Tegucigalpa, Honduras.- La Navidad es una época de tradiciones familiares, luces, regalos, sabores y, para los cristianos, una celebración del nacimiento de Jesús.
Sin embargo, muchas de las ideas que giran en torno a esta festividad provienen de mitos, malentendidos históricos y hasta estrategias comerciales.
Con el auge de internet y las redes sociales, estas creencias han sido perpetuadas, incluso sin una base histórica o bíblica.
Desde la fecha exacta del nacimiento de Jesús hasta el origen de Santa Claus, EL HERALDO Verifica examina los mitos más comunes de la Navidad y cómo estos han evolucionado en el tiempo.
¿Jesús nació el 25 de diciembre?
Uno de los mayores mitos de la Navidad es la fecha del nacimiento de Jesús. La Biblia no menciona el 25 de diciembre como su fecha de nacimiento, ni ofrece un dato específico.
Según historiadores, es poco probable que Jesús haya nacido en invierno, ya que el Evangelio de Lucas menciona pastores cuidando a sus ovejas al aire libre, lo cual era más común en primavera o verano.
La elección del 25 de diciembre como fecha de la Navidad surgió en el siglo IV, cuando el emperador Constantino adoptó el cristianismo como religión oficial del Imperio Romano.
Este día coincidía con las celebraciones del “Sol Invictus” y el solsticio de invierno, por lo que la Iglesia lo utilizó para facilitar la conversión de los paganos al cristianismo.
¿Santa Claus viene del Polo Norte?
La figura de Santa Claus tiene orígenes mucho más complejos de lo que imaginamos. Está basada en San Nicolás de Mira, un obispo cristiano del siglo IV conocido por su generosidad, especialmente hacia los niños y los pobres.
San Nicolás vivió en lo que hoy es Turquía, muy lejos del Polo Norte.
La imagen moderna de Santa Claus como un hombre con barba blanca, traje rojo y gorro puntiagudo se consolidó en el siglo XIX, principalmente gracias a los poemas navideños como “A Visit from St. Nicholas” (La noche antes de Navidad) y los anuncios publicitarios de empresas como Coca-Cola en el siglo XX.
El Polo Norte fue añadido más tarde como su “residencia” para reforzar el carácter mágico de esta figura.
¿El árbol de Navidad tiene raíces cristianas?
Aunque el árbol de Navidad es uno de los símbolos más reconocidos de la festividad, su origen no es cristiano. Proviene de antiguas tradiciones de Europa.
Los pueblos germánicos decoraban árboles en invierno como símbolo de vida y esperanza durante los días más oscuros del año.
Con la llegada del cristianismo a estas regiones, estas tradiciones se adaptaron y se les dio un significado religioso, convirtiéndose en una costumbre navideña popular en Alemania en el siglo XVI.
Posteriormente, el árbol fue adoptado por el resto del mundo.
¿Los Reyes Magos eran tres y llegaron al nacimiento de Jesús?
El relato de los Reyes Magos es otro de los mitos más difundidos de la Navidad. Aunque la tradición popular habla de tres reyes llamados Melchor, Gaspar y Baltasar, la Biblia nunca especifica ni sus nombres, ni su cantidad, ni que fueran reyes. Solo se refiere a ellos como “sabios de Oriente”.
La idea de que eran tres proviene de los tres regalos mencionados en el Evangelio de Mateo: oro, incienso y mirra.
Sin embargo, los estudiosos sugieren que pudieron haber sido más. Además, no llegaron al momento del nacimiento, sino tiempo después, cuando Jesús ya era un niño pequeño.
¿Los villancicos son una tradición puramente navideña?
Hoy asociamos los villancicos con la Navidad, pero originalmente no tenían relación con esta festividad.
Los villancicos surgieron en la Edad Media como canciones populares que hablaban de diversos temas, desde historias cotidianas hasta temas religiosos.
Fue mucho después cuando se vincularon específicamente con la Navidad, gracias a la Iglesia, que utilizó estas melodías para enseñar el mensaje cristiano a una población mayoritariamente analfabeta.
La Navidad, como la conocemos hoy, es una mezcla de tradiciones religiosas y comerciales que han evolucionado con el tiempo.
Muchos de los elementos que forman parte de nuestras celebraciones tienen orígenes históricos sorprendentes o han sido moldeados por las necesidades de cada época.
Entender los mitos que rodean esta festividad no resta valor a su celebración, sino que nos permite apreciarla desde una perspectiva más informada y enriquecedora.