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El cuestionamiento de Guido Garaycochea en 'Más que mis errores'

El artista presenta en el MIN esta exposición en la que le da voz a los privados de libertad y cuestiona la invisibilidad a la que son sometidos

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21.08.2017

Tegucigalpa, Honduras
Un privado de libertad no solo se somete a las decisiones de un sistema judicial, también se somete al juicio de la sociedad.

Un privado de libertad es invisibilizado por sus errores, se convierte en una voz apagada que por su delito no tiene derecho a alzarse.

A este panorama reacciona Guido Garaycochea, el artista peruano-estadounidense que desde la exposición “Más que mis errores”, exhibida en el Museo para la Identidad Nacional (MIN), cuestiona la deshumanización del ser humano como una herramienta de invisibilización y el uso del castigo como una herramienta del poder para la sumisión del ser.

Visite la muestra
La muestra “Más que mis errores” está abierta en el MIN de martes a sábado de 9:00 AM a 5:00 PM, y los domingos de 11:00 AM a 5:00 PM. Finaliza el 15 de octubre.

El artista aborda esta situación universal desde el testimonio de cuatro mujeres a quienes conoció en un centro correccional femenino en el que ha dado clases durante nueve años.

La exhibición tiene por propósito ser la voz de los sin voz... y tiene por nombre ‘Más que mis errores’, un mensaje que está invisible, que no está escrito, y es esto: yo soy más que mis errores, hay un ser integrado, una persona que tiene valores, que tiene ambiciones, que tiene sueños, que tiene sentimientos a pesar de sus errores”, señaló el artista, que plantea su cuestionamiento a través de una videoinstalación, audios y pinturas en lienzo y papel.

En su obra Garaycochea utiliza el testimonio de estas mujeres, que ya no están en la cárcel, para hablar de la invisibilización de los reclusos, de la criminalización por los errores, del juzgamiento, de la pérdida y reconstrucción de identidad, del abuso de poder, de la lucha por seguir siendo alguien.

“Con esta exhibición no estoy dando ninguna solución, trato de cuestionar cómo una persona puede ser descalificada, ignorada, invisibilizada por sus errores y cómo esto puede ser una excusa por parte del poder para invisibilizar a cierta parte de la población”.

La voz de los silenciados
Guido Garaycochea señala en el texto que acompaña la obra que el objetivo de este proyecto es otorgar visibilidad y humanidad a aquellos que están todavía en prisión, reducidos a ser apenas un número, a quienes se les arrebata su condición humana.

Las obras de pequeño y gran formato que conforman la propuesta del pintor fueron realizadas mientras él escuchaba las entrevistas, y son una reacción a lo que él sintió en ese momento.

En las pinturas utiliza las figuras de rocas apiladas, como si con ellas quisiera tapar un hueco, rellenar una imperfección o construir una pared; igualmente se observan figuras cuadradas que bien podrían aludir a ventanas, porque más allá de las cuatro paredes de una cárcel hay algo más que ver, hay otra realidad que enfrentar.

“La intención de esta instalación es dar voz no solo a estas cuatro mujeres, sino a las muchas vidas afectadas por la reclusión forzosa”, dijo el artista.