La historia política de Honduras, que ha sido dirigida -en su mayoría- por hombres, cambió el 28 de noviembre de 2021, cuando Xiomara Castro se convirtió en la primera mujer en ganar el Poder Ejecutivo. Esto solo se podría comparar con el día en el que las féminas conquistaron su derecho a votar un 25 de enero de 1955.
Desde entonces han pasado 66 años, más de medio siglo sin una mujer gobernando, al menos no hasta hoy. Pero no solo se trata de la primera fémina en el Ejecutivo, sino de una mujer que se formó en un partido de izquierda.
Libertad y Refundación (Libre) fue la institución política que surgió del Frente Nacional de Resistencia (FRP), después de que el expresidente liberal y esposo de Castro, Manuel Zelaya Rosales, fuera expulsado del país a punta de armas un 28 de junio de 2009, lo que ocasionó una desestabilización política.
Castro fue una de las personas que encabezó las protestas, exigiendo el retorno de su esposo al país. Las súplicas fueron en vano, al menos para restituirlo, pero no para que forjara su trayectoria política. Actualmente suma más de 10 años como política.
El 26 de junio de 2011, casi dos años después del golpe de Estado, se creó el Partido Libre, impulsando la candidatura de Xiomara Castro. Esto, más el ambiente político, ayudó a que esa institución política se consolidara como una de las más fuertes, por encima del liberalismo y casi a la par del nacionalismo.
Este partido se forjó bajo la convicción izquierdista, apoyado por países donde el socialismo figura como sistema político (Cuba, Venezuela y Nicaragua). Libre se planteó como un partido social-democrático, aunque en sus filas estaba la resistencia, esa parte de la población que aspira a otro sistema económico y social.
Pero ese no fue el único dato histórico, puesto que la aspiración de la ex primera dama de Honduras pasó a ser la segunda de una mujer en la vida política del país, solo después del caso de la extinta esposa del cuadragésimo quinto mandatario de Honduras, Juan Alberto Melgar Castro.
Hablamos de Nora Gúnera de Melgar, quien en 1996 se convirtió en la primera mujer aspirante a la presidencia. Según los resultados oficiales, perdió frente a Carlos Flores Facussé, pero marcó la historia del país.
Si relacionamos ambas fechas, es decir, 1996 cuando Gúnera se convirtió en la primera fémina en aspirar al Ejecutivo y 2013 cuando Castro oficializó su candidatura, pasaron exactamente 17 años, casi dos décadas sin que una mujer tuviera el respaldo político y popular para aspirar al máximo cargo de elección.
Aunque en 2013 Xiomara Castro perdió la presidencia frente al nacionalista Juan Orlando Hernández, cuatro años después se postuló nuevamente; su aspiración solo duró un par de semanas, ya que luego cedió la candidatura a Salvador Nasralla.
Ambos concretaron lo que llamaron la Alianza de Oposición, con el fin de evitar que Hernández se reeligiera, pero no lo lograron; el presidenciable nacionalista conquistó su segundo mandato.
En 2021, en las elecciones primarias del 14 de marzo, Castro -por segunda ocasión- se postuló como la candidata de seis movimientos a lo interno de Libre (Somos+ Honduras, Fuerza de Refundación Popular, Pueblo Libre, Pueblo Organizado en Resistencia, AAA Mel y M28).
En la contienda ganó la candidatura frente a Nelson Ávila, Carlos Eduardo Reina y Wilfredo Méndez, este último decidió no apoyarla más y se unió a Partido Salvador de Honduras, creado por Salvador Nasralla, pero el señor de la televisión cedió su candidatura a Castro y Méndez se alió con Yani Rosenthal.
Para las elecciones del 28 de noviembre, la alianza de Castro y Nasralla también estuvo apoyada por el Partido Innovación y Unidad Social Demócrata (Pinu-SD). Se trató de una alianza de hecho y no de derecho, ya que la hicieron después de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) oficializara las candidaturas.
La candidatura también estuvo apoyada por Honduras Humana, el movimiento independiente Milton Benítez, quien días antes de los comicios informó que se unía a Libre.
Además, el Movimiento Independiente Dignidad y Esperanza (Mide) instruyó a sus simpatizantes a votar por Castro, debido a que el capitán en condición de retiro y presidenciable Santos Orellana fue detenido por lavado de activos.
Lo mismo pidió Luis Zelaya, quien en las primarias aspiró a la presidencia por el Partido Liberal, pero perdió frente a Yani Rosenthal. Decidió no apoyarlo y darle su voto de fe a la mujer que aspiraba por uno de los partidos más fuertes y, lo más relevante, de izquierda.
Mujeres presidentas en CA
En su obra 'El segundo sexo', Simone de Beauvoir escribió: “él es el sujeto, es el absoluto: ella es la alteridad”. Aunque la escritora, símbolo feminista, habló en términos generales, también se refirió al papel de la mujer en la política.Esta frase describe perfectamente por qué en casi medio siglo las mujeres que han gobernado en Centroamérica se cuentan con los dedos de una mano, pero no se puede decir los mismo al hablar de cómo marcaron la historia y futuro de sus países.
Incluso, la aspiración femenina en toda América Latina ha sido mínima, pues se cuentan apenas 10 en décadas.
En Centroamérica, la primera mujer presidenta fue nicaraguense: Violeta Barrios de Chamorro ocupó la silla del Ejecutivo desde 1990 hasta 1997.
Lastimosamente, su triunfo estuvo opacada por ser la esposa de Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, conocido por uno de los principales opositores de la dictadura de Anastasio Somoza. Años después de su asesinato en 1978, Violeta de Chamorro ganó la contienda.
Lo mismo ocurrió en Panamá con Mireya Elisa Moscoso Rodríguez, quien fungió como presidenta de 1999 a 2004. La primera y única mujer gobernante de ese país es esposa del expresidente, Arnulfo Arias Madrid.
El único caso donde la aspiración no tuvo vínculos familiares, fue el de la politóloga Laura Chinchilla, quien gobernó en Costa Rica desde 2010 hasta 2014.
De acuerdo con el excanciller y analista político, Ernesto Paz Aguilar, el que la esposa de presidentes o expresidentes aspiren al Ejecutivo ha sido bastante estratégico en América Latina, pues 'la persona más cercana al presidente es su esposa'.
En el caso de Xiomara Castro, quien ganó una candidatura después de que su esposo recibiera un golpe de Estado, el experto afirmó que tomó el liderazgo porque Zelaya no podía, aunque esta versión ha sido fuertemente criticada por grupos feministas que defienden su liderazgo.
Castro suma más de 10 años en la política, nunca ha ocupado un cargo de elección popular, pero sí sabe lo que es estar cerca del poder y ahora será la primera mujer en gobernar un país, completando la frase de la poetiza hondureña, Juana Pavón: 'Honduras tiene nombre de mujer'