamento.
Indica que las instituciones del sistema financiero así como las demás entidades relacionadas deberán de enterar a la Tesorería General de la República (TGR) el valor de los registros de dinero electrónico en su equivalente en dinero físico al mes siguiente de haberse cumplido el mencionado término.
“Con el propósito de evitar la prescripción del saldo inactivo en la billetera electrónica, las INDEL, las IFI y las CAC deben notificar vía mensaje de texto, correo electrónico o llamada telefónica al usuario al menos cinco días calendario antes de caer en inactividad”, se plantea.
Añade que “además, repetirá esta notificación una vez haya transcurrido un año desde la inactividad de la billetera electrónica y continuar con dicha notificación anualmente hasta cumplir con el plazo señalado”.
Beneficios y antecedentes
“Estas billeteras tienen muchos beneficios, ya que permiten hacer pagos, recibir o transferir dinero de distintas billeteras electrónicas sin necesidad de transportar tarjetas físicas como las de crédito o débito; son muy utilizadas para transferir remesas familiares por parte de nuestros compatriotas”, manifestó a EL HERALDO la expresidenta del Colegio Hondureño de Economistas (CHE), Liliana Castillo.
Aseguró que “son un apoyo para la inclusión financiera de las personas que no tienen acceso a los servicios del sistema financiero formal, permitiendo llegar a lugares que no tienen acceso a este tipo de servicios”.
Las billeteras electrónicas fueron el segundo medio de envío de remesas al país con un 7.6%, de acuerdo con los resultados de la última encuesta semestral de remesas familiares que elabora el Banco Central de Honduras (BCH).
Entretanto, la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS) a través del reporte de brecha de género 2024 destaca que “en el entorno actual el crecimiento del segmento de billeteras electrónicas pareciera estar asociado al cambio de preferencias de consumo entre los usuarios financieros, el desgaste en la utilización de productos de pagos tradicionales, los menores costos por el uso de servicios financieros digitales, entre otros elementos que pueden motivar la oferta y demanda de estos servicios”.
La primera iniciativa de billetera electrónica en Honduras se remonta al 2011 con una sociedad no financiera asociada a servicios de telefonía celular que ofrecía los servicios de dinero electrónico bajo tecnología de dólares y teléfonos inteligentes, brindando soluciones a un amplio grupo de población con distinto grado de adopción a esta clase de servicios, se menciona en el informe.