Además, gestionó 425 millones de lempiras más del fideicomiso “Sistema tecnológico y logístico para la administración de los derechos de la propiedad en la República de Honduras” en un acuerdo con el Instituto de la Propiedad (IP).
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El resultado, casi un año y medio después del paso de los huracanes Eta y Iota, es que la UCP no ha entregado ninguna casa a los miles de damnificados.
La Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus visitó Trojes, El Paraíso, para observar la construcción de las 75 viviendas que se edificarían con los fondos del fideicomiso del IP, la sorpresa es que no han sido capaces ni de comprar el terreno para comenzar el proyecto.
Mientras esto ocurre, montaña arriba, en la comunidad Buena Vista de Planes, decenas de personas están en la calle, arrimados donde vecinos y familiares o arriesgando sus vidas en casas que después del derrumbe que les afectó fueron catalogadas por las mismas autoridades como viviendas inhabitables.
Lo más lamentable es que nadie sabe si en realidad se van a construir las casas, el dinero lo tienen, pero no hay fecha de inicio y peor de finalización.
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En total en Trojes, El Paraíso, fueron afectadas tres comunidades durante Eta y Iota: Buena Vista de Planes (la más crítica), Cifuentes y Santa Fe de Planes, para un total de 1,000 viviendas dañadas. Les prometieron solo 100 que no han empezado a construir.
¿Y las casas?
Dos topógrafos en plena tertulia fue lo único que encontró la Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus en el terreno donde supuestamente se construirán 75 viviendas para algunos de los pobladores damnificados por el paso de Eta y Iota.Resulta que un año y cuatro meses después de que las personas quedaran en la calle, la Unidad Coordinadora de Proyectos, un órgano privado que ejecuta este proyecto con fondos públicos, no ha podido encontrar entre las miles y miles de hectáreas de tierra que posee Trojes una zona para comenzar con el proyecto.
La municipalidad le confirmó a la Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus que ya les gestionó a la UCP todos los permisos necesarios para que inicien de una vez por todas con la construcción, pero solo les están dando largas.
Incluso, los agentes municipales han acompañado a ver una gran cantidad de terrenos aptos para el proyecto, pero no se deciden. El último donde estaban los topógrafos al parecer será el elegido, aunque ya no les creen nada.
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Este lento proceso contrasta con la rapidez que sí prevaleció el pasado 3 de mayo del 2021, momento en el que la Secretaría de la Presidencia, dirigida por el exministro Ebal Díaz, acordó que el IP le brindara en carácter de emergencia fondos del fideicomiso “Sistema tecnológico y logístico para la administración de los derechos de la propiedad en la República de Honduras” a la UCP para que los incluyera al “Programa de viviendas y obras sociales donadas y financiadas” y pudiera construir las casas.
Este fondo del IP se sumó a los 1,200 millones de lempiras que recibió la UCP del FMI, para un total de 1,625 millones de lempiras sin que hasta ahora hayan sido capaces de entregar una tan sola vivienda terminada a los afectados.
En el documento del convenio se autoriza la libertad para que la UCP opte a los fondos del IP para construir inmuebles y se confirmó que serían en dos sectores: Macuelizo, Santa Bárbara, y Trojes, El Paraíso.
Inconscientes
La lentitud de la UCP aún con los fondos en mano mantiene en la calle y olvidadas a decenas de personas damnificadas en Trojes, El Paraíso.La Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus visitó la comunidad de Buena Vista de Planes, en Trojes, para evidenciar la magnitud del abandono.
Estas personas resultaron afectadas a finales del 2020 debido a que ambas tormentas, Eta y Iota, entraron a Honduras por su comunidad, con un derrumbe apocalíptico que se llevó cuantas casas encontró en su amplio recorrido.
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El acceso a la zona es complicado en algunos tramos debido al estado de la carretera y la inclinación de las pendientes, que permiten observar hermosos paisajes de la deslumbrante región fronteriza con Nicaragua.
En términos generales, Buena Vista de Planes, Trojes, es una comunidad pequeña con gente luchadora que subsiste del cultivo del café, plátano y frijoles, entre otras cosas.
A simple vista, los estragos que dejó el derrumbe en la zona son evidentes.
En la comunidad aún están soterradas las viviendas, otras tantas rajadas de las paredes y las demás ubicadas en tramos catalogados por las autoridades como inhabitables.
“Esa es la casa de mi hijo, él anda cortando café, pero me dijeron que ustedes andan viendo quiénes son los afectados para entregarles las casas, apúntelo, por favor, mire cómo está la casa de rajada”, explicó un señor, que tenía la esperanza de que la Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus fuera el personal de la UCP con noticias de las casas que les prometieron pero nunca construyeron.
En la comunidad se logró evidenciar la calidad humana de sus habitantes, que aún mantienen en sus viviendas a vecinos que perdieron todo y que no tienen en realidad adónde ir.
Los más valientes regresaron a sus terrenos a levantar estructuras provisionales bajo la amenaza de que la tierra está floja, por lo que cuando comienza a llover fuerte mejor prefieren irse a pasar la noche a otro lugar, pues sienten que en cualquier momento la pesadilla se repite y pueden ser soterrados.
“Aquí anduvieron levantando listas porque nos iban a dar casa, hemos esperado, pero nada, le pedimos a las nuevas autoridades que no se olviden y que brinden el dinero para que construyan las casas”, dijo Pedro Pablo Mejía, sin imaginar que los fondos de los que habla ya fueron gestionados y entregados a las personas responsables de las casas, pero que no han sido capaces de comprar el terreno.
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