GRACIAS A DIOS, HONDURAS.- El municipio de Brus Laguna, en el departamento de Gracias a Dios, es el punto que prefieren los carteles para recibir las avionetas cargadas de droga, según un análisis de las operaciones de destrucción de narcopistas realizadas por los militares en los últimos diez años.
La Secretaría de Defensa fue obligada, mediante la Ley de Transparencia y de Acceso a la Información Pública, a proporcionar a EL HERALDO las coordenadas de las operaciones de destrucción de pistas clandestinas ejecutadas entre 2012 y 2021.
Los datos proporcionados registran 364 operaciones de inhabilitación de lugares de aterrizajes durante la última década, no obstante, según la verificación de las coordenadas, 19 acciones se localizaron fuera del territorio nacional por lo que no se contabilizaron. Solo 345 puntos de referencia se ubican dentro de suelo hondureño.
De acuerdo con un alto oficial militar retirado, cada vez que una coordenada se repite en los registros de las Fuerzas Armadas significa una destrucción de la misma pista.
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El mapeo realizado por la Unidad de Datos de EL HERALDO Plus muestra que estas acciones de destrucción se centraron principalmente en el municipio de Brus Laguna y cómo una pista destruida ocho veces refleja que esta medida no tiene mayor impacto en el combate de las drogas.
Los mismos militares saben que en la lucha antinarcóticos la estrategia de agujerear estos sitios de aterrizajes ilegales no funciona, ya que a los pocos días los carteles nuevamente los habilitan.
Aprovechando la pobreza de la zona, los narcotraficantes reclutan fácilmente a operarios y otros utilizan hasta tractores para la rehabilitación.
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Reconstrucción
La pista ubicada en las coordenadas N15°38’15.0” W84°28’51.2” y localizada en Brus Laguna aparece destruida ocho veces en el año 2018, según los registros a los que tuvo acceso la Unidad de Datos de EL HERALDO Plus. Asimismo, la pista identificada en el punto de referencia N15°38’12.2” W84°28’28.8”, también en Brus Laguna, fue explosionada cuatro veces en 2018.
Las Fuerzas Armadas también destruyeron otras dos pistas clandestinas localizadas en Brus Laguna, una en las coordenadas N15°36’25” W84°34’26 -destruida tres veces en 2019- y la otra situada en las coordenadas N15°38’13.7” W84°29’38.8” (se destruyó una vez en 2017 y dos en 2018).
En este mismo municipio aparecen otras 41 pistas destruidas dos veces. Por otro lado, en el municipio de Ahuas, también en Gracias a Dios, cuatro narcopistas -una de ellas situada en las coordenadas N15°46’57.5” W84°16’06.6” cerca de Barra Patuca- fueron destruidas también dos veces cada una.
Una narcopista en Puerto Lempira y otra en Tela, Atlántida, también aparecen como inhabilitadas en dos ocasiones.
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Saturación
Brus Laguna, Ahuas, Juan Francisco Bulnes, Puerto Lempira y Wampusirpi son los municipios de Gracias a Dios donde se ejecutó más destrucción de pistas usadas por el narcotráfico.
Acciones de esta naturaleza también se realizaron en San Esteban, Dulce Nombre de Culmí, Catacamas, Juticalpa y Gualaco, municipios de Olancho.
En el departamento de Colón se destruyeron pistas clandestinas en Iriona y Limones. También hay reportes en Olanchito, Yoro.
En el mapeo realizado por la Unidad de Datos de EL HERALDO aparece la destrucción de narcopistas en Tela, Atlántida y en Puerto Cortés.
Dos oficiales militares retirados que operaron en La Mosquitia, y que hablaron con este medio bajo condición de anonimato, coincidieron en que Brus Laguna es preferida por los narcos por su geografía plana y sus llanuras, mientras que los otros municipios de Gracias a Dios son pantanos y montañas.
Otro sector preferido por los traficantes de droga es la Laguna de Ibans, en el municipio de Juan Francisco Bulnes, Gracias a Dios, así como ciertos puntos de Ahuas, explicaron.
Sus datos coinciden con las operaciones de destrucción de pistas que se han registrado en estos lugares.
Además, precisaron que en Brus Laguna y Juan Francisco Bulnes hay más actividad del narcotráfico porque ahí operan unos 15 grupos muy fuertes, entre ellos el cartel de Los Paisanos, el de Óscar Everest Aragón y la banda de Fredy Ávila Ramos, quien ya murió, pero sus seguidores siguen activos.
También mencionaron a las bandas Los Olanchanos, Los Pingos, Los Urbina, Los Copanecos, entre otras.
Ambos oficiales no ven la destrucción de narcopistas como un verdadero enfrentamiento a los narcotraficantes, pues estos superan en creatividad y logística las operaciones militares.
“Cuatro hoyos en una pista en una noche los reparan”, sostuvo uno de ellos. Se rio al contar que las Fuerzas Armadas todavía no han podido encontrar una narcopista ubicada en el sector de El Venado, Brus Laguna, ya que para evitar que sea detectada desde el aire, los narcotraficantes le colocan barriles con palmeras y otras plantas, y cuando va a llegar un cargamento simplemente retiran los obstáculos y luego los vuelven a colocar.
Otra técnica que actualmente están usando los carteles es que las narcoavionetas lanzan la droga en paracaídas en un determinado punto. “¿Y el radar?”, se les preguntó. “Eso no funciona”, respondió tácitamente uno de los entrevistados.
Explicó que las operaciones antidrogas que se realizan de forma terrestres y por agua no funcionan porque dentro de la misma institución militar hay mucha fuga de información.
Para el teniente José Coello, vocero de las Fuerzas Armadas, la inutilización de las pistas clandestinas sí ayuda a frenar el narcotráfico porque se golpea los puntos de descarga de la droga.
Explicó que los narcotraficantes prefieren operar en La Mosquitia porque está situada en un departamento que cuenta con rutas fluviales, colinda con el océano Atlántico, tiene selvas tropicales y también zonas remotas de poca vigilancia o control.
Ante tal realidad, “hoy día se han intensificado las operaciones a través de la Fuerza de Tarea Conjunta (Policarpo) Paz García, el escudo terrestre, la Base Naval de Caratasca, la Base Naval de Castilla, el Quinto Batallón de Infantería en Mocorón y el apoyo de las demás agencias”, afirmó el vocero militar.
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