Tegucigalpa, Honduras
Al cierre del año, el rubro de la construcción reportó un crecimiento de alrededor de 5.6%, de acuerdo con cifras preliminares del Banco Central de Honduras (BCH).
Manuel Bautista, presidente de esta institución, explicó que el buen desempeño que recuperó sustancialmente al rubro obedece al aumento en la ejecución de inversión pública en diferentes proyectos de infraestructura.
El aumento indicado por Bautista contrasta con las cifras de la Cámara Hondureña de la Construcción (Chico), ya que esta maneja que el rubro solo creció 4% el año anterior.
Detalló que la inversión alcanzó los 9,800 millones tanto pública como privada. Esto se traduce en un aumento anual de más de 390 millones de lempiras.
De esta cantidad, alrededor de 5,500 millones provinieron del sector público.
“Estamos con números de cerca del 4%, esperemos que se mantengan. En comparación con el año anterior estamos en positivo, en números negros y no en números rojos”, expresó el presidente de la Chico, Silvio Larios.
“Nos estamos empezando a ubicar en la dirección correcta, pero todavía nos falta mucho más esfuerzo, sobre todo en el tema fiscal”, agregó.
Consideró que el BCH está tomando en cuenta la ejecución de las Alianzas Público Privadas (APP) que se desarrollan en el país.
Recuperación
De acuerdo con cifras del Banco Central de Honduras, al cierre de 2014 la industria reflejó una desaceleración de -8.2%, mayor a la registrada en el mismo período de 2013, cuando fue de -2.5%.
No obstante, para 2015 se inició la recuperación del rubro con un crecimiento de 2.1%; para 2016 arriba del 5% y en el presente año se prevé más de 6%.
El desempeño es positivo, ya que la construcción es uno de los sectores que más empleo genera en el país (más de 175,000 trabajos).
Los proyectos que más harían crecer el sector son de vivienda social. “Si se potencia se podría duplicar el crecimiento de la inversión en el rubro”, expresó Larios.
Sin embargo, lamenta que el problema de acceso al financiamiento persista.
Según el empresario, los desarrolladores o inversionistas están en la capacidad de emprender varios proyectos habitacionales, pero no hay a quién vendérselas.
“La población todavía está limitada, no tiene ingresos para financiar una vivienda”, sostuvo Larios.