Quizá, muchos estábamos esperando un filme más revelador, más rígido y menos acelerado; pero también hay que entender que se construyó como una película que sea capaz de ser digerida por todos los públicos, sobretodo cuando se centra en la vida de un icónico Freddy Mercury, al que hay que decirlo sin miedo, revivió en la actuación de Rami Malek.
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Esta película llevaba años en pre-proyecto y si recuerdan, Sacha Baron Cohen (Los Misérables, 2012) era el hombre escogido para encarnar a Mercury, pero renunció a ello precisamente por pretender estar en una película más adulta y desenfrenada en torno a la vida del líder de Queen.
Sin embargo, Malek mecere la consideración completa en un reconocimiento sin discusión, puesto que ha podido resucitar claramente al considerado mejor voz de la historia del rock en todos los tiempos.
La película es superficial pero entretenida, está pensada para enganchar a las nuevas generaciones que no crecieron con Queen (ni aquellas que lejos de internet heredaron su legado), es una cronología del éxito de la banda, en cambio, le falta oscuridad, confrontación y profundidad en una historia que además es compleja de llevar y resumir, puesto qué, pese a sus 2:15 horas, de la nada y como si nada va saltando gradas en la ruta del tiempo.
El contenido se aceleró un poco, aunque no se vuelve pesada ni desesperada, al contrario, es deliciosa al verla. Sin embargo para los fans de verdad de la banda, puede resultar sosa dado que hay cosas que no son tan fieles a la realidad com o la facilidad con la que Fredy Mercury se integra a 'Smile' y forma Queen, o la forma en la que el bajista John Deacon aparece de pronto en el primer concierto de la banda.
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Choca un poco también que hayan presentado la disolución de Queen como tal puesto que nunca se consumó, aunque si tuvo una pausa corta para descansar y luego grabar el disco 'The Works' en 1984 y luego aparecer en el Live Aid de 1985 en Wembley, que en realidad fue el gran regalo de la película.
A Bohemian Rhapsody debo alabarle varias cosas también: Es rica en recursos técnicos, montaje, maquillaje e interpretaciones. Los efectos especiales son dignos de una banda como Queen, la fotografía a detalle y el color más el uso de los filtros la hace ganadora.
También sigo impresionado por el parecido de los actores con los personajes, sobre todo la caracterización de Gwilym Lee (The Tourist, 2010), con Bryan May como el resto de los actores, creo que se han esmerado en ese sentido.
Volviendo a Rami Malek, logró convertirse en Fredy. Vivió al máximo su papel. En cuanto a lograr la maravillosa voz de Fredy, Malek recurrió al playback no hay duda, mientras que la producción se apoyó en la voz del cantante canadiense Marc Martel, quien logra alcanzar los tonos de Mercury. De hecho, se mezcló la voz de Martel con la Fredy para algunas escenas.
Aportar que, la producción hizo a Martel grabar las canciones de Queen, antes de comenzar la grabación de la película.
Los expertos en cine lo llama ' biopic' (biografía fílmica), yo más la catalogo como crónica. Una crónica que me parece superficial pero deliciosa. Una crónica bien interpretada por Malek. Una crónica que volvería a ver.