Para un sector político, la postergación de la entrega garantiza que estará bien depurado y que no votarán los muertos.
Otros sectores cuestionaron la determinación del CNE, porque aseguran que la ampliación le corresponde aprobarla al Congreso Nacional.
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Estigma de que los muertos votan debe acabar
El fantasma que desde 1981, que se instauró el sistema democrático en el país, merodeó en todos los procesos electorales, sería cosa del pasado, con la depuración de la actual base de datos del Registro Nacional de las Personas ( RNP).La base de datos actualizada que ya fue remitida al Consejo Nacional Electoral (CNE), para la respectiva evaluación, consta que fueron presentadas 39,168 defunciones por ciudadanos, dando cuenta de que sus familiares ya fallecieron.
El director ejecutivo del Instituto Holandés para la Democracia Multipartidaria (NIMD), Luis Daniel León, apuntó que “el haber descargado los fallecidos del censo poblacional y que se descarguen del censo electoral, puede ayudar favorablemente a calmar la crítica permanente de que los muertos votan en Honduras”.
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