Paola Bondy ha sido designada como la nueva presidenta de la recién conformada Unidad de Negocio de AB InBev en Centroamérica, integrada por Cervecería Hondureña de Honduras y La Constancia de El Salvador, cuya sede estará basada en Honduras y reportará a la presidencia de la Zona de Middle Américas ubicada en México. La ejecutiva hondureña se ha posicionado como una líder indiscutible en la gerencia y administración de negocios de productos de consumo masivo y es un claro ejemplo de liderazgo femenino.
Cambios en la integración de las cervecerías
“Desde la integración a AB InBev en 2016, se visualizó que las operaciones de Honduras y El Salvador funcionaran como una sola Unidad de Negocios para construir sobre las fortalezas de las dos compañías, robustecer la zona de Middle Américas, y con lo mejor de nuestro talento atender de una manera más eficaz cada uno de los mercados”, declaró Paola Bondy, presidenta de la Unidad de Negocios de AB InBev Centroamérica.
“Realmente ya hemos venido trabajando así desde la creación de la zona de Middle Américas, hemos tenido estructuras combinadas para Honduras y El Salvador en algunas de las áreas de operación, desplegando todos nuestros procesos de una manera integrada”, comentó.
Se calcula que el valor de esta nueva unidad de negocio oscila en más de 2,000 millones de dólares.
Según la ejecutiva, cada miembro del equipo jugará un importante rol para asegurar el éxito como compañías combinadas en esta Unidad de Negocio. “En los siguientes meses aprenderemos mucho unos de otros, intercambiaremos mejores prácticas e impulsaremos el crecimiento a través de nuestras grandes marcas y nuestro gran legado en El Salvador y Honduras”.
“Ahora estoy enfocada en liderar la integración de la Unidad de Negocio y estructurar una agenda para tener resultados contundentes y de repunte, tanto para Cervecería Hondureña como para La Constancia y mantenernos encarrilados en la dirección de éxito que es nuestra meta”, dijo Bondy.
Las empresas
La Constancia es la empresa líder de bebidas con 112 años de operación en El Salvador, representa el 2% de la recaudación fiscal del gobierno. Emplean el 2.5% de la Población Económicamente Activa (PEA) que son distribuidas a través de 11 centros de operaciones con unos 1,600 empleados directos y su cadena de valor la componen más de 60,000 personas.
Esta compañía salvadoreña produce marcas de cervezas nacionales como Pilsener y Golden y comercializa las internacionales Modelo, Corona, Bud Light y Stella Artois. Por otro lado produce Agua Cristal, así mismo, funge como embotellador y comercializador de las marcas de Coca Cola Company en ese país.
En el 2017, la centenaria Cervecería Hondureña representó alrededor del 18% del Producto Interno Bruto (PIB) manufacturero del país, enterando al estado más de 4,000 millones de lempiras en impuestos. En términos de empleo, la cadena de valor está integrada por más de 80,000 detallistas, 2,250 proveedores y más de 3,315 empleados directos, y miles de indirectos.
Así mismo, distribuye sus productos por medio de 16 centros de distribución y produce cuatro marcas nacionales de cerveza: Imperial, Salva Vida, Port Royal y Barena y comercializa las internacionales Corona y Michelob Ultra, así como la producción y comercialización de las marcas de Coca Cola Company.
El futuro de la unidad
En Honduras uno de los principales proyectos será elevar la recién instalada línea de cerveza que implicó 25 millones de dólares, que es la mayor inversión individual que se ha hecho en la historia de Cervecería Hondureña, la que será inaugurada en las próximas semanas.
En tanto, La Constancia, tiene la responsabilidad de seguir estando a la vanguardia en El Salvador, con productos de la mejor calidad, siempre atentos a las expectativas de los consumidores.
Asimismo, será una dinámica para ambos países evaluar e innovar en ciertas categorías del portafolio de refrescos y cervezas para dar nuevas opciones a los consumidores, anunció Bondy.
Respecto a los empleados de la Cervecería Hondureña y el contrato colectivo, Paola Bondy dijo que “la negociación con el sindicato se había prolongado por más de dos años, y ya estábamos al borde de un paro. Hubo una negociación y un proceso fuerte, pero finalmente, todo fluyó y logramos una firma con satisfacción para ambas partes”