Tegucigalpa, Honduras.- Latam Chequea, la principal red de chequeadores de datos en América Latina, de la que es parte EL HERALDO, expresó su preocupación y advirtió sobre los riesgos en lucha contra la desinformación, luego de que Meta anunciara el fin de su programa de verificación de hechos en Estados Unidos y lo reemplace por notas de la comunidad.
En un comunicado conjunto, la organización destaca que, lejos de ser un mecanismo de censura, el trabajo de los chequeadores de hechos se enfoca exclusivamente en proporcionar evidencia y contexto sobre los contenidos que circulan en las redes sociales como Facebook, Instagram y WhatsApp, sin tomar decisiones sobre su eliminación.
“Nos preocupa que para argumentar su decisión, el fundador de Meta relacione al periodismo de verificación con la censura, cuando en ningún caso los chequeadores deciden qué ocurre con los contenidos”, señaló.
Su labor sigue un proceso riguroso y transparente que tiene como objetivo limitar la propagación de la desinformación, señalando si un posteo es verdadero, falso o engañoso.
Meta anunció el martes el fin del programa de verificación independiente de hechos (Third Party Fact Checking, o 3PFC), en Estados Unidos, que será reemplazado por un sistema de notas comunitarias similar al que utiliza la plataforma X (antes Twitter).
En ese sentido, Latam Chequea subrayó la falta de pruebas por parte de Meta sobre los supuestos errores en el programa de verificación y alertó sobre los riesgos de propagación de desinformación en las plataformas que lidera Meta.
Impacto del programa de verificación
El programa de verificación de hechos de Meta, implementado en 2016, ha sido clave en la lucha contra la desinformación en las redes sociales, aunque el trabajo de los verificadores no inició con este mecanismo, debido a que había organizaciones dedicadas a trabajos de chequeo desde, al menos, 2010.
Los verificadores, certificados por la Red Internacional de Chequeadores (IFCN), se encargan de analizar los contenidos sospechosos de ser falsos o engañosos.
Tras un análisis detallado, los chequeadores etiquetaban los posteos según su veracidad, pero es Meta quien decide qué hacer con la información, generalmente reduciendo la visibilidad de los contenidos cuestionados, por políticas de la plataforma o agregando contextos adicionales sin eliminar los posts a pesar que el contenido fuera falso.
Desde su implementación, el programa ha demostrado ser eficaz en reducir las creencias erróneas, especialmente mediante el uso de etiquetas en redes sociales que advertían sobre la desinformación.
Sin embargo, las críticas de Meta a este sistema señalan a un supuesto sesgo político en los chequeadores, acusación que Latam Cheque rechazó con contundencia, destacando que uno de los requisitos del programa es precisamente la certificación por parte de la IFCN, que garantiza la imparcialidad por parte de los verificadores.
“En tiempos donde diferenciar lo verdadero de lo falso se torna un desafío, esta decisión trae consigo una certeza: es verdadero que los productores de desinformación celebran esta decisión y se preparan para aprovechar esta ventana de oportunidad”, advirtió en el comunicado publicado el 8 de enero de 2024.
A continuación, el comunicado íntegro:
EL FACT-CHECKING NO ES CENSURA: ES UNA HERRAMIENTA QUE EMPODERA CIUDADANOS
Comunicado de las organizaciones que integran la red LatamChequea sobre los cambios que anunció Meta en su política de moderación de contenidos.
La compañía Meta anunció este martes el fin del programa de verificación independiente de hechos (Third Party Fact Checking, o 3PFC) en Estados Unidos, que será reemplazado por un sistema de notas comunitarias similar al que utiliza la plataforma X (ex Twitter).
Mark Zuckerberg, CEO de la empresa dueña de Facebook, Instagram, Threads y WhatsApp, dijo al momento de citar las razones de esta decisión -sin presentar evidencia- que el sistema de chequeos tenía “demasiados errores” y “demasiada censura”, y acusó a los chequeadores de estar sesgados políticamente.
Nos preocupa que para argumentar su decisión, el fundador de Meta relacione al periodismo de verificación con la censura, cuando en ningún caso los chequeadores deciden qué ocurre con los contenidos. Nuestro trabajo finaliza al señalar que se trata de posteos verdaderos, falsos o engañosos tras un riguroso proceso de verificación que sigue un método público.
