TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Un nuevo período de 12 meses dio inicio el domingo en la caficultura de Honduras y del mundo que viene acompañado de retos que persisten de temporadas pasadas y otros con los que deberá afrontar el considerado rubro más relevante del sector agropecuario nacional.
La escasez de mano de obra, efectos del cambio climático, la afectación de plagas al igual que enfermedades en las plantaciones del grano se volverán a repetir en la cosecha cafetalera 2023-2024, pero de mantenerse los bajos precios del aromático en el mercado internacional podría representar una caída en la generación de divisas mayor al 30%, proyectó el presidente de la Asociación de Exportadores de Café de Honduras (Adecaféh), Miguel Pon.
Explicó a EL HERALDO que “el alto volumen de cosecha que espera Brasil (el principal productor y exportador mundial de café) y que está presionando los precios internacionales -en la bolsa mercantil de Nueva York- a niveles de 150 dólares o menos y que de mantenerse así representaría una disminución de más del 30% en la generación de divisas, unos 450 millones de dólares”.
“Esto es un desincentivo para nuestros productores y para la cadena en general”, aseguró. Previo a culminar el año cafetero anterior, los envíos del grano catracho habían generado ingresos por 1,397 millones de dólares, siendo menores al compararlo con los $1,447 millones alcanzados en la cosecha 2021-2022.
El pronóstico de exportaciones de café del recién culminado ciclo fue de 7.2 millones de sacos de 46 kilogramos y a 72 horas de su cierre se contabilizaban 6.94 millones de sacos enviados, el 96.3% de la meta exportable, informó EL HERALDO.
Si bien evidenciaba un aumento del 13%, Pon estima que las exportaciones rondarán los 6.5 millones de quintales para la presente temporada que implica un 7% menos de lo que se mandó del 1 de octubre de 2022 al 30 de septiembre pasado.
Otro desafío
El corto tiempo otorgado a los países exportadores de productos agrícolas como el café -donde Honduras no es la excepción- para dar cumplimiento a las regulaciones de la Unión Europea (UE) sobre la comercialización de productos libres de deforestación es otro desafío, indicó el también exgerente regional y comercial del Instituto Hondureño del Café (Ihcafé).
Mencionó que “como sector cafetalero tenemos menos de un año para georreferenciar más de 300,000 hectáreas cultivadas con café, aparte de otra serie de requisitos e información que se exigirá para poder vender y exportar a ese continente”.
“El sector exportador de café está trabajando en la medida de sus posibilidades, sin embargo, es urgente la participación de toda la cadena, institucionalidad cafetalera, gremiales de productores y gobierno, tomando en consideración que más del 54% de nuestras exportaciones de café equivalentes a 3.8 millones de quintales tienen como destino final el mercado europeo”, sostuvo Pon.