TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Este próximo lunes 31 de agosto es el último día para declarar y pagar el Impuesto Sobre la Renta (ISR) y sus pagos a cuenta al que están obligadas las empresas hondureñas. Esto pese a la petición del sector privado de que se aprobara una amnistía para que las empresas que se atrasen por la crisis económica en el país no paguen multas o recargos.
El sector empresarial busca impulsar una iniciativa de ley para que las empresas que tengan declaraciones y saldos pendientes de impuestos puedan regularizarse posteriormente debido a que han sido afectadas severamente.
El mayor de los problemas para seguir operando lo están teniendo las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), ya que están luchando por sobrevivir a raíz del cierre de las empresas por cerca de cinco meses.
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Las autoridades del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) han advertido que será muy difícil que las mipymes cumpla con la obligación de los tributos luego de que la crisis derivada de la pandemia del covid-19 las dejara sin recursos.
Las autoridades gubernamental no se han pronunciado al respecto.
Bajas ventas
Se reconoce que hubo una ampliación desde abril pasado que correspondía el pago del ISR del 2019, pero indican que la situación supera todas las proyecciones establecidas debido a la prolongada crisis.
Lo mismo ocurrirá con los pagos a cuentas del ISR para este año fiscal 2020, que a pesar de que fueron ampliadas las fechas las empresas no están teniendo los suficientes ingresos para cubrir todas las obligaciones, desde planillas, costos de operación, préstamos e impuestos.
El Cohep y economistas consultados consideran que la reapertura de los negocios no ha sido suficiente para tener certidumbre de una pronta recuperación de las finanzas.
Hay empresas que podrán cumplir en tiempo y forma, pero otras incurrirán en multas y recargos.
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Al aplicar multas y recargos, muchas empresas podrían cerrar definitivamente y con ello se va a continuar perdiendo empleos.
A mayo, el Cohep reportó que el 44% de las empresas habían cerrado de forma temporal o definitiva y que más del 72% no vendió nada en meses.
De igual forma, el Servicio de Administración de Rentas (SAR) reportó una caída de más de 15,500 millones de lempiras en la recaudación de impuestos. El ingreso de recursos solo se podrá asegurar si las empresas logran reactivarse, aseguran economistas.
