Tegucigalpa, Honduras.- Durante las últimas semanas, 3 diputados del Partido Nacional, Johana Bermúdez, Francisco López y Lissi Cano, han lanzado una serie de críticas a la ejecución presupuestaria del gobierno en 2024.
Sin embargo, las afirmaciones realizadas por estos legisladores son desmentidas categóricamente por los datos oficiales, como lo evidenció EL HERALDO Verifica en sus chequeos (1, 2, 3).
Sus declaraciones no solo carecen de sustento, sino que también parecen formar parte de una estrategia para erosionar la credibilidad del gobierno, manipulando la percepción pública con información falsa.
EL HERALDO Verifica, a continuación, explica cómo estas falsas afirmaciones afectan a la sociedad.
La realidad tras las cifras
Una de las principales afirmaciones de los diputados nacionalistas fue que el porcentaje de ejecución presupuestaria de 2024 fue inferior al 35%, sugiriendo que el gobierno no ejecutó los recursos asignados de manera eficiente.
No obstante, es falso. La Secretaría de Finanzas, al 11 de diciembre de 2024 (cuando Lissi Cano hizo la afirmación), indicó que el gobierno había ejecutado el 76.4% del presupuesto (317,589.27 millones de lempiras).
Según los expertos, este tipo de declaraciones no solo son falsas o imprecisas, sino que también buscan generar incertidumbre entre la ciudadanía.
”Decir que el porcentaje de ejecución es menor al 50% es falso, y quienes lo afirman o no han revisado los datos oficiales o, peor aún, los están manipulando deliberadamente”, expresó Stephany Pineda, verificadora de datos.
El mito descontrolado del crecimiento
Otra de las afirmaciones realizadas por los diputados del Partido Nacional, en especial por Francisco López, es que el presupuesto del gobierno se ha duplicado en comparación con el que tuvo la administración anterior a la de Xiomara Castro, lo que implicaría un aumento irresponsable del gasto público.
Sin embargo, esta declaración también es refutada por los datos oficiales.
El presupuesto de 2024 fue de 407,137.5 millones de lempiras y, el de 2021, el último que ejecutó el expresidente Juan Orlando Hernández, fue de 288,871.1 millones. Eso significa que al multiplicar por 2 el de 2021 da como resultado 577,742.2 millones, 170.6 millones más que el que tiene 2024.
La afirmación de López ignora el contexto económico actual, un problema, dicen los entendidos, grave por tratarse de un diputado.
La inversión pública: ¿realmente en declive?
Johana Bermúdez, por su parte, afirmó que el gasto en inversión pública se redujo drásticamente en 2024, sugiriendo una supuesta negligencia del gobierno en proyectos clave para el desarrollo del país.
Pero es falso. Al 12 de diciembre, la ejecución del presupuesto de la inversión pública fue del 57.5%. Ella aseguró que no se había gastado ni el 50%.
Las cifras de la Secretaría de Finanzas desmienten categóricamente la narrativa planteada por Bermúdez.
Según expertos en economía, esta estrategia de inversión es clave para estimular el crecimiento económico y generar empleo.
La estrategia detrás de la desinformación
Las declaraciones de los diputados nacionalistas no parecen ser fruto de un simple error. Más bien, se inscriben dentro de una estrategia política para desacreditar al gobierno a través de la difusión de datos falsos, advierten verificadores de noticias.
Al presentar cifras incorrectas, los legisladores buscan posicionarse como expertos en gestión pública, aunque ello implique erosionar la confianza de la ciudadanía en las instituciones y en la transparencia del manejo presupuestario.
Este tipo de prácticas, además de ser irresponsables, tienen consecuencias graves. La desinformación en temas económicos puede generar alarma innecesaria entre la población y afectar la percepción internacional sobre la estabilidad del país.
“Los políticos tienen la responsabilidad de hablar con la verdad, especialmente en temas técnicos como el presupuesto. Usar datos falsos para hacer oposición es una muestra de falta de ética y profesionalismo”, señaló Pineda.
La manipulación de cifras por parte de los diputados del Partido Nacional pone de manifiesto una estrategia política que prioriza el ataque al gobierno sobre la responsabilidad con la ciudadanía.
Las afirmaciones de Johana Bermúdez, Francisco López y Lissi Cano han sido desmentidas con datos oficiales, evidenciando que la desinformación se ha convertido en una herramienta central para la oposición.
En un contexto en el que la transparencia y la veracidad son esenciales para fortalecer la democracia, es crucial que los líderes políticos basen sus críticas en información verificable, dejando de lado la manipulación y las estrategias que buscan confundir a la ciudadanía, plantean expertos.
Por eso, añaden, la responsabilidad política no solo implica fiscalizar al gobierno, sino también hacerlo con argumentos legítimos y datos reales.