Descontrolada la explotación laboral infantil: “En un día hacemos 500 o 600 lempiras, el sol es fuerte pero ya me acostumbré”

Niños trabajando por cuenta propia o pidiendo dinero que entregan a un adulto. La Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus evidenció la explotación infantil laboral en las calles o negocios del país, donde los contratan para pagarles un par de lempiras

María, una pequeña niña de once años realiza un acto callejero en uno de los semáforos del bulevar Morazán

mié 13 de septiembre de 2023 a las 0:0

7:43 min. de lectura

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Descalza, espalda al sol, con los pies en los hombros de un hombre que está de pie, así comienza el acto de malabarismo de María, una pequeña de once años originaria de la colonia Suyapa, en la capital, que pasa sus días en un semáforo del bulevar Morazán.

La niña tiene la piel tostada producto de las asoleadas diarias, anda una gorra que resulta insuficiente par las condiciones climatológicas, su pelo es negro trenzado, casi del mismo color de su piel marchita.

$!A pesar del potente sol, María camina sobre el pavimento para iniciar su espectáculo que le sirve para ganar un poco de dinero. El joven que la sostiene se presentó como su hermano.

Su acto comienza cuando el semáforo cambia de verde a rojo, ese es el momento preciso para que la niña se pare en medio de la calle frente a la hilera de carros junto a un hombre; él la sube en sus hombres con suma facilidad, ella posa sus pies sobre él, recibe una pelota de baloncesto y comienza a lanzarlas al cielo, mostrando el equilibrio y astucia que posee para el malabarismo.

Para sus múltiples actos, porta un palo con listones en las orillas que mueve como si se tratara de una palillona aérea. En su presentación ubica un palo más pequeño en su boca y en la punta pone el balón para que rote con una precisión que no permite que caiga al suelo.

La faena es corta, el semáforo cambia rápido, por lo que debe de bajar con agilidad, caminar entre los carros, asomando su cara por los vidrios para ver quién de los espectadores está dispuesto a regalarle un par de lempiras como gratificación a su corto espectáculo.

$!Esta pequeña niña realiza labores uno de los puestos del mercado; desde pequeños sus padres los orientan a trabajar.

Segundos después vuelve a la mediana a esperar nuevamente el cambio de luces. Un bote con agua es lo que tiene a su mano para aplacar el calor. El acto lo repite una y otra vez, pues su misión es recolectar la mayor cantidad de dinero posible para posteriormente repartirlo con el hombre que trabaja -dijo ser su hermano mayor-, quien la trata como una socia.

El acto de María es único, aunque no es la única niña en la zona, pues en medio de los carros hay al menos seis niños de entre 7 a 10 años limpiando los vidrios de los carros con agua para obtener algo de dinero; algunos apenas alcanzan los vidrios frontales, por lo que tienen que poner sus pies en las llantas.

$!En el poco tiempo que dura el cambio de luz en el semáforo, María deber realizar su acto y posteriormente pedir dinero a los conductores de vehículos.

Los niños trabajan por cuenta propia o para terceros, pues el poco dinero que recolectan lo entregan de forma inmediata.

La Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus se acercó a platicar con los niños que son explotados en semáforos, sus interacciones son cortas pues siempre, siempre, hay un adulto con un celular en la mano que de mala manera consulta por qué se está hablando con los niños y les pide a ellos no continuar respondiendo a las preguntas.

Abuso infantil

“Estudio en primer curso ahí en Suyapa. En un día podemos hacer hasta 500 o 600 lempiras, el sol es fuerte pero ya me acostumbré, me quito los zapatos porque es más fácil mantener el equilibrio”, dijo María a la Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus.

$!En este pequeño puesto callejero pasa sus días este niño acompañando a su papá.

A la plática se sumó el hombre con el que realiza el acto. “Somos hermanos, yo tengo 20 años, venimos para ganar dinero, practicamos y las personas nos apoyan”, contó.

María comentó que no utiliza bloqueador solar y que no tiene hora de entrada ni salida en su show, que es agotador, pero prefiere el sol a la lluvia, pues con la segunda simplemente no puede trabajar.

$!Un balón de basketball y un palo con dos listones en los extremos son lo que manipula con astucia la pequeña María en los semáforos

La niña no quiso profundizar sobre su hogar o estudios. Con la excusa de continuar trabajando se retiró a su labor con el cambio de semáforo.

En Honduras no existe el dato sobre la cantidad de menores en condición de calle y explotación infantil, organizaciones apuntan a que serían entre 14 mil y 16 mil niños. La cifra exacta, por lo menos en Tegucigalpa, se sabrá hasta que Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) le entreguen un informe que pagó hace seis meses y que aún no recibe.

$!Con un rotulo en sus manos este pequeño solicita apoyo para obtener dinero

Otros que prometieron levantar un diagnóstico a corto plazo fue la Dirección de la Niñez, Adolescencia y Familia (Dinaf), pues sería el punto de partida para comenzar acciones a un corto plaza en favor de la niñez.

Los datos más recientes son sobre trabajo infantil. La Encuesta de Hogares del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), publicada en 2022, dice que en el país hay 2,493,468 menores entre 5-17 años, pero de esta cifra el 7.5% no estudia porque se dedica a trabajar, mientras que el 5.5% estudia y trabaja.

Además, el 44.7% de los niños y niñas de 5 a 17 años que laboran son trabajadores no remunerados, el 31.8% es del sector privado, el 4.6% trabaja por cuenta propia y el 3.3% son empleados domésticos.

