Tegucigalpa, Honduras
En un ambiente de total paz, los restos de Pompeyo del Valle fueron velados ayer. Rodeado de familiares, personalidades de la cultura y amigos, el poeta de obras tan trascendentales como “Ciudad con dragones” y “La ruta fulgurante” tuvo una emotiva despedida.
La ocasión más que una triste velada fue el momento perfecto para hacer un homenaje al legado del ser humano, padre, amigo y escritor por su aporte a la literatura hondureña.
“Como padre fue el mejor del mundo, como artista es un orgullo que Honduras haya tenido un hombre como él, me siento privilegiada de ser su hija y ver la persona que es, un ser intachable, con principios, y que ese fue su más grande legado”, comentó en medio de una emoción muy fuerte Scarlett del Valle, hija del artista.
Se conoció que el literato murió rodeado de sus familiares más cercanos en la ciudad de Comayagua, luego sus restos fueron trasladados a Tegucigalpa, donde será su morada final. El entierro será hoy viernes en Jardines de Paz Suyapa, a las 11:00 de la mañana.
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Recuerdan su legado
La escritora María Eugenia Ramos fue una de las personas que tuvo la oportunidad de compartir con Pompeyo del Valle, y así lo rememoró: “Recuerdo al poeta desde niña, ya que él visitaba mi casa porque era un gran amigo de mi padre, siempre lo recordaré por la sensibilidad de su prosa y sus versos, y ese enorme deseo de ser siempre un poeta”.
Por su parte, el escritor y miembro de la Academia Hondureña de la Lengua, Juan Ramón Martínez, aprovechó la ocasión para mencionar que Del Valle representa para la poesía hondureña uno de los más grandes exponentes. “Su legado es la ternura, es una poesía política que no renuncia a la ternura”, mencionó el escritor y columnista. Además, aseguró que será una poesía eterna, que sobrevivirá el paso del tiempo y que las nuevas generaciones deberán valorar más.
A su vez, Martínez exaltó que “la poesía de Pompeyo tiene una característica, la crítica política, la cual nunca cayó en lo ‘panfletario’ de lo intrascendente”. Entre sus anécdotas, el académico recordó a Del Valle como un hombre reservado, silencioso. Además, reveló al diario de mayor influencia que el autor antes de su fallecimiento entregó a la Academia Hondureña de la Lengua un recopilación de sus mejores poemas, los cuales espera puedan ser publicados próximamente.