Los chequeadores siempre hemos defendido la libertad de expresión y lo que buscamos es aportar evidencia, información verificada y contexto sobre lo que circula para empoderar a los usuarios en su toma de decisiones, no eliminar ni censurar contenidos.
El periodismo de verificación no empezó con el programa de Meta y hay organizaciones dedicadas a hacer este trabajo en la región desde 2010. El trabajo de los chequeadores ha sido evaluado muchas veces, mostrando que contribuye a corregir visiones erróneas sobre un tema en diferentes contextos y que ayuda a limitar la expansión de la desinformación, entre otras cosas. Incluso en el caso de las etiquetas en redes sociales, como las utilizadas por Meta, han mostrado tener un efecto positivo al reducir las creencias en la desinformación.
El programa de verificadores independientes es un sistema implementado por Meta desde 2016 para ayudar a combatir la desinformación en sus redes sociales, del que participan varios miembros de LatamChequea. En él, los periodistas chequeadores, certificados por la Red Internacional de Chequeadores (IFCN, por sus siglas en inglés), analizan los posteos potencialmente desinformantes y si la evidencia muestra que son verdaderos, falsos o engañosos, los etiquetan. Luego, es la compañía -no los chequeadores- quien decide qué hace con esta información. Según explicaron en múltiples ocasiones desde Meta, la política de la plataforma es reducir la visibilidad del contenido, añadir contexto a los posteos y alertar a quienes lo compartieron que había nueva información disponible. El contenido falso no se elimina ni deja de estar accesible.
Desde que los chequeadores comenzaron el trabajo con Meta, no hubo señalamientos de sesgos por parte de la empresa y uno de los requisitos del programa es tener la certificación de la IFCN, que incluye un análisis del contenido publicado que demuestre que no hay un sesgo político, uno de los principios básicos del periodismo de verificación. Según las propias reglas del programa, no se verifican publicaciones de políticos.
Meta tampoco presentó evidencia de errores en el trabajo de los fact checkers. Según datos que la compañía presentó ante la Unión Europea, del contenido al que se le redujo visibilidad por error, sólo el 3,15% fue por fact checking, el menor porcentaje de todas las categorías, como señaló la European Fact-Checking Standards Network (EFCSN, por sus siglas en inglés).
Decisiones como la anunciada por Meta tienden a aumentar la opacidad, y le quitan luz a una comunidad que navega en las sombras de la desinformación.
La eliminación de este tipo de programas que buscan contrarrestar el efecto de la desinformación beneficia a actores que buscan influir en la opinión pública o hacer negocios con falsedades. En tiempos donde diferenciar lo verdadero de lo falso se torna un desafío, esta decisión trae consigo una certeza: es verdadero que los productores de desinformación celebran esta decisión y se preparan para aprovechar esta ventana de oportunidad.
La desinformación puede erosionar la confianza en los sistemas democráticos, confundir a los ciudadanos, incluso llevarlos a tomar decisiones peligrosas sobre su salud, entre otras consecuencias. Los chequeadores tienen un rol fundamental, como señala la Organización de Estados Americanos (OEA): “Las agencias verificadoras que en los últimos años han crecido exponencialmente en nuestra región cumplen un rol importante en el combate a la desinformación. Mediante la verificación del discurso público, ofrecen un servicio que puede ayudar a los ciudadanos a navegar un debate público complejo y -en ocasiones- contaminado de información falsa”.
El periodismo de verificación ha sido vital en momentos como la pandemia, las elecciones y los estallidos sociales, y es una de las muchas estrategias que necesitamos para contrarrestar la desinformación. Este tipo de medidas y acusaciones sin evidencias perjudican el ecosistema informativo.
Es fundamental que gobiernos, organizaciones internacionales y plataformas como Meta trabajen de manera conjunta para garantizar la transparencia en las políticas de moderación de contenido y reforzar la regulación del entorno digital. Solo así podremos proteger los derechos humanos y asegurar un equilibrio entre la libertad de expresión y la integridad informativa.
La red de chequeadores latinoamericanos LatamChequea reafirma el compromiso con la evidencia, los datos y el acceso a información para los ciudadanos. Continuaremos trabajando con altos estándares periodísticos para combatir la desinformación, promoviendo el debate público informado y fortaleciendo alianzas internacionales que defiendan la transparencia en el entorno digital.
LatamChequea es la red latinoamericana de chequeadores, que reúne a 47 organizaciones de 21 países.