De la cárcel de Támara salían sicarios a cometer masacres en Costa Rica

TEGUCIGALPA.- Cuatro privados de libertad hondureños recluidos en el Centro Penitenciario Nacional de Támara salieron desde Honduras a Costa Rica para participar en espeluznantes asesinatos y atentados.

Los reos hondureños fueron contratados en la cárcel por tres narcotraficantes colombianos que también guardan prisión.

Otros dos poderosos privados de libertad se encargaron de la negociación con las autoridades penitenciarias para que los sicarios salieran bajo la medida de preliberación a realizar masacres en el país.

Así se consigna en informes de inteligencia, a los que accedió la Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus, que también revelan cómo el ministro de Seguridad, Gustavo Sánchez, en ese entonces director de la Policía Nacional, fue notificado de todo lo que estaba pasando para que investigara, pero calló, mientras en Costa Rica se derramó la sangre.

Entre los asesinatos que realizaron privados de libertad hondureños en Costa Rica destacan la masacre en la que fue abatido —junto con seis guardaespaldas— Danny Hernández Fernández, conocido como alias “El Ratón”, un jefe del narco que fue sentenciado a 50 años de cárcel en 2018, pero que sorpresivamente recobró su libertad en 2019.

A raíz de esa serie de asesinatos y atentados fue que Costa Rica tomó la determinación de solicitar visa a los hondureños que deseaban entrar a su país a partir del 6 de octubre del 2023, basado en un tema de seguridad, pero las autoridades desconocían que los sicarios salían de la cárcel.

De los cuatro sicarios hondureños identificados, tres fueron reportados como capturados en Costa Rica —uno de ellos murió pues en el enfrentamiento armado recibió un disparo en la cabeza, lo llevaron con vida a un hospital pero otros criminales llegaron a rematarlo—. El cuatro se conoció que logró regresar a Honduras, pero se desconoce si volvió a Támara o continúa libre.

El 29 de mayo del año pasado, el comisionado de Policía Melvin Alexander Alvarenga Deras, en su condición de director del Centro Penitenciario Nacional de Támara, recibió un informe por parte del departamento de Control de Preliberación de ese centro carcelario.

Alvarenga Deras es recordado por ser el director de la estación policial de la Esperanza, Intibucá, donde fue asesinada en 2021 la joven universitaria Keyla Martínez en un caso que sacudió Honduras y por el que supuestamente estaba suspendido de sus actividades, pero sorpresivamente apareció como director de la cárcel de Támara.

En el informe se informó a Alvarenga Deras sobre una banda criminal “dedicada al sicariato, quite de drogas y dólares integrada por ciudadanos privados de libertad de nacionalidad colombiana que opera desde el interior de este Centro Penitenciario Nacional de Támara”.

El documento detalló que meses atrás “se desplazaron al hermano país de Costa Rica, exactamente a la Isla de Limón, cuatro privados de libertad que gozan del beneficio de preliberación —fines de semana— quienes llevaban como misión agregarse a un grupo de sicarios para asesinar a un reconocido narcotraficante costarricense identificado como Danny Hernández Fernández, conocido como alias ‘El Ratón’”.

Este asesinato ocurrió el 2 de marzo de 2023 en la finca Los Pintos en Limón, donde fueron acribilladas siete personas: Diván Bustos (34), Alejandro López (26), Michael Davis (29), Royandy Cook (21), José Montoya (51), Leonardo Bonilla (39) y el objetivo principal Danny Hernández Fernández.

Hernández Fernández, según reportes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Costa Rica, era conocido como “El Ratón”, un poderoso narcotraficante que en 2018 recibió una condena de 50 años de prisión, pero en un giro sorprendente recobró su libertad un año después.

En el informe se detalló que los reclusos hondureños que participaron en esa masacre de Costa Rica “fueron contratados por privados de libertad colombianos que están en el Centro Penitenciario Nacional de Támara, ellos son identificados como Barnnavy Amaury Suarez Borden, Jonh Alexander Morales y Jerson Ruther Hay Hoy”.

La Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus accedió a la vida criminal de estos colombianos. Barnnavy Amauri Suárez Borden fue detenido en febrero del año 2018 cuando pretendía huir con un maletín que contenía 13 kilos de cocaína que habían sido descargados de una narco avioneta en la comunidad de Warunta, Gracias a Dios, en La Mosquitia.

Jonh Alexander Morales, por su parte, fue detenido junto a otros 11 narcotraficantes en 2014 en la comunidad de Plaplaya, Gracias a Dios, donde les decomisaron 99 mil dólares en efectivo y armas de grueso calibre.

Por último Jerson Ruther Hay Ford, también colombiano, fue capturado en la aldea Cusuna, Colón, en 2015 por tráfico de drogas, pues llevaba una lancha con nombre de “Cariben Queen”, con 211 kilos de cocaína, dos potentes fusiles AK-47 y tres cargadores.

En el informe se especificó que estos colombianos negociaron con dos privados de libertad, identificados como Wilmer Alexis Escoto Mejía y Carlos Alberto García García, poderosos reclusos del Centro Penitenciario Nacional de Támara, para que buscaran entre los reos a los cuatro que viajarían a Costa Rica, les ayudaran para salir más tiempo del debido con su derecho de preliberación y pagaran a las autoridades por el silencio.

Siguiendo con el informe se detalló que “los cuatro privados de libertad que se desplazaron a Costa Rica son Nery Rolando Ávila, Nohe Corea, Melvin Noé Granado Escoto —están gozando con el beneficio de preliberación, fines de semana— y Carlos Elvir —ya está con libertad condicional—”.

En el reporté se acortó que “los privados Nery Rolando Ávila y Nohe Corea se encuentran faltistas a firmar el libro de control que se lleva”.

La vida delictiva de estos sujetos, según lo que encontró la Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus, se remonta a 2014. Los cuatro sujetos cayeron presos juntos, pues formaban parte de una peligrosa banda delictiva que operaban en centros comerciales de la capital.

En el informe se detalló que estos peligrosos sujetos después de realizar la masacre en Costa Rica “Nery Rolando Ávila, Nohe Corea y Carlos Elvir fueron detenidos por la policía costarricense y Melvin Noé Granado Escoto logró escapar lanzándose al mar y fue rescatado por una lancha que lo sacó a tierra firme, también manifestó que Nohe Corea resultó con un disparo de gravedad en la cabeza y fue trasladado a un hospital y al día siguiente lo fueron a asesinar”.

Se especificó, además, que “al recibir la información de inteligencia se pudo comprobar en esta base de datos que los privados de libertad Nery Rolando Ávila, Nohe Corea, Melvin Noé Granado Escoto están gozando del beneficio de preliberación —fines de semana— y Carlos Elvir ya está con libertad condicional”, pero en el caso de los primeros dos delincuentes —Ávila y Corea— “se encuentran faltistas a firmar el libro de control que se encuentra en esta oficina”.

Según el informe en posesión de la Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus, el ministro de Seguridad Gustavo Sánchez, quien en ese entonces era director de la Policía Nacional y estaba a cargo de todos los centros penitenciarios, fue informado de la situación.

“En cuanto a la supuesta detención en Costa Rica de los privados, ya se le informó al señor director de la Policía Nacional, Héctor Gustavo Sánchez Velásquez, para que se realicen las investigaciones correspondientes para confirmar dicha información, pero hasta la fecha no hemos recibido de la Policía Nacional ningún informe sobre lo sucedido, para continuar con el procedimiento legal correspondiente de informar al señor juez de ejecución y al Ministerio Público para interponer la denuncia correspondiente”, citó el informe.

Además, agregó, una alerta a las autoridades: “Señor director, es importante hacer de su conocimiento que todos los meses se están quedando faltista sin justificación alguna, aún permitiéndoles que se presenten a firmar una vez por mes”.

Se recordó “esto se implementó durante la pandemia —firmar una vez al mes— del covid-19, misma que ya finalizó”, por lo que recomendaron en el informe que “podemos traerlos y que salgan solo los fines de semana, como está establecido en el reglamento”.

La Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus denunció en noviembre del 2022, en el reportaje “Mafia en la Penitenciaria Nacional, detrás de preliberaciones amañadas”, cómo bajo esta modalidad poderosos narcos salían libres o pagaban para que sicarios salieron a delinquir.

En el informe se recomendó revisar la ley del sistema penitenciario que permite el beneficio de la preliberación “para regular el tiempo que los privados se mantienen fuera del centro penal, para tener un mejor control sobre ellos y así evitar sigan cometiendo delitos”.

La Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus consultó al comisionado Miguel Martínez Madrid, jefe de relaciones públicas de la Secretaría de Seguridad, sobre la salida de reos de la cárcel de Támara, pero solo leyó los mensajes. La misma postura adoptó el ministro Sánchez.

Quien sí respondió fue el jefe de la Policía Militar de Orden Público, Ramiro Marco Muñoz, quien manifestó que con gusto recibiría al equipo periodístico en su oficina. “Yo tengo información de los privados de libertad que están faltistas por preliberación”.

La masacre en la finca donde murió el capo no fue el único suceso que levantó el malestar en las autoridades costarricenses, hubo más.

Desde el vecino país se informó que en esa misma masacre hubo un sobreviviente clave, identificado como Luis Manuel Picado y conocido como “El Shock”, quien se salvó de las manos de los sicarios hondureños que salieron desde el Centro Penitenciario Nacional de Támara para acabar con él.

Pero la cacería de los hondureños contra “El Shock” continúo en octubre del 2022, cuando en la comunidad de Sabana Sur, Picado, tuvo que pedir auxilio a los policías pues sujetos armados lo querían fulminar.

En ese incidente, las autoridades de Costa Rica detuvieron, según los reportes del medio tico crhoy.com, a dos extranjeros que se presentaron solo con sus apellidos: el nicaragüense Castellano y el hondureño Cruz —se supone que era militar—, a los que les decomisaron 74,600 dólares.

Este crimen ocurrió un lunes 2 de octubre, a juzgar por la bitácora recopilada por el portal costarricense. Cuatro días después, las autoridades ticas aplicaban las restricciones contra el ingreso de hondureños.

El canal de televisión Teletica también destacó en mayo del año pasado la presencia de hondureños dedicados al sicariato en su país. Específicamente citaron el arresto de Carlos Elvir y Nery Ávila, ambos catrachos, quienes al momento de ser requeridos dijeron ser de Venezuela.

A los hondureños se les decomisó fusiles de asalto AK-47 y AR-15, pistolas, chalecos antibalas y uniformes del Organismo de Investigación Judicial. Su misión era ejecutar a un hermano de “El Shock”, pero no lo concretaron.

Estos hondureños son dos de los mismos que se mencionan en el informe al que tuvo acceso la Unidad Investigativa de EL HERALDO Plus, por lo que se deduce que participaron primero en el atentado contra alias “El Ratón”, lograron escapar y volvieron por “El Shock”.

La situación en Costa Rica se tornó aún peor cuando la OIJ descubrió que los casos de sicariato con la participación de hondureños no era casualidad, al punto de establecer que la banda delictiva en la comunidad de Limón se denomina “Los Hondureños” o “La H”.

Este grupo armado, según los reportes de inteligencia, estaría siendo entrenado por militares hondureños que llevan catrachos y nicaragüenses con identidades falsas a realizar misiones especificas en un control para tomar posesión del narcotráfico en Costa Rica.

Ante toda esta situación, el gobierno de Costa Rica tomó la determinación en octubre de 2023 de solicitar visa a los hondureños que ingresaban a su país. La noticia cayó como un balde de agua fría en Honduras, pese a que los ticos alegaban que todo era por un tema de seguridad donde resultaba que catrachos integraban bandas criminales en ese país.

El gobierno de Honduras aplicó la reciprocidad a Costa Rica como una medida de presión para que desestimaran el visado, situación que tuvo efecto pocos días después, aunque las autoridades nunca contaron la historia detrás de la decisión: privados de libertad sacados del penal Támara para viajar a ejecutar masacres en Costa Rica, según informes de inteligencia hondureña y los agentes penitenciarias.