TEGUCIGALPA, HONDURAS.- “Me dijeron que deshiciera el cuartito de madera que tenía, que me iban a hacer una casita, yo les hice caso, vinieron un día, hicieron hoyos y trajeron unos materiales, pero nunca volvieron, ahora me toca alquilar porque no tengo donde vivir”, contó visiblemente afectado Miguel Villanueva (82).
El anciano recibió a la Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus en la colonia Brisas del Bosque, Comayagua, para mostrar cómo una Organización No Gubernamental (ONG) que recibió fondos millonarios de la Secretaría de Desarrollo e Inclusión Social (Sedis) no le cumplió y lo dejó en la calle.
Villanueva era uno de los beneficiados con la construcción de viviendas, pues su hijo menor, José Villanueva, murió quemado en la Granja Penal de Comayagua. “Esperamos y luchamos 10 años por la indemnización y la construcción de las casas.
Yo no pierdo la fe, no pueden ser tan malos que solo me hicieron botar el cuarto, les pido que se pongan la mano en la consciencia, estas zanjas que hicieron llevan ya casi un año”, suplicó.
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En el terreno donde el anciano tenía su morada ahora solo hay unos agujeros llenos de agua producto de las lluvias, en un lado unos bloques de cemento y en la parte de atrás unas canaletas que en el anciano cuida celosamente para que no se le vayan a podrir.
La Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus recorrió cinco departamentos de Honduras para evidenciar en qué quedaron los proyectos de viviendas, techos, pisos y letrinas que Sedis gestionó y por los cuales desembolsó millones de lempiras a las ONG.
En total, las ONG dejaron de liquidar en Sedis, entre el periodo 2018-2021, un poco más de 314 millones de lempiras que correspondían a 254 convenios para la construcción de 600 viviendas, 4,956 techos, 10,597 pisos y 6,771 letrinas (para un total de 22,294 familias a beneficiar) que fueron pagados pero que abandonaron.
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Recorrido
La Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus comenzó su recorrido en la búsqueda de los proyectos no liquidados por ONG en Sedis en el departamento de La Paz.
Según el convenio 018-Sedis-2021, la Asociación Unidad para el Desarrollo de Honduras (Unidhos) tenía el compromiso de construir “53 viviendas, tres techos y un piso en el municipio de La Paz, departamento de La Paz”.
El monto del convenio, según el documento, era de un poco más de 9.8 millones de lempiras, de cuales la ONG alcanzó a recibir 7.4 millones de lempiras en dos desembolsos (75 por ciento), pero en Sedis aparecen pendientes de liquidar casi cuatro millones de lempiras.
Con el dinero que recibió la ONG, según Sedis, le debía alcanzar para terminar 40 viviendas, pero solo liquidó 19.
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“Estas bolsas de cemento se enduraron, puede tocar, se hizo piedra y los demás materiales ahí están, el ingeniero no volvió a venir. Deberían decirnos qué van a hacer, si van a dejar la casa así a medias. Yo de la ONG no sé nada, solo miraba llegar a un ingeniero”, contó Doris Suazo mientras mostraba la vivienda que le dejaron a medias en la comunidad de Sosomico, caserío La Culebrina, departamento de La Paz.
La señora es maestra de profesión y recibió el beneficio de las casas como parte de una indemnización por perder a un familiar en la Granja Penal de Comayagua hace 10 años.
La evidencia de la estafa continuó unos kilómetros más arriba, en una montaña en el municipio de Tepanguare, donde la Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus encontró al menos seis viviendas sin terminar, algunas con apenas tres hiladas de bloque, y muchos materiales dañados.
Una de las beneficiarias estafadas fue María Ávila, una anciana que por problemas de salud designó a su hija Ester Murillo para que mostrara cómo quedó el inmueble a medio terminar.
“Desde enero se fueron, dijeron que porque no hay albañiles. El cemento se arruinó, nosotros no tocamos nada para evitar que dijeran que uno utilizó algo, aquí puede ver la casa a medio palo”.
Entre las seis personas afectadas compartieron otras experiencias que significaron incurrir en gastos, como que ellos les daban alojamiento y comida a los albañiles que empezaron los trabajos y fueron obligados a pagar para la preparación de un plantel.Además, si no tenían terreno debían endeudarse para comprarlo de manera casi inmediata.
Al siguiente día, la montaña de Tepanguare quedó atrás y la Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus se trasladó al departamento de Comayagua a visitar a otras víctimas de la mala gestión que hizo Sedis en complicidad con algunas ONG y compañías constructoras.
La primera visita fue al barrio Las Colinas, en la parte alta del barrio Santo Antonio, donde doña Olga Zavala, una humilde señora de 69 años que con mucho esfuerzo preparó un terreno para la que iba ser su casa, reveló que “yo misma con ese niño que mira ahí (señaló a un pequeño de unos 11 años) emparejamos aquí porque no tenía dinero para pagar y esos ingenieros querían que el terreno estuviera rápido”.
Con mucho pesar mostró cómo todo quedó en un sueño, incluso deshizo una letrina para poder llegar al tamaño que los ingenieros le pedían. “Solo me ilusionaron y no volvieron. Yo les pido que si les dieron esos dineros pues que empiecen las casitas”.
En Comayagua, los testimonios de personas engañadas no pararon, algunas viviendas fueron abandonadas cuando ya casi las terminaban, mientras otras ni las comenzaron.
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La Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus continuó el recorrido en el municipio de La Lima, Cortés, donde personas afectadas por los huracanes Eta y Iota aún esperan que las ONG que Sedis designó les entreguen las viviendas.Uno de los proyectos abandonados está en colonia Rosario, atrás de La Independencia.
“Mire, dimos una prima de 10,000 lempiras porque nos exigieron comprar un terreno y le estamos pagando al dueño 2,000 lempiras mensuales por tres años y nada que nos entregan las casas, algunas están terminadas, son casas de Vida Mejor, pero no sabemos nada”, explicó a la Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus una joven que gentilmente mostró la vivienda en compañía de su madre, con la condición de que no se revelara su identidad.
Cerca de ahí, en El Progreso, Yoro, el policía Sandro Zavala tiene listo su terreno para que le construyan su hogar, pero por los momentos anda alquilando, pues perdió su vivienda durante los huracanes Eta y Iota.
El recorrido terminó en el departamento de Lempira, específicamente en las aldeas San Ramón y Matazanito, lugares recónditos de difícil acceso y pobreza visible.
“No sabemos en qué quedó lo de las casas. Nosotros perdimos todo con los huracanes, aquí a San Ramón, Lempira, el ingeniero vino a medir pero no volvieron, llamamos y nos piden paciencia y las últimas veces ya no nos contestaron”, expresó Gladis Gómez.
El listado de personas estafadas es inmenso. Con sus casas a medio construir o sus terrenos listos para comenzar, estos hondureños no pierden la fe de que les cumplan, porque el dinero se pagó para que recibieran un beneficio.
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