“La mayoría de población con edades de 5 a 9 años solo estudia (88.9%), porcentaje que aumentó con respecto a la última EPHPM (Encuesta Permanente de Hogares de Propósitos Múltiples) realizada en octubre de 2021. Se observa también que a medida va subiendo la edad, el porcentaje de niños que solo estudian disminuye y en las demás categorías aumenta, notándose una alza significativa de los niños que solo trabajan en el rango de edades de 15 a 17 años”, detalla la encuesta.

Además, menciona algo que este mismo equipo ha evidenciado: los niños no son bien remunerados. El ingreso para los que estudian y trabajan es de 2,155 lempiras, mientras que los que solo trabajan reciben 2,824 mensuales.

“De este grupo cabe destacar que las niñas reciben en promedio 1,744 lempiras y los niños casi el doble: 3,113 lempiras”, continúan el documento.

Incluso, afirma que el promedio de estudio de los niños que trabajan es bastante bajo, apenas 4.5 años. La cifra es menor cuando los niños que trabajan son el área rural (4.2 años) y aumenta en el área urbana (4.8 años).

Los mantienen vigilados

Los niños siguen en los semáforos, calles o trabajando en negocios que apenas les dan un par de lempiras por ocho horas -o más-. El equipo de EL HERALDO Plus dialogó dos niños más, dos hermanos: Josué de ocho años y Marcos de nueve años, quienes se dedican a pedir dinero a cambio de limpiar los vidrios con un poco de agua.

$!Josué y su hermano Marcos pasan los días en medio de vehículos limpiando los vidrios frontales con la esperanza que los conductores les briden dinero

Los niños se acercaron al periodista al ver que María y el hombre accedieron a platicar. Dijeron que también eran de la colonia Suyapa y que estaban en la escuela, aunque por los horarios que tenían en el trabajo no podían asistir todos los días.

A la platica se metió una mujer de piel trigueña, de unos 30 a 40 años, quien vestía unas leggins, camiseta, tenis y en su mano portaba un celular.

$!Entre vendedores callejeros, Marcos realiza su labor diaria de limpiar vidrios

Con poca educación, preguntó al equipo qué intenciones tenía y solicitó a los niños, como si fuera su madre, que no respondieran ninguna interrogante.

“No me la vaya tomar fotos a estos niños, no tienen derecho, además no sabemos qué es lo que quieren, mejor váyanse de acá”, mencionó en tono amenazante, mientras iniciaba a llamar a alguna persona.

Se le explicó que era para un especial del Día del Niño, pero su actitud no cambiaba. Minutos después apareció otra mujer que aseguró ser la mamá de los niños, los agarró de la mano y apartó molesta.

$!En la zona de los semáforos la presencia de niños trabajando es preocupante

Ante la pésima actitud y la llegada de más personas extrañas, se optó por despedirse de María y el hombre, dándoles gracias por permitir tomarles fotografías. Las mujeres, en cambio, quedaron alegando por la labor periodística, cuidando a sus “gallinitas de los huevos de oro”.

De acuerdo con Jorge Valladares, director de Futuros Brillantes Visión Mundial, en Honduras hay rutas completas donde los niños son obligados a mendigar, mientras un tercero recoge el dinero.

“En muchos de esos casos, quienes se ven beneficiados de la recolección de dinero o dádivas no son familiares, sino que son rentados a familiares por redes del crimen organizado”, comentó, al decir que esto es trata de niños.

En diálogo con EL HERALDO Plus, el experto dijo que una de las rutas es del centro de Tegucigalpa hacia la colonia Kennedy, donde en un mercado están las personas que recolectan el dinero al final de la jornada.

“El Ministerio Público hace algunos años hizo esa investigación y ese solo es uno de los diferentes puntos, donde se demuestra que detrás de la mendicidad existen redes de crimen organizado”, señaló.

Cuestionó que estos casos están también vinculados con trabajo forzado, explotación sexual, tráfico de drogas y consumo de drogas. “Debe haber una intervención”, sugirió, al mencionar que son cientos de niños los que están sometidos a este tipo de situaciones.

Conociendo este panorama, este equipo continúo el recorrido en todo el bulevar Morazán, la zona del estadio Chelato Uclés, Parque Central y zona de los mercados.

En todos los lugares se observa la misma escena: decenas de niños trabajando en la calle en horarios en los que deben estar en clases, explotados por adultos para ofrecer un producto o pedir dinero sin importar que el sol les quema el lomo como un látigo.

En los mercados llama la atención ver a un cipote montado en un camión descargando miles de bloques de concreto para construcción que eran llevados para una bodega.

El muchacho -apenado- accedió a que se le tomarán fotografías, se miraba cansado descargando él solo los bloques, pero no le prestó mucha atención, terminar su trabajo era lo que mas le interesaba.

$!Descargar un camión de ladrillos es lo que le toca realizar a este muchachito. El menor fue abordado por el equipo de EL HERALDO Plus cuando trabajaba a cambio de un par de lempiras.

Sin mascarilla para el polvo o cinturón de postura, el muchacho agarraba los pesados bloques como juguetes. No respondió si estudiaba o no, aunque no le molestaron las fotografías.

En los mercados la situación de los niños no es pedir, ahí llegan a trabajar, ya sea con sus padres o como empleados de dueños de puestos que les resulta más barato a la hora de realizar los pagos.

Jalar bultos, vender, pregonar productor, hacer mandados, lavar, acomodar, limpiar, son algunas de las acciones que realizan los niños y niñas que trabajan en Honduras.

La tarde comienza a caer para darle paso a la noche, algunos niños inician su desfile a casa, otros solo cambian los semáforos por una gasolinera o la parte frontal de una disco, obligados a pedir pasan sus días explotados por adultos.

Notas Relacionadas