El acuerdo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para reducir en 900,000 barriles diarios (de 33.4 millones a 32.5 millones de barriles diarios) la producción termina con dos años de políticas de no detener el bombeo impulsadas por Arabia Saudita.
Con el cambio en dicha postura, una nueva serie de ganadores:
Los países no OPEP. La producción que deja vacante la OPEP sería cubierta por EE UU. u otros países no OPEP, como Rusia, Gabón, México, Brasil y Colombia.
Los productores de petróleo con déficits: Los altos precios del petróleo pagaron programas sociales de países como Venezuela y Arabia Saudita.
Luego, cuando los precios cayeron, esos países estaban atrapados ante los subsidios y salarios que no podían pagar.
Arabia Saudita tiene ahora el mayor déficit presupuestario entre las 20 mayores economías del mundo, una de las principales razones que hizo el cambio de sentido.
Irán también es un ganador particular: Ni siquiera tendrá que reducir su producción ya que sus exportaciones fueron retenidas por las sanciones durante algunos de los años utilizados para el cálculo de sus techos.
Productores fuera de la OPEP: Países como Rusia y México verán subir los precios del petróleo, a pesar de que no son parte del acuerdo para recortar la producción.
Pero también hay un problema, si no producen en algún grado socavan el acuerdo y sus propios ingresos del petróleo.
Los bancos centrales globales: El Banco de Japón y el Banco Central Europeo quieren levantar la inflación para cumplir sus objetivos, facilitar la carga de la deuda y ayudar a restaurar las economías devastadas por las crisis financieras y los bajos precios del petróleo se han interpuesto en el camino de esos objetivos.
Incluso en los Estados Unidos, donde la inflación ha aumentado paulatinamente este año, la Reserva Federal ha tenido que posponer previstos aumentos de las tasas de interés.
“Petróleo alto es una buena noticia para el Banco de Japón,” dijo Simon Pianfetti, sénior manager en el departamento de Soluciones de Mercado en SMBC Trust Bank en Tokio.
“Eso sin duda ayudaría a que la inflación suba”.
Las compañías de energía: Luego del acuerdo, los mercados de valores se recuperaron, con las empresas de energía a la cabeza. China Oilfield Services saltó 11 por ciento en Hong Kong, y PetroChina, el mayor productor de petróleo y gas de Asia, tuvo su mayor avance desde mayo.
En Europa, BP subió un 4.8 por ciento, Royal Dutch Shell, un 4.9 por ciento y la francesa Total 4.4 por ciento.
Los productores de esquisto de Estados Unidos: Todo depende de si el acuerdo lleva a un aumento duradero de los precios.
Uno de los objetivos de Arabia Saudita en los últimos años fue empujar fuera del negocio a la industria del esquisto de Estados Unidos, con sus otrora pujantes costes de producción elevados.
Eso se ha logrado en parte, con miles de pozos ahora detenidos.
Perdedores
Las aerolíneas: Los bajos precios del petróleo han jugado un papel importante en la mejora de los resultados financieros de las compañías aéreas.
Tras el anuncio de la OPEP, el Índice Mundial de Aerolíneas Bloomberg cayó un 0,6 por ciento, con Deutsche Lufthansa perdiendo un 2,9 por ciento y Ryanair un 2.4 por ciento.
Los conductores de automóviles: Un galón de gasolina promedio en Estados Unidos cuesta 2.22 dólares esta semana, frente a casi 3.50 hace dos años.
En Francia, un litro vale aproximadamente 1.30 euros, cerca de su nivel más bajo desde el año 2009 y por debajo de un máximo de alrededor de 1.70 euros de abril de 2002.
Algunos incrementos serán inevitables, aunque eso también depende del éxito que tenga el acuerdo.