Windor, Reino Unido
El príncipe Harry de Inglaterra y la estadounidense Meghan Markle, duques de Sussex, se casaron este sábado en la ciudad de Windsor entre grandes fastos y multitudes, olvidados ya los líos mundanos de la familia de la novia.
El cantante Elton John, la presentadora de televisión Oprah Winfrey, los actores George Clooney e Idriss Elba, el exfutbolista David Beckham, o las exnovias de Enrique Chelsy Davy y Cressida Bonas, llegaron a la iglesia San Jorge, tumba de reyes y escenario este sábado de su decimosexta boda real desde 1863.
Entre los hombres predominó el chaqué oscuro, combinado con chaleco brillante y corbata, ellas con tocadas con vestidos de todos los colores, y espectaculares sombreros.
Entre tanto, las calles de Windsor estaba abarrotadas de gente esperando el paseo de la pareja en carroza descubierta, después de la ceremonia nupcial.
Al final del paseo, se cerró el telón al público y comenzó la parte privada de la boda, con un almuerzo ofrecido por Isabel II en el castillo de Windsor y una fiesta de noche en la mansión Frogmore, gentileza del padre del novio, el príncipe Carlos de Gales.
La ciudad fue un hervidero desde primera hora de la mañana. Los trenes de Londres llegaron llenos, incluyendo el primero, que salió a las 5 de la mañana, y al descender de ellos, los visitantes se encontraron con un maravilloso cielo azul, policía fuertemente armada y 'scanners' como los de los aeropuertos.
En las calles de todo el país se organizaron fiestas vecinales, al amparo de unas previsiones meteorológicas esperanzadoras, y el día acabó bien regado por la muy graciosa concesión de permitir que los pubs cierren más tarde que lo habitual.
El príncipe Harry de Inglaterra y la estadounidense Meghan Markle, duques de Sussex, se casaron este sábado en la ciudad de Windsor entre grandes fastos y multitudes, olvidados ya los líos mundanos de la familia de la novia.
El cantante Elton John, la presentadora de televisión Oprah Winfrey, los actores George Clooney e Idriss Elba, el exfutbolista David Beckham, o las exnovias de Enrique Chelsy Davy y Cressida Bonas, llegaron a la iglesia San Jorge, tumba de reyes y escenario este sábado de su decimosexta boda real desde 1863.
Entre los hombres predominó el chaqué oscuro, combinado con chaleco brillante y corbata, ellas con tocadas con vestidos de todos los colores, y espectaculares sombreros.
Entre tanto, las calles de Windsor estaba abarrotadas de gente esperando el paseo de la pareja en carroza descubierta, después de la ceremonia nupcial.
Al final del paseo, se cerró el telón al público y comenzó la parte privada de la boda, con un almuerzo ofrecido por Isabel II en el castillo de Windsor y una fiesta de noche en la mansión Frogmore, gentileza del padre del novio, el príncipe Carlos de Gales.
La ciudad fue un hervidero desde primera hora de la mañana. Los trenes de Londres llegaron llenos, incluyendo el primero, que salió a las 5 de la mañana, y al descender de ellos, los visitantes se encontraron con un maravilloso cielo azul, policía fuertemente armada y 'scanners' como los de los aeropuertos.
En las calles de todo el país se organizaron fiestas vecinales, al amparo de unas previsiones meteorológicas esperanzadoras, y el día acabó bien regado por la muy graciosa concesión de permitir que los pubs cierren más tarde que lo habitual.
