Un candidato presidencial que por primera vez aspira a la reelección, una alianza entre varios partidos de oposición -dos de los tres que lo conforman son de reciente creación- y un outsider en una corriente tradicional dejan un pronóstico que difícilmente se puede predecir con los antecedentes históricos de pasadas elecciones en Honduras.
Ya vimos sorpresas en el 2013, cuando el entonces emergente Partido Anticorrupción (Pac), con Salvador Nasralla, se impuso en el departamento de Cortés.
Libertad y Refundación (Libre), con Xiomara Castro, relegó al tercer puesto al liberal Mauricio Villeda. Sin embargo, estas campanadas no evitaron el triunfo, por un amplio margen, del Partido Nacional de la mano del actual gobernante Juan Orlando Hernández.
En esta ocasión, algunos rostros son los mismos pero el escenario es diferente. Hernández aspira a reelegirse en el cargo; mientras que Libre, las antiguas bases del Pac y el Pinu sumaron fuerzas a nivel presidencial para llevar a Nasralla como candidato único en la denominada Alianza de Oposición.
Por ser el contexto más similar, la Unidad de Data de EL HERALDO analizó a detalle los resultados del proceso del 2013 para determinar en dónde residió parte del triunfo de los nacionalistas.
¿Una muralla azul o feudos nacionalistas?
El analista político Mario Enrique (Chano) Rivera pronóstico esta semana en su programa de televisión que el Partido Nacional hará frente a esta alianza con una 'gran muralla azul', una serie de departamentos que 'por tradición histórica, encuestas y los resultados de marzo pasado' evidencia un triunfo de la estrella solitaria.
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En su análisis pintó de azul a 14 departamentos: Santa Bárbara, Copán, Ocotepeque, Lempira, Intibucá, La Paz, Comayagua, Francisco Morazán, Valle, Choluteca, El Paraíso y Olancho. El resto, considera, los ganará la oposición.
En efecto, Juan Orlando ganó en 13 de los 18 departamentos en la elección general pasada. La mayoría coinciden con los enumerados por Chano Rivera, algunos con mayor margen que otros. Libre triunfó en tres; mientras que el Pac y el Liberal, uno por bando.
Sin embargo, poner la lupa por municipio permite conocer donde estuvo con mayor precisión la verdadera fuerza de los nacionalistas.
Los Azules triunfaron en el 2013 en 198 de los 298 municipios de Honduras, pero en apenas cuatro de ellos -obviamente los primeros en la lista- se puede decir que los votos resultaron muy determinantes.
En el Distrito Central, San Pedro Sula, Danlí y Choluteca los nacionalistas acumularon 259,164 marcas, una cifra un poco más arriba de la diferencia que le sacaron a Libre en la contienda. El margen exacto fue de 252,804, logrando el Partido Nacional a nivel nacional 1,149,302 votos y Libertad y Refundación, 896,498.
Solo la capital contribuyó con el 63 por ciento de esa diferencia y en total le dio a los nacionalistas el cinco por ciento de sus votos a nivel general. Entre los analistas es conocida la tradición azul de la ciudad y sus feudos claves en las colonias 3 de Mayo, La Kennedy y la San Miguel.
Perder, pero sumar; luego ganar por 'nocaut'
Como la elección presidencial en Honduras es mediante voto directo, todo lo que sume es bienvenido. Por eso no se puede afirmar que perder en un municipio muy poblado sea una derrota y es precisamente lo que ocurrió en esa victoria del Partido Nacional.
Resulta curioso que los nacionalistas perdieron en dos de esos cuatros municipios que más le abonaron votos. Fue en San Pedro Sula, donde quedaron detrás del Pac, y en Danlí, con victoria para Libre.
El arrollador resultado en la capital y el trabajo hormiga en el resto de municipios al final tradujo esas pérdidas locales en una victoria a nivel nacional de Hernández.
¿Si la alianza hubiera sido antes?
En el proceso anterior quedó servida la inquietud porque los partidos Libre y Anticorrupción sumaban 1,314,941 marcas, lo que representaban 165,639 más que las que obtuvo el Nacional.
Haciendo el mismo ensayo por municipio y sumando en un mismo grupo los votos del 2013 de los partidos que ahora confluyen en la sola plataforma, resulta que la estrella solitaria no pierde tanto peso geográfico, pues se hubiera quedado con un gane en 169 municipios y la hipotética alianza de ese entonces con 101.
La diferencia está que a la oposición, de haber concurrido en bloque, le hubiera bastado un solo feudo para marcar una ventaja determinante: el Distrito Central, con una contribución de 204,535 votos, muy por encima a la diferencia conquistada entre Libre, Pac y Pinu frente a los nacionalistas.
Los faroles, entonces, vuelven a apuntar a la capital.
Pero solo son hipótesis. Falta saber si Nasralla ha logrado fidelizar los votos de aquella ocasión, si Libertad y Refundación (Libre) consolidó su masa electoral o si el Partido Nacional aumentó su cuota electoral... y, en una elección directa, cada voto cuenta.