Tegucigalpa, Honduras.- La generación Z —casi como un apelativo a la nostalgia— ha abrazado sin fisuras los dogmas de géneros tradicionales para acoplarlos a la nueva hegemonía en la música contemporánea.
Calle Palermo, una agrupación emergente y cuya base asegura ser el indie rock, es, quizá, el ejemplo más inequívoco. A dos años de haberse constituido, al término de 2024 lanzarán su disco debut, que, según Daniel Álvarez Veroy, rehúye del producto local convencional.
En esta charla con EL HERALDO, Álvarez Veroy deconstruye su obra, al tiempo que la banda capitalina busca cimentarse en la escena local.
¿Por qué Calle Palermo?
Es más que un nombre, es un símbolo de conexión entre nosotros tres. Aunque puede tener resonancias de lugares conocidos, para nosotros representa un lugar imaginario, un espacio común donde nuestras historias y pasiones convergen. Nos gusta mantener un poco de misterio al respecto, porque sentimos que invita a quienes nos escuchan a llenar ese espacio con sus propias interpretaciones.
Cada uno de ustedes tiene un pasado musical o una inclinación hacia la música. ¿Cómo lograron construir esa sinergia entre ustedes?
La sinergia surgió de manera natural, casi inesperada. Cada uno llegó con experiencias y gustos diversos, lo cual enriqueció la dinámica desde el primer día. Samuel y yo (Daniel) hemos tocado juntos desde pequeños, y cuando conocimos a Maga, fue como si completara el rompecabezas que ni siquiera sabíamos que estaba incompleto. Cada uno aporta algo único, ya sea una letra, una melodía o un arreglo instrumental, y lo vamos construyendo juntos. Eso nos permite crear algo que ninguno podría haber hecho por su cuenta.
¿Qué hace de Calle Palermo un punto de inflexión en la escena musical actual?
Hemos intentado aportar una mezcla fresca, con influencias de rock alternativo, indie y pop, pero también con letras introspectivas y emotivas. Nuestro enfoque es contar historias que resuenen emocionalmente, y sentimos que esa autenticidad es lo que nos diferencia y nos permite conectar con el público de una forma honesta. La música en Honduras está en crecimiento, y creemos que Calle Palermo contribuye a este cambio al ofrecer algo auténtico y bien cuidado.
¿Cómo es la gestión de sus temas? ¿Acaso es un desahogo personal de cada integrante?
Definitivamente, nuestras canciones son una forma de desahogo. Aunque algunas nacen de ideas que uno trae, al final las desarrollamos entre los tres, lo que nos permite explorar diferentes perspectivas y conectar a un nivel personal. Cada canción es un reflejo de nuestras experiencias y emociones, pero se transforma en algo más universal gracias a las contribuciones de cada uno.
Hábleme de su álbum debut
Estamos muy cerca de lanzar un álbum completo, en lugar de un EP como inicialmente habíamos planeado, y este álbum se viene muy pronto. Será una colección que capture nuestra evolución y todo lo que hemos aprendido en este tiempo. Cada canción tiene su propio universo, así que el material será una muestra de la versatilidad y la esencia de Calle Palermo.
Descollar en la escena musical no es fácil, sobre todo en un país como Honduras. ¿Cuál es el reto de los intérpretes del siglo XXI... de los intérpretes hondureños?
El reto principal es la falta de infraestructura y apoyo en la industria. Los artistas hondureños no siempre tienen el mismo acceso a recursos o plataformas, lo cual nos obliga a ser más creativos e innovadores. A pesar de esto, creemos que cada vez hay más oportunidades y que la música hondureña está siendo valorada en el ámbito internacional, y queremos ser parte de ese cambio