TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Después de que el huracán Mitch golpeó a Honduras en noviembre de 1998, Efraín no miró otra salida más que emigrar a Estados Unidos. Pensaba en un mejor futuro, pero no era una opción que le alegraba, al contrario, sentía una mezcla entre miedo y nostalgia porque recordó que en mucho tiempo no vería a su familia. Así fue. Salió de Choluteca, al sur de Honduras, una mañana de diciembre, cálida como aquellas lágrimas de sus hijos.
El camino no fue fácil. Se topó con asaltantes, gente “pícara”, como él mismo llamó, pero también con personas bondadosas. Su largo viaje tardó casi dos meses, hasta que llegó a Carolina del Norte, un poco más frío que su natal Choluteca, pero no tanto en comparación con otros estados.
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Como todo migrante, lo primero que hizo fue buscar trabajo. Era difícil, “mucha gente no quiere a los latinos”, recordó. Los primeros meses fueron una montaña rusa de emociones, pero lo que más le calaba era la lejanía de su esposa e hijos en un país donde era llamado “ilegal”.
No recuerda cómo se enteró que podía aplicar al Estatus de Protección Temporal (TPS), un beneficio que Estados Unidos otorgó a los hondureños por el desastre que dejó el huracán Mitch. Hoy, más de dos décadas después, sigue trabajando de forma “legal”, aunque teme de lo que pueda pasar si no extienden el TPS en diciembre de 2022.
En Estados Unidos hay 42,407 hondureños -según cifras actualizadas hasta 2020 por la Secretaría de Relaciones Exteriores- que viven con esa preocupación y añoran la décimo octava ampliación del beneficio.
El canciller Enrique Reina viajó hace una semana a la nación norteamericana para pedir una nueva extensión del TPS, entre los argumentos está la afectación que dejaron los huracanes Eta y Iota. El beneficio sirve de bloqueo para que no sean detenidos ni deportados en ese país por ser migrantes. También les otorga un permiso de trabajo y pueden obtener una autorización de viaje. Todo eso es temporal.
¿Dónde viven?
Honduras ha tenido al menos 17 extensiones desde que fue otorgado el primer TPS el 5 de enero de 1999. En ese entonces, se hablaba de más de 100 mil beneficiados, pero 23 años más tarde apenas suman un poco más de 42 mil.
Efraín reside en el décimo estado con más hondureños tepesianos: Carolina del Norte, que hasta el 5 de enero de 2020, cuando venció la decimoquinta extensión, contabilizaba 903 beneficiados.
El primero es California, ubicado en la costa oeste de Estados Unidos y al sur, limitando con la frontera de México. De cada 10 hondureños amparados por el TPS, tres viven en este estado y dos en el frío Nueva York, según cifras a las que tuvo acceso la Unidad de Datos de EL HERALDO Plus. Seguidamente, están Florida (5,379) y Texas (4,366).Los estados de Virginia, Illinois y Nueva Jersey también figuran entre los primeros 10 con más tepesianos. En total, los tres acumulan 5,071 beneficiados, pero la mitad de los casos residen en Virginia, ubicado en la costa este.
Arizona, Maryland y Carolina del Norte, donde vive Efraín, son los estados donde residen entre 900 y 960 tepesianos, mientras que en Georgia hay 883. En total, los compatriotas se dispersan por más de 20 estados.
Extensiones
La página del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS) especifica que otorgan TPS a personas de naciones en conflictos armados en curso, desastre naturales u otras condiciones extraordinarias y temporales. En el caso de Honduras, un desastre natural fue lo que permitió que en 1999 un total de 100,011 compatriotas optaran por el beneficio.
En ese entonces, el TPS fue aprobado por 18 meses, pero casi 60 días antes de que terminara, el gobierno estadounidense otorgó la primera extensión por un año.
Según los reportes de la Secretaría de Relaciones Exteriores, en la primera reinscripción hubo 31,799 beneficiados menos, ya que la cifra pasó a 68,212. En mayo de 2001, USCIS informó de una segunda extensión, que se concretó el 6 de julio de ese mismo año. La ampliación era por 12 meses más, es decir, culminaría el 5 de julio de 2002. Curiosamente, el número de aplicaciones aumentó a 78,403. La cifra de hondureños inscritos siguió en ascenso en las próximas dos extensiones, hasta que en el quinto proceso de ampliación los beneficiados pasaron de 87,600 a 75 mil.
En 2006, Estados Unidos otorgó por 12 meses la sexta extensión del TPS para hondureños. En el programa, que finalizaba el 5 de julio de 2007, se inscribieron 78,734 compatriotas; desde allí, el número de beneficiados se vino en picada, sin haber registros de incrementos como pasó en años anteriores.
Para la decimocuarta extensión (del 6 de enero de 2018 al 5 de julio de 2018) ya había solo 44,079 beneficiados, es decir, menos de la mitad. Curiosamente, esta ampliación fue la más corta, ya que la otorgaron por seis meses, contrario a los 12 o 18 que se registraron en el resto de procesos.
Según Leoncio Velásquez, presidente de la organización Hondureños Unidos de Los Ángeles (HULA), la baja (12,711 tepesianos menos) se debe a que en 2017 la normativa estadounidense permitió que los amparados en el TPS que tuvieran parientes ciudadanos estadounidenses o residentes permanentes mayores de 21 años pudieran solicitar la residencia permanente.
“La persona que tenga TPS puede adquirir la residencia a través de un familiar ciudadano, esposo, padre o hijo. Muchas personas eso hicieron”, comentó. El activista hondureño en Estados Unidos también lamentó que durante casi dos décadas muchos tepesianos fallecieron en esa nación sin obtener un permiso de estadía permanente, mientras que otros retornaron a Honduras por su edad.
Cancillería afirmó no tener datos del sexo y edad de los tepesianos, incluso, no facilitó información de cuántos fueron registrados en los últimos dos procesos, cuando el beneficio se amplió en conjunto con otras naciones. La última actualización es del 5 de enero de 2020, fecha en que finalizó la decimoquinta ampliación con 42,407 hondureños.