'Aquí estoy. Sí es posible hacer cosas buenas', expresó firmemente. 'En el Congreso estaba permitido que los diputados pudieran introducir al país dos vehículos libres de impuestos ( dispensas). Llegué. Lo que señalaba desde los periódicos lo hice real ahí', argumentó sobre su estadía en el Poder Legislativo.
Dos periodos consecutivos como parlamentario en la Cámara Legislativa por el partido rojo-blanco-rojo han sido suficientes para que dentro de Darío Banegas (más conocido así) se haya encendido la llama del solio presidencial.
Pero en las elecciones primarias que se celebrarán el próximo 14 de marzo, será la primera vez que compita junto a Yani Rosenthal y Luis Zelaya por ser el candidato de la institución democrática más antigua de Honduras: el Partido Liberal.
La 'revolución de la esperanza' es el concepto de su campaña, que implica renovar desde las bases de salud y la enseñanza pública, pero que también busca poner al ser humano como eje central de la economía, bajo la égida de un gobierno de 'unidad nacional'.
Al frente del movimiento 'La esperanza de Honduras' representa una reforma, una revolución, un cambio y la honestidad que el electorado espera de los líderes llamados a tomar el poder en estos comicios que se avecinan.
'No se trata de mí o de Darío Banegas, sino de impulsar cambios que beneficien a los hondureños a través de un gobierno de ‘unidad nacional’, que pasa necesariamente por convocar a las mejores personas, independientemente del partido político al que pertenezcan o, incluso, si no son afines a ninguno', reflexionó.
Sobre Darío Banegas
Tiene 51 años, es comunicador social, caricaturista, presentador de televisión e indudablemente un gran entrevistador. Es soberbio por sus conocimientos, pero respetuoso por su educación.Tercero de seis hermanos varones provenientes de un padre telegrafista y una madre ama de casa, ha vivido durante la mayor parte de su vida en la ciudad de San Pedro Sula al norte de Honduras-, pero nació en el departamento de Santa Bárbara, al noroccidente.
Desde los nueve años comenzó su recorrido en los medios de comunicación a través de una radio. Seis años más tarde, cuando tenía 15, ya era corresponsal de un periódico y un año después, se convirtió en caricaturista eventual, pero se abrió camino dibujando en Diario La Prensa desde entonces.
También explotó su faceta de periodista al incursionar en un programa televisivo donde combinaba sus dotes de entrevistador con sus habilidades de dibujante.
Mientras el entrevistador era sometido a la tanda de preguntas de un incisivo Banegas, este último plasmaba con exageraciones y sutilezas las rasgos de la persona en un lienzo. Cada entrevistador se iba con una caricatura al final del programa.
Su imagen se fue haciendo cada vez más familiar para el globo ocular cuando inició el mismo formato de entrevistas y caricaturas en un programa para Televicentro, con Banegas TVC.
Aunque pregona sobre la 'unidad nacional', para EL HERALDO fue casi imposible contactarse con él, lo que imposibilita conocer a profundidad sus propuestas políticas y sobre cómo impulsaría a Honduras si logra ganar la presidencia. Una escueta conversación de 10 minutos es lo más que concedió el candidato.
Rodaje político
Relativamente Darío Banegas es un político con poco recorrido político y, aunque sea considerado uno de los diputados más activos del Congreso Nacional, expertos estiman que aún es poco conocido para poder ganar la candidatura del liberalismo, un movimiento que se ha convertido en la tercera fuerza nacional.'Aparentemente es un hombre bueno, un político normal como cualquier otro, pero no es el candidato que podría unir nuevamente al Partido Liberal para asemejarse a lo que era antes', considera el sociólogo Julio Pineda.
En 2008 fue invitado a participar en política y en 2010 se convirtió en diputado del Congreso por Cortés, logrando tres períodos consecutivos en ese cargo.
Y es que ha dicho que esta fue la última vez que el Partido Liberal esté en la llanura porque el próximo 27 de enero de 2022, su movimiento 'Esperanza de Honduras' tendrá el poder presidencial.
'No esperemos el próximo año para empezar a demostrar que somos un movimiento distinto, absolutamente distinto a los demás. Por lo tanto, esta verticalidad de que pongan ese rótulo gigante con el nombre de Banegas aquí y que pongan a los demás abajo, eso no me gusta para nada', dijo en una concentración política.
En el centro del liberalismo
Mientras su partido sigue dividido a causa de que Manuel Zelaya Rosales (expresidente de 2006 a 2009) se retirara del movimiento para fundar su propio grupo, él se ha mantenido al margen de las fricciones entre los otros dos precandidatos: Yani Rosenthal y Luis Zelaya.Zelaya ha dicho que no apoyará a alguien que haya cumplido una condena en Estados Unidos por delitos vinculados con el lavado de activos y Yani, por su parte, ha expresado que es mejor que se vaya desde ahora del liberalismo porque él será el candidato.
La oferta de Banegas es la unidad nacional, una promesa que hasta la fecha ningún presidente ha logrado desde los conflictos políticos que padecía el país a raíz del golpe a Manuel Zelaya por tratar de instaurar la cuarta urna que daría una vía a la reelección.
Aunque él se sienta como un precandidato distinto con pensamientos diferentes, lo cierto es que sus propuestas son normales para un país que necesita más de un acto sobrenatural para poder levantarse de la corrupción, de la pandemia del covid y los recientes golpes de los huracanes Eta y Iota.
'La solución está en todos los hondureños talentosos, honrados y buenos, que deben unirse para crear un gobierno decente, honesto y comprometido. Solo van a inspirarnos confianza los líderes honrados, líderes que no tengan pegamento en los dedos, que sepan que lo ajeno no se toca, que no adoren al becerro de oro, que no tengan codicia en el corazón, que hayan sido formados en el servicio público, con un corazón puro y manos limpias'.
Una vez creado ese gobierno de “unidad nacional”, se debe pasar a cumplir una “agenda urgente” basada en restablecer la independencia de los poderes del Estado y de instituciones como el Ministerio Público, con el propósito de crear confianza y seguridad en los inversionistas nacionales y extranjeros.
Entre sus demás promesas está mejorar la seguridad, la educación y la salud, problemas endebles que ha opacado históricamente a Honduras, pese a las grandes inversiones millonarias que los gobiernos han hecho años tras año.
Darío Banegas, un hombre no tan alto, se ilusiona con que el 14 de marzo próximo será el candidato presidencial del liberalismo que buscará las presidencia en noviembre.