Tegucigalpa, Honduras
De la mano del escritor hondureño Eduardo Bähr y la docente de Letras, Brenda Herrera, los alumnos de las diferentes carreras que se imparten en el departamento de Letras y Lenguas de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM) presenciaron un ameno conversatorio sobre el papel del cuento en Honduras.
El Paraninfo Ramón Oquelí de la institución fue el escenario donde los expertos compartieron abiertamente sus opiniones acerca de quiénes han sido los mayores representantes de este género y quiénes podrían continuar su legado.
Durante el evento, Bähr dijo que “de la generación de 1969 el más conocido cuentista hondureño es, sin duda alguna , Julio Escoto, quien además es el segundo novelista más importante de Centroamérica, después del nicaragüense Sergio Ramírez”.
Además, el expositor expresó que, en su gusto personal, Marcos Carías Zapata, autor de “Una función con móbiles y tentetiesos” (1980) -considerada por la crítica como la novela más ambiciosa que se ha escrito en Honduras- y Horacio Castellanos Moya, quien se ha convertido en el escritor más reconocido de El Salvador, aunque es hondureño, también son grandes representantes del género.
“También quiero enfatizar en dos autores más jóvenes que, pese a su no muy larga trayectoria, han sumado algunos reconocimientos. Ellos son Gustavo Campos y Giovanni Rodríguez, quienes se merecen mi más profunda admiración”, expresó el autor.
Posteriormente, Herrera hizo énfasis en la importancia de saber contar una historia. “Para que un cuento sea amado por el público, debe contarse bien desde el principio, sin olvidar que los lectores siempre recordaremos los finales que nos dejan huella”.
El hecho de si existe o no una evolución en el género, también fue comentado. Algunos alumnos manifestaron observar un notable crecimiento en el número de autores durante los últimos años, aunque en ellos aún cabe la duda sobre si la calidad también ha evolucionado.
Ambos expositores estuvieron de acuerdo con la respuesta ante esta incógnita. “Sin duda alguna, yo pienso que el hecho de que haya tantas mujeres aquí presentes es una muestra de que las barreras están desapareciendo y con ello los estilos para escribir van cambiando”, dijo Herrera. Asimismo, Bähr secundó la noción y aseguró que la calidad puede observarse en los logros que están alcanzando los nuevos autores.
De la mano del escritor hondureño Eduardo Bähr y la docente de Letras, Brenda Herrera, los alumnos de las diferentes carreras que se imparten en el departamento de Letras y Lenguas de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM) presenciaron un ameno conversatorio sobre el papel del cuento en Honduras.
El Paraninfo Ramón Oquelí de la institución fue el escenario donde los expertos compartieron abiertamente sus opiniones acerca de quiénes han sido los mayores representantes de este género y quiénes podrían continuar su legado.
Durante el evento, Bähr dijo que “de la generación de 1969 el más conocido cuentista hondureño es, sin duda alguna , Julio Escoto, quien además es el segundo novelista más importante de Centroamérica, después del nicaragüense Sergio Ramírez”.
Además, el expositor expresó que, en su gusto personal, Marcos Carías Zapata, autor de “Una función con móbiles y tentetiesos” (1980) -considerada por la crítica como la novela más ambiciosa que se ha escrito en Honduras- y Horacio Castellanos Moya, quien se ha convertido en el escritor más reconocido de El Salvador, aunque es hondureño, también son grandes representantes del género.
“También quiero enfatizar en dos autores más jóvenes que, pese a su no muy larga trayectoria, han sumado algunos reconocimientos. Ellos son Gustavo Campos y Giovanni Rodríguez, quienes se merecen mi más profunda admiración”, expresó el autor.
Posteriormente, Herrera hizo énfasis en la importancia de saber contar una historia. “Para que un cuento sea amado por el público, debe contarse bien desde el principio, sin olvidar que los lectores siempre recordaremos los finales que nos dejan huella”.
El hecho de si existe o no una evolución en el género, también fue comentado. Algunos alumnos manifestaron observar un notable crecimiento en el número de autores durante los últimos años, aunque en ellos aún cabe la duda sobre si la calidad también ha evolucionado.
Ambos expositores estuvieron de acuerdo con la respuesta ante esta incógnita. “Sin duda alguna, yo pienso que el hecho de que haya tantas mujeres aquí presentes es una muestra de que las barreras están desapareciendo y con ello los estilos para escribir van cambiando”, dijo Herrera. Asimismo, Bähr secundó la noción y aseguró que la calidad puede observarse en los logros que están alcanzando los nuevos autores.
