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'Después de la cárcel, nada me da miedo'

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31.12.2016

Miami, Estados Unidos
Como uno de los maduros galanes de Hollywood (aunque mucho más joven que Brad Pitt o Tom Cruise), Mark Whalberg es uno de los pocos actores que logró conservar el respeto y el éxito desde que consiguió la fama en la adolescencia. Pero detrás de la madurez, también demuestra la experiencia y solidez de una carrera tan exitosa como su vida privada. Y esa fue la idea de una nueva entrevista: revivir con él los pasos más importantes de su vida, para recorrer el camino que lo llevó hasta la cima de Hollywood.

¿Qué persona fue la que más te influenció en el éxito de tu vida?
Mi padre, con los momentos favoritos de pasar tanto tiempo juntos. Él solía llevarme desde muy temprano en mi vida a ver películas que no eran muy apropiadas para mi edad. La primera película que yo vi en el cine fue Hard Times con Charles Bronson y James Coburn.

¿Es verdad que al principio no querías saber nada de la actuación?
Yo tenía una carrera formada en la música y tuve un par de mánagers que insistían en la idea de hacer cine y trabajar como actor, pero yo no quería saber nada. Yo era bueno con el rap, no me parecía bueno actuar. Pero de a poco fui conociendo directores de cine como Bill Duke en el momento que iba a dirigir la película Sister Act 2 y pensaron que yo podía ir perfecto como el rapero blanco de la película. Pero yo dije que no quería saber nada.

¿Rechazaste alguna otra película antes de trabajar en cine?
Hubo otro rol que me ofrecieron con el de un jugador de hockey, que era el villano de una película. Y también dije que no. Y cuando me ofrecieron conocer a Penny Marshall y Danny De Vito, porque estaban haciendo otra película, acepté solo porque me gustaba ella desde que había hecho en TV la comedia Laverne & Shirley. No quería estar en su película, pero había crecido viéndola en TV y quise conocerla.

¿Nunca conociste el fracaso entre la fama como rapero y el paso al cine?
Cuando Penny Marshall me dio el “ok” final, yo estaba en Nueva Jersey, en una habitación de la casa de mi mánager que siempre me llamaba Brando, por Marlon Brando. Yo pensé que lo decía en broma, pero Dick Scott, que descanse en paz, me decía “podrías ser como Marlon Brando”. Y aquella vez yo le había dicho “Dick, apenas tengo 5,000 dólares en el banco, estoy quebrado, porque me dijiste que no grabe más discos. ¿Qué voy a hacer ahora?”. Y Penny Marshall me llamó a su casa, diciéndome que me había elegido para la película. Al principio, no te voy a negar, me dio pánico. Y volví a ver las películas que había visto con mi padre, cine de Steve McQueen o Edward G. Robinson, los genios con los que crecí. Y desde aquel momento, quise estar en un estudio de cine, aunque no filmara ninguna película, solo para ver lo que hacían todos detrás de cámaras.

¿Y no te dio nada de miedo la primera vez que pisaste un estudio de cine?
No. La gente siempre me lo pregunta, pero tuve la suerte de trabajar con gente como Jimmy Caan, Jack Nicholson, Denzel Washington. Trabajé con los mejores actores. John Malkovich en Deepwater Horizon, ahora estoy filmando con Anthony Hopkins en Inglaterra... La gente me pregunta si me intimidan y yo digo que no, porque ellos son tan buenos que me hacen ver bien. Y para mí, después de la cárcel, nada me da miedo. Al contrario, es emocionante.

¿El personaje del cine que más se parece al verdadero Mark Whalberg?
Mike Williams de Deepwater Horizon es alguien con quien me identifico bastante a nivel personal. Todos se acuerdan lo que pasó con el derrame de petróleo en el 2013, con el desastre ecológico que hubo, pero yo no sabía que hubo once personas que perdieron la vida. Y cuando me llegó la historia y empecé a averiguar, supe que necesitaba contarla. Mike era un esposo comprometido, un padre que dejó la familia para salir a buscar un mejor futuro para ellos. Y eso es lo que yo hago también.