TEGUCIGALPA, HONDURAS.-La representación de las mujeres en el
Congreso Nacional seguirá siendo mínima en comparación con los hombres que ocuparán un curul para el período 2022-2026.
Apenas una cuarta parte de los parlamentarios son mujeres y la cifra puede ir en descenso si la actualización que realiza diariamente el Consejo Nacional Electoral (CNE), aplicando el cociente electoral, sigue como hasta ahora.
El panorama es desalentador al hablar de paridad, ya que de los 128 parlamentarios que suman más votos mediante cociente, tras las elecciones del 28 de noviembre, 94 son hombres, contrario a las 34 mujeres que sobresalen en la lista preliminar de ganadoras.
Es decir que, por cada ganador, siete son del sexo masculino y tres féminas.
Estos resultados ya se avizoraban desde las elecciones primarias, especialmente porque en el 54% de las planillas de aspirantes a una diputación en las generales aparecían hombres como candidatos. La cifra muestra una diferencia de cuatro por ciento con respecto a las planillas de mujeres gracias a que los partidos independientes y movimientos que no participaron en las internas estaban obligados a respetar la paridad y alternancia (hombre-mujer o mujer- hombre).
Por ejemplo, después de las elecciones generales del 26 de noviembre de 2017 el Congreso Nacional fue integrado por 27 mujeres y 101 hombres, pero tras la contienda del domingo anterior todo apunta a que en el hemiciclo se tendrá a siete diputadas más, es decir 34, o el equivalente a 35% más de representación femenina que hace cuatro años.
Se trata de datos preliminares, ya que el CNE todavía no termina el escrutinio de todas las actas en los tres niveles electivos, lo que significa que los candidatos que se perfilan como ganadores pueden cambiar, al menos al aplicar la cantidad de votos con el cociente electoral y, especialmente, si revisan las actas que hasta la fecha presentan inconsistencias.
¿Por qué? La respuesta es sencilla, ambos puntos geográficos acumulan 43 sillas del Legislativo, un tercio de las 128 en total. Son los departamentos que más diputaciones tienen, según la normativa, por lo tanto, al observar los números de las personas electas también figura entre los lugares con mayor representación femenina.
Solo en Cortés y Francisco Morazán se contabilizan a casi la mitad de las 34 féminas que gobernarán en el hemiciclo. Son 16, para ser exactos, nueve de ellas pertenecientes al departamento político del país y siete del norte de Honduras. Estas cifras contrastan con los 14 hombres que están resultando electos en el primer departamento y 13 del segundo.
Apenas una cuarta parte de los parlamentarios son mujeres y la cifra puede ir en descenso si la actualización que realiza diariamente el Consejo Nacional Electoral (CNE), aplicando el cociente electoral, sigue como hasta ahora.
El panorama es desalentador al hablar de paridad, ya que de los 128 parlamentarios que suman más votos mediante cociente, tras las elecciones del 28 de noviembre, 94 son hombres, contrario a las 34 mujeres que sobresalen en la lista preliminar de ganadoras.
Es decir que, por cada ganador, siete son del sexo masculino y tres féminas.
Estos resultados ya se avizoraban desde las elecciones primarias, especialmente porque en el 54% de las planillas de aspirantes a una diputación en las generales aparecían hombres como candidatos. La cifra muestra una diferencia de cuatro por ciento con respecto a las planillas de mujeres gracias a que los partidos independientes y movimientos que no participaron en las internas estaban obligados a respetar la paridad y alternancia (hombre-mujer o mujer- hombre).
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Es otras palabras, esto significa que más hondureños fueron electos en las internas, lo que la actual diputada por el Partido Innovación y Unidad Social Demócrata (Pinu), Doris Gutiérrez, acreditó al “machismo” y “desigualdad”.
“Podemos tener mucha capacidad, mucha experiencia, pero si no se tiene el tema económico para invertir cantidades millonarias en esas campañas las posibilidades para las mujeres son menores”, argumentó.
Partidos
Se trata de un patrón que se repite en cada periodo electoral, aunque a veces es más bajo y otras el número de mujeres que ganan un cargo de elección popular es superior, pero nunca igual al de los hombres.Por ejemplo, después de las elecciones generales del 26 de noviembre de 2017 el Congreso Nacional fue integrado por 27 mujeres y 101 hombres, pero tras la contienda del domingo anterior todo apunta a que en el hemiciclo se tendrá a siete diputadas más, es decir 34, o el equivalente a 35% más de representación femenina que hace cuatro años.
