Estados Unidos
Emmanuel Lubezki ha entrado en la historia. “El Chivo”, como lo llaman desde hace más de 35 años, ha recogido el Oscar por Mejor fotografía gracias a su trabajo en The Revenant.
En la pasada entrega del Oscar, el mexicano se convirtió en el primer fotógrafo que gana tres premios consecutivos de la Academia.
El hito ha llegado de la mano de sus compatriotas en Hollywood: Alfonso Cuarón y Alejandro González Iñárritu. “Es increíble. Lo comparto con mi compadre Iñárritu, por su pasión, y con los actores Leo DiCaprio y Tom Hardy”, dijo Lubezki al recoger la estatuilla.
Esta noche no hubo sorpresas. Lubezki se impuso a sus colegas de la American Society of Cinematographers (ASC) por el trabajo que hizo en el sexto largometraje de Alejandro González Iñárritu.
El fotógrafo, nacido en la Ciudad de México en 1964, apostó por un trabajo sin las comodidades de los grandes estudios y con la luz natural como la herramienta principal moldeada con su cámara Arri Alexa 65. El resultado en pantalla quita el aliento.
Los vastos paisajes de las locaciones en Argentina y Canadá tienen un peso fundamental en la historia. Su trabajo ya había recogido muchos aplausos antes de llegar a la noche del Oscar. La fotografía de The Revenant ha conseguido más de una decena de galardones, entre ellos en la gala de los Bafta y el de la ASC.
Sus inicios
Lubezki llegó a Hollywood en 1993, un par de años después de haber hecho “Solo con tu pareja”. La ópera prima de Alfonso Cuarón, uno de sus amigos más antiguos, se había estrenado en el Festival de Toronto.
La crítica internacional pudo ver en ella la frescura que caracterizó el nuevo cine mexicano de principios de los años noventa. La primera nominación al Oscar llegó tres años después, en 1996, por “La princesita”, la primera película que Cuarón hizo en Hollywood.
En sus inicios en Estados Unidos, Lubezki trabajó con Mike Nichols, Martin Brest y Tim Burton. En 2005 realizó por primera vez un proyecto con Terrence Malick, uno de los pocos genios que arrastran un denso misticismo en la millonaria industria del cine estadounidense.
“El Chivo” había recibido una llamada porque el director de Badlands estaba buscando a un fotógrafo que hablara español para una producción que desarrollaba sobre la muerte de “El Che” Guevara en Bolivia.
Esa película nunca se concretó, pero la dupla pudo trabajar en The New World, que le valió a Lubezki su tercera nominación al Oscar. Esa colaboración hizo de “El Chivo” el fotógrafo de cabecera de Malick. Han trabajado juntos en cinco películas.
Momento de gloria
“El Chivo” tuvo que esperar más de 20 años y cinco nominaciones para que sus colegas de la Academia reconocieran su trabajo otorgándole una estatuilla.
El premio llegó en su sexta postulación, en 2014. Lubezki y su amigo Cuarón llevaron al espacio a millones de espectadores de todo el mundo. El trabajo de Gravity no dejó opción a los académicos. La cinta era el resultado de la conjunción de una historia sencilla con un complejo trabajo técnico.
Lubezki comenzó a trabajar casi por azar con Iñárritu. El director de Birdman se había quedado sin fotógrafo porque el muy talentoso Rodrigo Prieto, también mexicano, estaba ocupado trabajando con Martin Scorsese en The Wolf of Wall Street. La mancuerna fue un éxito.
En The Revenant, Lubezki vio la oportunidad de trabajar con una de sus obsesiones actuales: la luz natural. Lubezki está a un paso de Joseph Ruttenberg y Leon Shamroy, los únicos directores de fotografía que tienen cuatro premios de la Academia.