Tegucigalpa, Honduras
En la época de la inmediatez el correo postal es un servicio que ha quedado en tercer plano, en una era de correo electrónico, redes sociales y servicios de mensajería celular que poco a poco han desplazado su importancia.
Y es precisamente sobre el correo postal que dialoga la artista María Pilar Leciñena, con la exposición “Correo certificado, primer aviso”, instalada en el Museo para la Identidad Nacional (MIN).
El correo postal no solo era el medio por excelencia para comunicarse con las personas dentro y fuera del país, sino también una experiencia sensitiva, nostálgica, donde quedaba impreso no solo el mensaje, también los elementos que conllevan este servicio, como el sobre, el papel utilizado y los sellos postales, sin olvidar lo intangible: los sentimientos.
“El valor humano de una carta caminada y custodiada por el correo postal es mucho más que ese disfrute estético que entraña al ser recibida con todas las señas de su impronta. La fusión de lo tangible con lo intangible tienen lugar en el correo postal”, expresa la artista.
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Esta no es la primera vez que Leciñena se acerca a esta temática, en proyectos anteriores ya había hecho algunos guiños al correo postal, en “Con voz y voto”, una muestra que tuvo lugar en el MIN en 2014, la artista española incorporó algunos elementos del correo para abordar un tema sobre la niñez y el respeto a sus derechos; de esa misma muestra se derivó una colección limitada de sellos postales que fueron utilizados en el Correo Nacional de Honduras.
El comisario de la muestra, Darwin Mendoza, señala que “en nuestro tiempo, como la inmensa mayoría ya disfrutamos y, de alguna manera, a veces padecemos al mismo tiempo, la noción más imperante de conexión personal está mediada por pixeles, dispositivos digitales electrónicos, aplicaciones diseñadas para facilitar la expresión de imágenes e ideas y por medios masivos de conexión que unificamos en la ya trillada expresión redes sociales”, aspectos de la modernidad que se han arraigado en el diario vivir de la gente, y que incluso han redefinido la comunicación, limitando el lenguaje, “nuestra forma de expresar emociones y, en definitiva, nuestra manera de acercarnos entre seres humanos”.
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La obra de María Pilar Leciñena rescata esa importancia que ha jugado el correo en la comunicación, que hoy está marcada por nuevas formas que tienen dos caras, la de alejar y acercar a las personas.
Dibujo, pintura, escultura e instalación conforman el lenguaje de la artista, que define a Honduras como su segunda patria.
