Equipos de Fuerzas Especiales y Antidrogas se unen al comisario Cristian Nolasco

Catacamas, Olancho.- Hombres con entrenamiento especial, fieles al eslogan “vencer o morir”, se han unido a las operaciones de seguridad e inteligencia que lidera el comisario Cristian Nolasco, en Catacamas, la tercera ciudad más violenta de Honduras.

Un escuadrón de la Dirección Nacional de Fuerzas Especiales (DNFE) está por cumplir dos semanas de realizar un trabajo activo, de la mano del hombre que nació y que también comandó como oficial esa rama de la Policía Nacional.

Al menos tres agentes de Fuerzas Especiales permanecen en el perímetro de Nolasco cuando camina por las calles de Catacamas, no bajan la mirada y no sueltan sus armas de reglamento ante cualquier amenaza.

Saben que existe una advertencia latente de los grupos criminales de la zona, especialmente del narcotráfico, pues corre el rumor que ofrecen hasta un millón de lempiras por su cabeza.

Un equipo periodístico de EL HERALDO Plus patrulló un día con el comisario Nolasco en las calles de Catacamas, Olancho. El uniformado afirmó que no tiene miedo de seguir haciendo su trabajo de “servir y proteger” como todo agente de la Policía.

A finales de noviembre, en la iglesia Católica San Francisco de Asís, en el barrio Santa Cruz de este municipio, familiares y amigos despedían al señor Miguel Oseguera Villafranca.

Un grupo de civiles armados cerraron los accesos al espacio religioso, por lo que pobladores denunciaron el hecho ante el miedo a un enfrentamiento.

Tras llegar con los agentes, Nolasco constató la presencia de hombres fuertemente armados, con pistolas y fusiles, quienes se opusieron a la solicitud de presentar los permisos y a un registro. Según el relato de hechos, unos hombres despojaron del fusil de reglamento a un oficial.

Menospreciando el papel de la Policía, los hombres armados se quisieron ir del lugar sin obedecer a la autoridad, pero Nolasco con disparos de advertencia los detuvo y les decomisó las armas, aunque más tarde el escuadrón de civiles quedó libre.

Olancho, que se ha caracterizado por ser un departamento donde los pudientes tienen el control de la seguridad y las bandas de crimen organizado a punto de bala solucionan sus problemas, ahora permanece bajo fuertes controles de seguridad policial.

Desde el día del incidente se viven momentos de tensión en la zona, porque se señala a la familia Amador como responsable del incidente, pero su representante legal, Marlon Duarte, salió en su defensa, negó que sus clientes hayan incurrido en algún delito y sostuvo que es falsa esa supuesta recompensa.

Los pobladores y policías de Catacamas aseguran que en los medios locales de comunicación no se atreven a tocar el tema, por miedo a represalias, y creen que Nolasco no sabe a quién se está enfrentando y que en cualquier momento se la pueden cobrar.

El comisionado Baudilio Martínez, jefe de la Dirección Nacional Policial Antidrogas (DNPA), expresó a EL HERALDO Plus que trabajan en apoyo a la Policía Preventiva y para mantener el orden y la seguridad de la población de Olancho.

Resaltó que “por la última situación que se dio, estamos trabajando en apoyo al comisario Nolasco, andamos más de 250 hombres haciendo el trabajo de seguridad y manteniendo el control”.

Aparte de eso, también dan seguimiento investigativo a las estructuras que han mantenido en zozobra ese departamento, afirmó el alto oficial que se ha unido a los operativos.

El comisionado dijo que aparte de las Fuerzas Especiales, también hay equipos de la Dirección Policial Anti-Maras y Pandillas Contra el Crimen Organizado (Dipampco), de la Dirección de Inteligencia Policial (Dipol) y Antidrogas, diseminados en todo el departamento.

Precisó que los más 21,500 policías de la institución apoyan a Nolasco en todos los sentidos. Desde el ministro Gustavo Sánchez hasta todos los directores nacionales acuerpan al oficial.

Durante el recorrido que realizó el equipo de EL HERALDO Plus se logró comprobar que Nolasco no manifiesta ni un gramo de temor, sale temprano de la Jefatura Municipal de Catacamas, donde lo esperan dos Black Mamba, se sube al lado del conductor de una de ellas y sale a realizar operativos.