TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Aunque Honduras requiere de una reforma en materia tributaria, estos cambios a las leyes no tienen que ser sesgados a ninguna ideología política.
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A esa conclusión llegó el analista en temas económicos Jorge Yllescas, quien estuvo al frente de la otrora Dirección Ejecutiva de Ingresos (DEI) y hasta presidió la comisión interventora de esta institución que fue suprimida y liquidada en febrero de 2016.
“La reforma tributaria en Honduras es necesaria, pero una reforma tributaria no sesgada a ninguna ideología política”, mencionó a EL HERALDO.
El exfuncionario respondió a este rotativo interrogantes sobre los puntos que más controversia han ocasionado del proyecto de la ley de justicia tributaria anunciada por el Poder Ejecutivo y presentada al sector empresarial del país.
¿Cree que estas reformas tributarias impulsarán un sistema justo y equitativo en materia fiscal?
El problema tributario cuando se hace una reforma tiene que ver con muchas cosas; primero, para qué sirve la reforma, si hay un sacrificio fiscal ese tiene que estar bien definido en qué se quiere aprovechar. Sí, es cierto que ha habido muchísimo abuso en materia de las exoneraciones fiscales y eso se ha dado porque no existen controles en la administración pública, no existe exactitud en el control de las exoneraciones, entonces el gasto fiscal no está bien definido. He leído el proyecto de ley y tengo la impresión de que le falta una mejor estructura, por un lado; por otro lado, creo que hay mano extranjera porque hay algunas cosas que están desconociéndolas, tengo dudas en lo que están planteando en lo que es el territorio aduanero, que no tienen claridad de lo que es. Un país como Honduras que tiene fronteras con el resto de las naciones de Centroamérica su política tributaria tiene que estar en función también del resto de países.
¿Es conveniente que en el país se retorne al principio de renta mundial?
Ese es otro problema bastante delicado porque en Honduras desde muchísimos años existió la renta mundial, eso termina en el gobierno de Juan Orlando Hernández cuando se modifica el Código Tributario. La renta mundial no es fácil controlarla; Honduras nunca tuvo un control exacto sobre la renta mundial porque se requiere tener un aparato administrativo con mucha tecnología, con gente muy calificada y convenios con los países con los que se tienen relaciones diplomáticas para que pueda haber reciprocidad, de lo contrario es bastante complicado. Indudablemente la renta mundial si se aplica bien tiene beneficios para el país, pero las cifras de pérdidas que se han dado por haber cambiado este principio tengo muchísimas dudas porque no hay un registro exacto sobre eso.
¿Considera idónea la derogación de los beneficios fiscales de diez regímenes especiales vigentes?
Ha habido abuso de parte de los gobiernos, de parte de personas sobre las instituciones que han recibido las exoneraciones, pero eso no justifica una reforma así a mata caballo únicamente porque se está en contra del capital, eso no es correcto. Creo que hay que rectificar, definir bien las políticas públicas y el por qué el sacrificio fiscal, si se quiere fomentar qué tipo de industrias, qué beneficios va a traer al país. Cada exoneración tiene que ir bien definida y lo que correspondía aquí era analizar todas las exoneraciones que se están dando empresa por empresa, régimen por régimen, analizarlo bien cuáles deben seguir, aquellas que no deben seguir, cuáles se les ha vencido el plazo; todo un análisis, un estudio, diagnóstico, pero no tirar un anzuelo para todo por parejo porque va a ser bastante peligroso.
¿Qué consecuencias podría provocar eliminar el secreto bancario para fines tributarios en Honduras?
El secreto bancario está vigente en Honduras porque es peligroso, sobre todo ahora cuando el crimen organizado y la delincuencia están tan generalizados; en la actualidad cuando se tiene una duda a través de un juez el banco da la información y muchas veces la Comisión Nacional de Bancos y Seguros la proporciona, no es necesario dejarlo abierto como se quiere. Eso tiene que ser bien controlado por la situación que vivimos.
¿Es adecuado que los marchamos pasen a ser administrados por el Estado en lugar del Cohep?
Pólizas y marchamos originalmente estuvieron bajo la responsabilidad del Banco Central de Honduras, cuando se hace la reforma a su ley se quitan una serie de funciones que supuestamente no le correspondían al banco y esa actividad pasó a la Dirección General de Aduanas y hubo una corrupción sin límites, las pólizas las vendían en el mercado negro; entonces se le pasó a la Federación de Agentes Aduaneros, allí se estuvo manejando más o menos. Hubo un arreglo entre la Dirección Ejecutiva de Ingresos y la Cámara de Agentes Aduaneros y tampoco se pudo corregir el problema. Al final se convino que el Consejo Hondureño de la Empresa Privada administrara la venta de las pólizas y marchamos y se quedara con un porcentaje y el resto se lo pasara al Estado. Desde entonces no ha habido escándalo, no se ha sabido de que ha habido corrupción y es cuando mejor ha marchado.
