Las causas son muchas, pero los problemas económicos en los hogares, el cierre de las escuelas, el poco acceso a tecnología e internet, y hasta la migración son las principales causales.
El primer año de la pandemia, Educación contabilizó 105,971 casos de alumnos que habían abandonado el sistema educativo. Esa alarmante cifra representaba el 5.6% de 1,876,824 matriculados (por cada 18 estudiantes inscritos, uno desertaba).
En el segundo año de la emergencia sanitaria (en 2021), el ente de Educación registró 38,008 deserciones, aunque en conferencia de prensa el ministro de Educación, Arnaldo Bueso, mencionó que reportaron 500 mil casos de abandono. “El reto es hacer que estos menores retornen a sus clases”, dijo.
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Para Dennis Cáceres, asesor educativo de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), la cifra mencionada por Bueso está más cerca de la realidad que vive el país.
“Se diseñó una herramienta en la Secretaría de Educación para hacer una matrícula automática en 2019; si usted matricula de manera automática a los que estaban en 2019, en 2020 los tiene también, y en 2021 también los tenía, pero nunca comprobó si realmente esos niños estaban recibiendo clases”, cuestionó.
El experto lamentó que Educación no reforzó las medidas para evitar más deserciones, especialmente porque en los reportes que ellos tienen contabilizan a 600 mil estudiantes que entre 2020 y 2021 abandonaron las clases (300 mil por año).
“Esto nos indica que cada vez que el sistema educativo se tarda en abrir se pierden unos 1,200 estudiantes diarios... Esto lo provocó la pandemia”, señaló. Estas cifras contrastan con los más de 143 mil que reporta Educación en los mismos años (105,971 en 2020 y 38,008 en 2021).
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Deserción y migración
La migración no es la primera causa de la deserción escolar, pero sí es la más peligrosa.Además de abandonar la escuela o colegio, los estudiantes dejan su casa, su país y hasta la aspiración de cambiar el futuro de Honduras.
En los últimos dos años, unos 100 mil estudiantes -según cifras de la ASJ- han huido con sus padres, con coyotes o completamente solos, por una ruta peligrosa para cualquier migrante adulto, pero tres veces más mortal para un adolescente o un niño.
Ese desalentador panorama no los detiene y al final sus historias se reducen a estadísticas anuales que la Secretaría de Educación facilita con cierto recelo, pues ponen en evidencia la crisis educativa que se ha agudizado con la pandemia, que orilló a cerrar las aulas de clases desde marzo de 2020.
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Solo en el primer año de pandemia, la Secretaría de Educación registró 30,170 casos de escolares que desertaron para migrar a otros países, lo que significa que de cada 10 estudiantes con los que los maestros dejaron de tener contacto, tres se fueron por causas migratorias.
La Unidad de Datos de EL HERALDO Plus no tuvo acceso a los casos de deserciones por migración durante 2021. La única información facilitada por Educación señala que de los 38 mil estudiantes que dejaron las aulas de clases por múltiples razones, 12,324 estaban matriculados en primero de ciclo común (séptimo grado), 10,262 en tercero de ciclo (noveno grado) y 9,013 en segundo de ciclo (octavo grado).
Asimismo, hubo 4,917 desertores que estaban en educación media y 1,492 de prebásica, es decir, que tenían entre cuatro y seis años.
Según Ricardo Puerta, analista en temas migratorios, muchos de estos menores huyeron junto a sus padres en las caravanas migrantes, que desde finales de 2018 se convirtieron en “la forma segura” para recorrer la peligrosa ruta migratoria. Además, señaló que para los coyotes es más fácil trasladar a los menores, ya que encargan a los niños a terceros a cambio de bajarles la tarifa, pero cuando llegan a la frontera los dejan solos para que Migración los deporte o los reubique con sus familiares en Estados Unidos por “razones humanitarias”.
Puerta también dijo que el nuevo gobierno debe “asesorarse” para encontrar propuestas factibles que reduzcan las deserciones y con ello la migración de escolares.
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Detenciones
Aunque los casos sobre las deserciones no siempre están relacionadas con la migración, en los últimos tres años Estados Unidos detuvo a más de 72 mil hondureños en edad escolar (menores de 18 años) que viajaban completamente solos.Los reportes del Departamento de Seguridad Nacional mencionan que solo en el año fiscal 2019 (de octubre a septiembre) contabilizaron 20,929 casos, la segunda cifra más alta en los últimos años.
En 2020, con la llegada de la pandemia al continente americano, solamente hubo 4,776 menores hondureños detenidos por Migración, la mayoría de casos registrados entre octubre y marzo.
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En 2021, que contabilizaron más de 39,900 niños y adolescentes detenidos, el repunte ocurrió de marzo a septiembre.
En los primeros dos meses del año fiscal 2022, el Departamento de Seguridad de EE UU también registró 3,148 detenciones de menores en octubre (casi 102 al día) y 3,383 en noviembre (113 diarios en promedio).
Aunque se desconocen detalles sobre el proceso que ocurrió en cada uno de estos casos, las cifras muestran una realidad latente: muchos de estos menores dejan las aulas de clases para tratar de conquistar el “sueño americano”.