Se trata de datos preliminares, ya que el CNE todavía no termina el escrutinio de todas las actas en los tres niveles electivos, lo que significa que los candidatos que se perfilan como ganadores pueden cambiar, al menos al aplicar la cantidad de votos con el cociente electoral y, especialmente, si revisan las actas que hasta la fecha presentan inconsistencias.
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Según Gutiérrez, quien tras la toma de posesión de Xiomara Castro fungirá como designada presidencial, la cifra de representación femenina y masculina en el Congreso Nacional sería igualitaria (64 mujeres y 64 hombres) si en el país se aplicara la llamada cuota preferencial.
¿A qué se refiere?, se preguntarán. Es cuando se elige a la mitad de los diputados más votados del sexo masculino y la otra mitad con más votos del sexo femenino, así el Legislativo es gobernado en condiciones igualitarias, al menos al hablar de representación de hombres y mujeres.
De acuerdo con Gutiérrez, esto también contribuiría en los partidos, que actualmente desde sus bancadas son controlados por hombres. En este Congreso tampoco será la excepción: solo el Partido Nacional, que suma 41 diputaciones, el 24% corresponde a mujeres (una de cada cuatro).
En total son 10 las posibles diputadas, pero el dato puede disminuir debido al repentino aumento de votos del candidato Ebal Díaz, cuyas actas deben ser revisadas porque presentan indicios de alteraciones, según el CNE. De no ser así, una aspirante de su partido podría salir, dejando a 33 mujeres diputadas frente a 95 hombres.
En el Partido Libertad y Refundación (Libre), que en esta contienda está sorprendiendo en superar a los nacionalistas en cantidad de parlamentarios, suma 49 ganadores, de los cuales solo 12 son féminas (un cuarto son mujeres).
En el Liberal se contabilizan 24 congresistas electos, de los cuales 18 son hombres y apenas seis mujeres.
Estos números son iguales en las seis instituciones políticas que controlarán el Legislativo, pero en el Partido Salvador de Honduras la diferencia entre representantes masculinos y femeninos es menor. De los 12 candidatos, Fátima Mena, Suyapa Figueroa, Iroshka Elvir, Ligia Ramos y Maribel Espinoza figuran como parte de las ganadoras, según datos preliminares del CNE.
Además, el Partido Anticorrupción también suma un caso más al hablar de representación femenina en el Legislativo, con el triunfo de Karen Martínez Barahona, quien podría ocupar un curul en el Congreso en representación del departamento de Cortés.
El único ganador del Partido Demócrata Cristiana es el periodista Carlos Raudales de Francisco Morazán.
Departamentos
Francisco Morazán y Cortés son los departamentos donde las mujeres tienen más posibilidades -pero no condiciones- para ganar una diputación.¿Por qué? La respuesta es sencilla, ambos puntos geográficos acumulan 43 sillas del Legislativo, un tercio de las 128 en total. Son los departamentos que más diputaciones tienen, según la normativa, por lo tanto, al observar los números de las personas electas también figura entre los lugares con mayor representación femenina.
Solo en Cortés y Francisco Morazán se contabilizan a casi la mitad de las 34 féminas que gobernarán en el hemiciclo. Son 16, para ser exactos, nueve de ellas pertenecientes al departamento político del país y siete del norte de Honduras. Estas cifras contrastan con los 14 hombres que están resultando electos en el primer departamento y 13 del segundo.
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En Atlántida se eligen a ocho diputados, pero entre los más votados figuran cinco hombres y tres mujeres; en Yoro son nueve parlamentarios y, al igual que en Atlántida, tres féminas (Melbi Concepción Murillo, Elvia Urbina y Maribel Espinoza) ocuparán un curul en el Congreso y el resto será distribuido entre candidatos del sexo masculino.
En los departamentos de Choluteca, El Paraíso, Islas de la Bahía y Valle ocurre un caso bastante peculiar: todos los candidatos favorecidos son hombres, ninguna mujer repunta dentro de las diputaciones, contrario a lo que ocurre en Gracias a Dios, que su única diputación será representada por la candidata liberal Erika Corina Urtecho Echeverría.
