Tegucigalpa, Honduras
El lempira seguirá este año perdiendo su valor frente al dólar estadounidense.
El directorio del Banco Central de Honduras (BCH) ha estimado que la devaluación alcanzará 5% al cierre de este año 2017.
La meta es igual a la proyectada para el año pasado y que fue levemente superada.
Es decir que al cierre de diciembre la moneda hondureña se depreciará 1.17 lempiras por cada dólar.
Lo anterior significa que el dólar se cotizará a 24.67 lempiras en el mercado nacional.
Para el presidente del BCH, Manuel Bautista, la devaluación es moderada, pero economistas manifiestan que es un golpe directo al bolsillo de los consumidores hondureños.
Bautista señala que el comportamiento depende en gran medida de la situación que atraviesan los socios comerciales y también de la demanda de dólares que se da por las importaciones.
Los bienes y servicios que se adquieren suben de precio a medida que el lempira pierde su valor.
“Significa un aumento de precios. Cada vez que se deprecia la moneda suben los combustibles y la energía porque están dolarizados”, manifestó Hugo Noé Pino, economista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi).
Cierre 2016
El presidente del Banco Central de Honduras informó ayer que al 31 de diciembre, el lempira se depreció 1.13 por dólar.
Es decir que pasó de 22.36 a 23.50 lempiras el tipo de cambio.
“La devaluación cerró con un 5.1%; superior al 5.0% que se esperaba”, explicó Bautista.
Entre noviembre y diciembre se registró un acelerado deslizamiento del lempira de 42 centavos.
“Eso ha generado expectativas de devaluación posterior que se traduce en una demanda fuerte de dólares en las últimas semanas”, consideró Hugo Noé Pino.
Costo de vida
La depreciación de la moneda al final se traduce en inflación o índice de precios al consumidor. Por otro lado, se encarecen los servicios como la energía, alquiler de viviendas y pago de contratos que están calculados en dólares.
El índice inflacionario cerró en 3.3% y se proyecta 4.5% para el presente año.
Representantes de los trabajadores y algunos economistas consideran que la inflación calculada por el Banco Central no es real, ya que el costo de vida en el país aumenta cada semana.
Reclaman mayor aumento a los salarios, ya que no cubren ni el costo de la canasta básica alimenticia que ronda los 8,000 lempiras al mes.
Tomando estos indicadores, la próxima semana se definirá el ajuste al salario mínimo.