En tres municipios está un tercio de los estudiantes aplazados
Educación reportó estudiantes reprobados en 275 de los 298 municipios del país. El mayor número de casos ocurrió en grados que representan una transición cuando los educandos cambian de nivel académico
Los estudiantes de grados superiores son los que más reprueban, según los datos de la Secretaría de Educación.
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TEGUCIGALPA, HONDURAS.- André recién cursaba el primer año educativo en el Instituto España Jesús Milla Selva, estaba en séptimo grado luego de haber culminado con éxito su educación primaria.
Entró con mucha emoción, pues era una experiencia nueva en uno de los centros educativos más conocidos de la capital, sin embargo, su rendimiento académico no fue el esperado.
A finales de 2023, cuando la Secretaría de Educación (Seduc) anunció el fin del año lectivo, André era uno de los 85,061 estudiantes que reprobaron más de una materia. En el caso de él, fueron seis las clases en las que no pudo sacar el 70% requerido.
Ese mismo mes hizo la recuperación de las seis asignaturas, pero sólo pasó tres. Ahora debe esperar hasta febrero de 2024 para someterse a una segunda recuperación y saber si pasa el grado o le tocará repetir el mismo curso.
“Los maestros dicen que es porque no presentan tareas y que uno de padre se descuida, pero también tienen bajo nivel de aprendizaje”, condenó Marcos, papá de André en diálogo con EL HERALDO Plus.
El hondureño lamentó que los estudiantes “se quedan a pesar que dan más del 50% de los puntos en acumulativo”.
Impacto en tres municipios
La Unidad de Datos de EL HERALDO Plus tuvo acceso a cada uno de los reportes de estudiantes reprobados por centro educativo, nivel educativo, grado académico, municipio y departamento.
Al hacer un análisis detallado de cada caso, este rotativo encontró que hay un grave problema en tres municipios, donde está un tercio de los más de 85 mil aplazados. Sin embargo, hubo estudiantes reprobados en 275 de los 298 municipios del país.
Solo el Distrito Central, ubicado en el departamento de Francisco Morazán, acumula dos de cada diez casos, mientras que San Pedro Sula, en Cortés, uno. El Progreso, Yoro, por su parte, contabiliza el 3% de los reprobados a nivel nacional.
Además, hay un alto número de reprobados en Villanueva, Cortés; Comayagua, Comayagua; Puerto Lempira, Gracias a Dios y Danlí, El Paraíso.
Para el experto en temas educativos, Jhonny Varela, son muchos los factores que influyen para que los estudiantes reprueben sus clases, pero el principal es que desde 2003 no se actualiza el currículum nacional básico.
“Solo se hacen remedios, medios remedios, para decir que se está actualizando, pero no responde a las expectativas y a los intereses de los jóvenes actuales”, condenó.
El también docente de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM) dijo que otra de las causas es la matrícula es gratis, pues “en muchos centros educativos se les solicita a los jóvenes material educativo costoso y probablemente muchos padres de familia no lo pueden hacer, no pueden aportar”.
El tercer factor está relacionado con las calificaciones, ya que hay estudiantes que sacan notas de 80 o 90% pero no se sabe si esas notas reflejan un buen desempeño académico, porque probablemente muchos docentes solo están promoviendo de un grado a otro, señaló.
Mencionó que de los más de 85 mil educandos que reprobaron el año lectivo 2023, “a saber cuántos fueron promovidos sin tener las competencias y sin tener la preparación adecuada”.
La Secretaría de Educación todavía no ha dado los reportes de cuántos estudiantes pasaron la primera recuperación y cuántos deben someterse a una segunda evaluación, aunque Varela afirmó que están aplicando diferentes “estrategias”, como el acumulativo, para reducir la cifra de reprobados.
Precisamente eso fue lo que lamentó Marcos, un preocupado padre de familia que espera que su hijo apruebe las tres clases que reprobó en la primera recuperación para que -de una vez por todas- pueda matricularlo en octavo grado.
El hondureño también dejó entrever que parte de las deficiencias de los estudiantes en las materias aplicadas es la enseñanza, lo que coincide con otro de los factores que enumeró Varela.
“Los maestros no están siendo formados para manejar las habilidades y las competencias del siglo XXI. Entonces tenemos maestros concentrados más en conocimiento que en desarrollar habilidades en los jóvenes”, puntualizó el experto en educación de la UPNFM.
Estos factores, según el experto, influyen directamente para que la mitad de los más de 85 mil reprobados estén en los departamentos de Francisco Morazán, Cortés y Yoro. Valle y Ocotepeque tienen los números más bajos.
Grados académicos
Los datos de la Secretaría de Educación muestran un problema que investigadores de la UPNFM vienen repitiendo desde hace décadas: cuando los estudiantes hacen la transición de un nivel educativo a otro hay un impacto negativo en el rendimiento académico. Ocurre de primaria a secundaria y luego en carrera.
Según los reportes, el mayor impacto de reprobados en el año lectivo 2023 ocurrió en educandos que cursaban el séptimo grado, seguido por los que estaban en octavo.
Esto significa que a mayor grado, el número de estudiantes reprobados aumenta y a menor grado disminuye, aunque al verlo en números acumulados hay más casos en educación básica.
Los únicos grados que no reportan reprobados son los de educación prebásica, lo que incluye prekinder (primero de prebásica), kinder (segundo de prebásica) y preparatoria (tercero de prebásica).
Por eso, en los reportes analizados por este rotativo, el número de reprobados en prebásica está en 0, contrario a los 69,780 casos de reprobados en educación básica. Esto significa que ocho de cada diez reprobados son estudiantes de entre primero a sexto grado, mientras que el resto son de educación media.
Según Denis Cáceres, director de Educación de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), el número de reprobados en 2023 representa el 4.7% de la matrícula total y lo calificó como un “fracaso escolar alto”. Dijo que abajo del 3% se considera en fracaso escolar normal.
“Hay que decirle a las autoridades que el fracaso escolar no necesariamente depende de lo que hace la Secretaría de Educación, sino que más del 50% es debido al tema de pobreza, entonces hay que trabajar en políticas educativas para que en el 2024 exista menos fracaso escolar”, mencionó, coincidiendo con la opinión de Varela.
Mario Alas, investigador y coordinador educativo de la UPNFM, por su parte, dijo que reconoció que “la secretaría ha hecho un gran esfuerzo, pero realmente los datos siguen siendo críticos, el sistema no ha mejorado ni en matrícula ni en reprobados, y mucho menos en aprendizaje”.
Además, cuestionó el que la Seduc aplique una segunda recuperación en febrero, pues -a su criterio- es un retroceso para el sistema educativo.
El investigador afirmó que se debieron fortalecer programas aplicados en gestiones pasadas, como Todos Podemos Avanzar (TPA), que permitía que los estudiantes avanzaran al siguiente grado mientras los educadores fortalecían sus conocimientos en las materias del grado anterior que reprobaron.
En la gestión del ministro Daniel Sponda, los estudiantes se someten a dos recuperaciones, en caso de no aprobar las clases en ninguna deberán repetir grado académico, aunque eso represente un impacto económico que el Estado debe asumir y genere dificultades en el desempeño académico de los educandos.