Una noche explosiva con mucho ritmo donde el único requisito es pasarla bien entre amigos. Eso es lo que promete el reggaetonero Farruko para todos sus admiradores que asistan este sábado al concierto que dará en el Coliseum Nacional de Ingenieros a partir de las 8:00 PM.
A escasas dos horas de haber aterrizado en suelo catracho, el boricua visitó la sala de redacción de diario EL HERALDO, donde varias de sus fanáticas lo aguardaban impacientes.
Acostumbrado al acecho de los medios, pero no aburrido de atender a su público, el artista llegó con todo un dispositivo de seguridad que muy amablemente permitió el acceso al cantante. Ataviado con pantalón estilo buzo, camiseta colorida, gorro y sus acostumbrados lentes café para el sol, Farruco nos saludó al tiempo que agradeció a EL HERALDO que siempre le abren las puertas para sentirse como en casa.
“No es la primera vez que vengo a Honduras y cada vez que lo hago descubro que la gente es como en Puerto Rico, muy alegre y amable, y por eso me gusta venir a visitarlos”, confesó. Al ser consultado sobre si le gustaría tener colaboraciones catrachas en su nuevo disco, manifestó sinceramente que los cantantes hondureños son muy talentosos y que no descarta ese acercamiento próximamente, aunque no quiso adelantar nombres.
Nuevo proyecto
Para Carlos Efrén Reyes Rosado, mejor conocido como Farruko, cada día es una nueva experiencia y de eso se alimenta para componer y realizar nuevos proyectos.
“Precisamente en estos momentos estoy trabajando en un nuevo material discográfico que se llama ‘Los menores’, bajo mi propio sello productivo. Es algo que ya quería hacer y gracias a mi papá Dios lo he logrado con mucho esfuerzo. Tengo varias colaboraciones de artistas consagrados como Daddy Yankee, el jamaiquino Sean Paul y el dominicano Mozart ‘La Para’. Pero también introduzco artistas muy buenos que han estado conmigo en mis shows, pero que ahora quieren incursionar como solistas como es el caso de Jory. Mientras el nuevo material se condensa, el artista está siempre en movimiento porque para él eso es parte de su éxito y del de cualquier persona, sea músico o de otra profesión.
“Creo que todo ser humano es capaz de realizar todo lo que se propone, siempre y cuando tenga la guía correcta, que es Dios. En mi caso particular yo comencé esta carrera a los 16 años y, como en todo comienzo, tuve muchos traspiés, pero siempre me he logrado levantar y seguir adelante. De eso se trata esta vida, de aprender de los errores y luchar por lo que uno quiere. Yo soy feliz porque trabajo en lo que me gusta y trato de dar un buen ejemplo porque entiendo que somos figuras públicas, nos debemos a nuestros fanáticos que nos ven como personas a imitar. Por eso no comparto el hecho de darles una imagen de personas que andan en drogas. Trato de llevar mi vida sin escándalos”, afirmó Farruco mientras comenzaba a firmar unos discos para obsequiar a los ganadores de un concurso que realizó EL HERALDO a través de su página web.
Altruista de corazón
Junto al artista nos remontamos al 2012, cuando llegó por segunda ocasión a Honduras, y lo que más recordó fue su visita a la sala de niños con cáncer del hospital Escuela.
“Sinceramente cada vez que puedo trato de hacer labor altruista. No por publicidad sino porque me nace. Recuerdo esos rostros que a pesar de lo doloroso de su situación me sonreían y me decían que les gustaba mi música. Los catalogo como unos verdaderos luchadores de la vida y son un verdadero ejemplo para nosotros que estamos sanos y que a veces desperdiciamos nuestra vida en cosas vacías.
Un concierto de peso
Farruko se presenta con un elenco de lujo. Esta noche por más de dos horas ofrecerá lo mejor de su repertorio musical. Pero el artista viene preparado y visita nuestro país con dos importantes exponentes de la música urbana, ellos son Mozart “La Para”, con el que interpretará canciones como “Si te pego cuerno” y otro tema que aseguran ellos les encantará a todos los que asistan.
A los artistas se les unirá Kelmitt, que ya estuvo en el concierto de Farruko aquí en Honduras en el 2012 y volverá a vivir la experiencia de la euforia de un público catracho que cada vez exige más conciertos de primera como este.