Bridgeport, Estados Unidos.- Sobre ese cuello de Josué Orellana hay una cabeza que es un hervidero de ideas, entre locas, absurdas, críticas y, sobre todo, cercanas.
Por estas líneas de EL HERALDO conocemos su trabajo desde hace poco más de ocho años, pero lo seguimos más de cerca desde que “Zopilotes del nuevo mundo” le valió el premio Nuevos directores en el Festival Internacional de Cortometrajes de EL HERALDO, que en esa sexta edición que realizamos en 2017 también se llevó el galardón a Mejor edición por el corto “Vozes”.
Desde entonces este hondureño que reparte su talento entre la creación audiovisual, el performance y la fotografía ha representado a Honduras en diversos escenarios más allá de estos 112,492 km² que delimitan las fronteras de su “matria”, como él le llama a este país que a veces le ha dado la espalda.
Este año, Orellana levantó el premio a Best Film International (Mejor filme internacional) en el Bridgeport Film Fest por su cortometraje “Infortunio”.
Todo fue una sucesión de acontecimientos que empezaron con una convocatoria en Honduras.
El corto
Nos cuenta Josué Orellana que “Infortunio” es un documental “autorreferencial”, que toca de manera crítica el tema de las religiones impuestas en la infancia, y cómo esto afectó específicamente la suya.
“El proceso nace desde una convocatoria que lanzó la Unión Europea en Centroamérica, entonces participamos creadores de Panamá, Honduras y El Salvador, yo quedé seleccionado y tuve la oportunidad de formarme durante 40 horas con maestras de cine de Bélgica”, resume el director.
De este laboratorio de cine tenía que salir un proyecto, y fue así que Orellana presentó la idea inicial de este corto en el que pretendía hablar sobre la sexualidad, pero que terminó siendo lo que es ahora.
“El punto final del laboratorio era contar historias de manera distinta, romper con lo clásico”, y no se dijo más, esa cabeza de la que hablamos al principio comenzó a tejer una historia que desembocó en un guion muy claro, pero no por eso cerrado.
El director llamó a sus amigos para que le ayudaran a hacerlo, y una vez estuvo el equipo conformado, dejó que las ideas fluyeran durante el rodaje, “no dejo que el guion quede siempre como está, en el rodaje había un margen grande de improvisación, aunque no me gusta esta palabra porque la toman mal, entonces le digo fluir, ya estaba la idea, el guion y yo fui fluyendo con eso”, detalla nuestro entrevistado, que luego estrenó el corto en el Festival de Cine Europeo en Honduras, aunque no ganó ningún premio.
Después de esto envió su material a algunas personas que él respeta en este ámbito en el que se desenvuelve, y le animaron a mandarlo al Bridgeport Film Fest. Una decisión acertada. Fue seleccionado, luego nominado y por último quedó ganador.
“Es un orgullo ser premiado fuera de Honduras, el país está pasando desde hace tiempo por una publicidad súper fea de presidentes narcotraficantes, política corrupta, asesinatos de líderes ambientales, pobreza, prostitución, venta ilegal de todo, entonces para mí es un orgullo representar a Honduras de otra manera. No se trata de que yo estoy limpiando el nombre de Honduras, pero sí que dentro de todo esto hay caras buenas y limpias de hondureños que aman a su matria, y eso realmente me sorprende”, dice Orellana, y le sorprende porque de unos años para acá su trabajo ha tenido eco fuera de Honduras, no dentro, “lastimosamente tengo que salir del país para que mi trabajo sea reconocido, y no lo niego, eso me duele un montón (....). Al final mi carrera va a tener que ser en el exterior”, agrega.
Por ahora, Josué Orellana sigue en Estados Unidos, porque tiene la oportunidad de ser parte de una residencia de arte en el Nest Arts Factory.
Pero mientras estudia y explora otros conocimientos, se le ha despertado una idea: hacer su primer largometraje, y lo está pensando tanto, que dice que quiere hacer una fusión de docu-ficción.
Entonces lo más probable es que sigamos teniendo noticias de este director, que además participó en estos días como artista invitado en la Bienal de Arte Latino de Bridgeport, Connecticut.
