Kanye West logró robarse el protagonismo de los Grammy 2015, que se celebraron el domingo en el Staples Center de Los Ángeles, EEUU.
En el momento en que Beck estaba recogiendo el galardón al mejor disco del año, el marido de Kim Kardashian revivió con humor un incómodo momento que le hizo pasar años atrás a Taylor Swift.
El rapero se mostró dispuesto a arrebatarle el micrófono a Beck ante la mirada desconcertante de artistas como Beyoncé y Jay-Z, ubicados en la primera fila.
Tras subir el escenario, con una sonrisa se dio media vuelta y se fue.
Por las declaraciones de West al final de la gala, el músico no estaba bromeando. 'Beck tiene que respetar el arte y debería haber dado su premio a Beyoncé', aseguró en una entrevista con E!.
'Si quieren que los verdaderos artistas vuelvan, tienen que dejar de jugar con nosotros, no vamos a jugar más con ellos', añadió.
Su comportamiento fue algo similar a lo que hizo en la ceremonia de los Premios MTV de 2009, cuando le quitó el micrófono a la exitosa cantante country para reivindicar que el galardón que le acababan de dar a Taylor Swift debía ser para Beyoncé, lo que generó abucheos en la asistencia y dejó boquiabiertas a ambas estrellas.