Londres, Estados Unidos. El cineasta James Cameron, quien dirigió la famosa película Titanic en 1997, declaró a la BBC que sintió la pérdida del sumergible Titán “en los huesos”.
Cameron, que ha hecho 33 inmersiones hasta los restos del transatlántico Titanic, estaba en un barco el domingo cuando el sumergible desapareció, y no se enteró hasta el lunes de la noticia.
Dice que cuando supo que el sumergible había perdido la navegación y las comunicaciones al mismo tiempo, enseguida sospechó que se trataba de una tragedia.
“Sentí en los huesos lo que había ocurrido. Que fallara la electrónica del sumergible, su sistema de comunicación y su transpondedor de seguimiento al mismo tiempo, indicaba que ya no había nada que hacer”.
“Inmediatamente llamé a algunos de mis contactos de la comunidad de sumergibles a grandes profundidades. Al cabo de una hora tenía los siguientes datos. Estaban descendiendo. Estaban a 3.500 metros y se dirigían al fondo, a 3.800 metros”, explica.
Cameron aseguró en su entrevista con la BBC que tenía “muchas sospechas” sobre la tecnología que estaba usando OceanGate. “No me hubiera subido a ese sumergible”, aseguró.
Dijo que cualquiera que se aventure al naufragio del Titanic debe ser plenamente consciente de los riesgos, ya que “es un sitio muy peligroso”.
Además recordó que se deben conocer los riesgos de la plataforma en la que se está sumergiendo.
“En el siglo XXI, no debería haber ningún riesgo. Hemos logrado pasar 60 años, desde 1960 hasta hoy, 63 años sin una víctima mortal... Entonces, ya sabes, uno de los aspectos más tristes de esto es lo prevenible que realmente era” concluyó.