Muchas personas dicen la famosa frase “México para los mexicanos”, pero seguramente quienes lo repiten no conocen el testimonio del hondureño Eduardo Alejandro Hernández Amaya, originario de Puerto Cortés, quien, apenas siendo un adolescente y bajo el nombre artístico de Alejandro Micheletti, logró abrirse camino en suelo azteca.
Hoy, a sus 23 años, no solo ha tenido el privilegio de formarse en el Centro de Estudios Actorales de Televisa, una de las mejores escuelas de actuación, sino que actualmente protagoniza la serie musical “Palabra de honor”, un programa inspirado en los mejores éxitos de Luis Miguel.“A los 17 años le dije a mi papá, a mi tía Gloria y a mi familia que iba a México a triunfar (ellos lo tomaron como una locura, porque decían que ‘México era para los mexicanos’)”, confesó el joven actor.
En el programa mexicano 'Como dice el dicho'
Pese a los pronósticos desalentadores de muchos de sus familiares y amistades, Alejandro siempre tuvo mucha fe en Dios y se aferró a su confianza en sí mismo. Inició en México estudiando la secundaria y tomando talleres de comedia musical en la escuela de la reconocida actriz mexicana Bibi Gaytán, quien además le dijo que tenía el perfil para hacer el examen del Centro de Educación Artística de Televisa (CEA).
Fue así como culminó su preparatoria y junto a miles de jóvenes audicionó y aprobó el casting. Sin embargo, sus padres le pusieron la condición de que, aparte de la carrera de actuación, tenía que darles un título universitario, por lo que decidió estudiar la licenciatura en ciencias de la comunicación y durante tres años estudió ambas carreras, y los fines de semana los dedicaba al trabajo en teatro.
Otras actuaciones
Todavía no llega a los 30 años, pero su trayectoria es amplia, también ha tenido la oportunidad de estar en muchas producciones teatrales en giras artísticas por todo México, abrir conciertos a varios artistas y ha grabado programas unitarios como “La rosa de Guadalupe” y “Como dice el dicho”. Los triunfos de este catracho continuarán con su visión de convertirse en un artista reconocido a nivel mundial, portando con orgullo el nombre de Honduras.
Alejandro Micheletti cantando 'Amor primero' en Vaselina 2016
Cuando el sueño se hizo realidad
Su gran oportunidad en teatro musical llegó cuando le tocó audicionar para la compañía europea del director Philip von Reutter. En la audición en la que participaron 1,000 jóvenes se quedaron 45, entre ellos Alejandro Micheletti. Luego inició arduos ensayos en los cuales al final solo quedaron 15. Se hizo una temporada en la gran capital mexicana y de esos 15 solamente seleccionarían a seis durante un proceso de pruebas de canto, baile y actuación. “Una noche me escribió el director por medio de un inbox y me dijo :”Micheletti, tú estás entre los seis que se van a Europa”, recordó el joven actor. Esa noche lloró, ya que para su fortuna no solo fue a conocer, también fue a actuar. Al llegar allá, la compañía estaba conformada por franceses, australianos, italianos y una colombiana y tuvo la oportunidad de compartir con los mejores coreógrafos y directores escénicos.
Su nombre real es Eduardo Alejandro Hernández Amaya, pero al llegar a suelo mexicano sus maestros decidieron bautizarlo con el nombre artístico de Alejandro Micheletti (esta identidad la adoptó en Televisa a raíz del problema político con el expresidente Roberto Micheletti). Todo empezó como una obra por parte de sus compañeros del CEA. A sus maestros de actuación les gustó ese apellido porque, a su criterio, en México sería un nombre comercial y, además, original.
A su corta edad ya logró cantar en uno de los escenarios más importantes de México, el Zócalo capitalino de la Ciudad de México y ha representado al país en festivales internacionales gracias a la Embajada de Honduras en México.
La serie no es sobre la vida del cantante mexicano, sin embargo se trata de un especial musical de 15 minutos cuya historia se inspira en las mejores canciones de LuisMi.
Finalmente Alejandro aconseja a los jóvenes que “jamás dejen de perseguir sus sueños; al inicio será muy difícil, pero si persisten y luchan por ellos, tendrán grandes recompensas, si confían en Dios”.
