6 minutos mortales: avión pasó control aéreo, despegó y cayó al mar en Roatán

Cuando la aeronave se comenzaba a elevar, uno de los motores falló y cayó en picada al mar, según pesquisas iniciales. Aeronáutica atribuye la catástrofe de forma inicial a una falla mecánica

  • 18 de marzo de 2025 a las 17:57
6 minutos mortales: avión pasó control aéreo, despegó y cayó al mar en Roatán

Tegucigalpa, Honduras.- A las 6:24 de la tarde del lunes 17 de marzo de 2025, el avión Jetstream 32, matrícula HR-AYW, inició la operación de despegue, saliendo de la plataforma del aeropuerto Juan Manuel Gálvez, de Roatán, Islas de la Bahía, con destino a la terminal de Guillermo Anderson, en La Ceiba, Atlántida.

Todo parecía estar bien: el viento, la visibilidad y hasta el sistema operativo de la aeronave. Con estos indicadores bajo control, a las 6:28 PM los controladores aéreo de la torre de control le autorizaron la salida por la pista 07, de oeste a este, despegando a las 6:29 de la tarde.

Un minuto más tarde, es decir, a las 6:30 PM, el fuselaje del avión de la empresa Línea Aérea Nacional de Honduras (Lanhsa) se desintegraba en las cálidas aguas del Océano Atlántico, causando la muerte de 12 personas y dejando a cinco heridas, que luchan por sobrevivir y superar el trauma de ese aterrador momento.

Así lo describió a EL HERALDO Plus el subdirector de la Agencia Hondureña de Aeronáutica Civil (AHAC), Jorge Corrales, quien trabajaba de cerca este martes con los equipos a cargo de la investigación del siniestro.

Las autoridades consultadas por este medio coinciden en que la catástrofe aérea fue a causa de fallas mecánicas, tomando fuerza la teoría sobre que uno de los dos motores falló en pleno proceso de despegue, provocando que el avión cayera en picada.

Todo fue cuestión de minutos. La frase “mayda, mayday, mayda” no se escuchó en los parlantes de la torre de control, y los únicos que atestiguaron cómo la pequeña aeronave con capacidad para 19 pasajeros se iba a pique fueron unos pescadores que faenaban en la zona y lograron salvar varios de los pasajeros.

La aeronave posiblemente presentó fallas en uno de sus motores, según las versiones iniciales, aunque en un mes se entregará un reporte preliminar.

La pista de la terminal aérea de Roatán está prácticamente a la orilla del mar, lo que provocó que el avión acuatizara, es decir, que cayera en picada y se fuera a unos 190 pies de profundidad, es decir, unos 60 metros.

“La torre -de control- no tuvo contacto con la aeronave antes de impactar, no tuvo tiempo la tripulación de hacer eso, fue muy corto el tiempo”, detalló Corrales, mientras seguía en la reunión para establecer las causas.

La aeronave despegó y, casi de inmediato, viró a la derecha, aterrizando en el mar.

Falla de motor

Franklin Borjas, comandante de la subestación del Cuerpo de Bomberos, en Santos Guardiola, describió que la aeronave solo tuvo un ascenso que duró entre uno a dos minutos. En el aire viró a la derecha, debido a que falló probablemente el motor de ese lado, cayendo en picada al mar.

Borjas explicó que manejan esta tesis inicial a raíz del testimonio proporcionado a las autoridades por parte de los pescadores que presenciaron la tragedia y que se convirtieron en héroes al rescatar a cinco personas con vida.

Estimó que la aeronave cayó a unos 100 metros de distancia de la pista, posiblemente no haya superado los 100 metros de altura, porque en tierra los motores funcionaban bien, pero al despegar uno de ellos falló.

Durante el reconocimiento del área, los buzos de rescate encontraron la aeronave con el tren de aterrizaje hacia arriba, mientras el fuselaje quedó en varios segmentos, la cabina desprendida y los asientos flotaban en el mar, describió el rescatista.

Esta versión es similar a las declaraciones proporcionadas por el director de la AHAC, Gerardo Gabriel Rivera Guifarro, quien describió que hasta el martes se había establecido que la aeronave logró despegar, pero sufrió un desperfecto mecánico en el aire, porque giró y cayó en el mar, acuatizando. Sin embargo, la comisión de accidentes determinará las causas.

El director de Aeronáutica Civil, Gerardo Rivera, y el subdirector Jorge Corrales afirmaron que la empresa Lanhsa y el avión accidentado habían pasado todas las inspecciones.

Descartó las condiciones de la pista como motivo, pues está en perfecto estado. El problema “más que todo creo que tuvo que haber sido mecánico”, estableció.

Desde la torre de control giraron las indicaciones a los pilotos para maniobrar, brindaron las condiciones del viento, la temperatura y todo iba saliendo muy bien, hasta las 6:29 de la tarde. Un minuto después, el avión ya estaba en mar.

Investigación

Desde temprano, las autoridades de la AHAC nombraron un equipo del Departamento de Investigación de Accidentes e Incidentes para establecer si la aeronave de la empresa Lanhsa y los pilotos estaban certificados para volar.

En redes sociales circuló que los accidentes de los aviones de esta empresa han sido frecuentes en los últimos años, debido a la falta de un estricto cumplimiento a las normativas de seguridad y mantenimiento,

Sin embargo, el director de la AHAC sostuvo que la empresa Lanhsa tiene todas las vigilancias al día, ya que los equipos técnicos de La Ceiba, Atlántida y de San Pedro Sula, Cortés, realizaron la vigilancia de la aeronave y cumplió.

Donde hubo ciertas discrepancias fue en el papeleo, que se subsanó prácticamente en el momento, pero en la parte mecánica no se encontraron deficiencias, aseguró el director de Aeronáutica.

La aeronave se certificó en diciembre de 2024, luego en enero se le hizo una vigilancia, la otra se efectuó en febrero y para este mes tenían previsto realizar otra vigilancia en rampa.

“Hasta el momento nosotros aseguramos al pueblo, a la sociedad y al que está interesado, que la aerolínea estaba con sus vigilancias y sus documentación al día”, destacó el funcionario.

El piloto Luis Araya también estaba al día con sus documentos y sus licencias. El profesional tenía vasta experiencia, con 16,993 horas de vuelos y había llegado desde Nicaragua a trabajar en Honduras, dijo una fuente de la AHAC.

Sin embargo, un amigo del piloto señaló este había externado falta de mantenimiento del eqipo. “Él estaba muy preocupado por las condiciones de la aerolínea aérea Lanhsa. En algunas condiciones, él se negaba a volar. Estos aviones no tenían el debido mantenimiento”, declaró el abogado Fausto Molina.

Si bien el piloto Luis Araya y el copiloto, Francisco Lagos, estaban certificados, testimonios de familiares y amigos aseguran que se quejaban de la falta de mantenimiento de las aeronaves.

Según Molina, Araya informó a familiares que el avión había presentado desperfectos en el sistema hidráulico antes de salir de Puerto Lempira, Gracias Dios, a Roatán, Islas de la Bahía, pero que se hicieron pruebas y funcionó.

Mientras que el copiloto Francisco Lagos también estaba con sus licencias al día, pero tampoco se descarta que sean incluidos dentro de la investigación.

La investigación también incluirán los talleres de la empresa Lanhsa para verificar las bitácoras de vuelo y otros documentos que aporte para establecer las causas del hecho.

El equipo del Departamento de Investigación de Accidentes e Incidentes fue desplazado desde la mañana de este martes 18 de marzo a primera hora al lugar de los hechos.

De acuerdo a la Ley de Aeronáutica, los expertos tienen 30 días para dar un informe preliminar de lo que pasó y un año para elaborar un informe final, estableció el director de la AHAC.

Antigüedad del avión

Los registros analizados por la AHAC establecen que la aeronave Jetstream 32 fue fabricada por una compañía canadiense en 1989, es decir, hace 36 años.

De acuerdo al director de la AHAC, el país no tiene establecido un límite de años de antigüedad debe tener una aeronave para operar, con que esté mecánicamente operable puede volar, y por eso se hacen las inspecciones mecánicas cada mes o cada dos meses cuando falta personal.

“Hay aeronaves que tienen más años que todavía están volando y no han tenido ningún problema, aquí entra el Departamento de Accidente e Incidentes que son los que realizan la investigación in situ”, defendió.

Como este tipo de aeronaves no tiene caja negra, es importante analizar cada una de las piezas que quedaron en el sitio de accidente, como el fuselaje, ubicado a 190 pies en lo profundo del mar, para que los especialistas establezcan qué pasó en su informe final, dijo Rivera Guifarro.

En 30 días, el Departamento de Investigación de Accidentes e Incidentes de la AHAC deben establecer las causas preliminares.

Según el jefe del Departamento Legal de la AHAC, Leonardo Soto, la empresa Lanhsa tiene sus seguros vigentes hasta noviembre de 2025 y en este caso los afectados deben reclamar a los responsables.

Precisó que la aerolínea Lanhsa estaba habilitada para operar con la aeronave que se accidentó, ya que el permiso de explotación tenía vigencia hasta el mes de enero de 2026.

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Yony Bustillo
Yony Bustillo
Periodista

Periodista de investigación graduado en la UNAH. Con formación nacional e internacional en transparencia, acceso a la información pública, autorregulación de los medios, periodismo de investigación y de datos.

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