Treinta horas de deliberaciones en cuatro días no bastaron: el jurado del proceso a Bill Cosby anunció el jueves que era incapaz de pronunciarse por unanimidad sobre la culpabilidad del actor estadounidense acusado de agresión sexual, pero el juez le pidió que siga deliberando.
Para alcanzar un veredicto, la justicia estadounidense requiere que el fallo sea unánime.
Cuando el jurado anunció el impasse, Cosby sonrió, el rostro iluminado.
El comediante es acusado de agredir sexualmente a Andrea Constand, de 44 años, en su mansión de las afueras de Filadelfia a comienzos de 2004. Cosby admitió haberla toquetado sexualmente ese día, pero dijo que los hechos fueron consensuados.
Mundialmente famoso por su personaje de un simpático ginecólogo padre de cuatro niños en el programa televisivo 'The Cosby Show' (1984-1992), Cosby, de 79 años, puede ser condenado a hasta 30 años de cárcel.
Más de 60 mujeres han acusado a Cosby de agresión sexual, pero solo en el caso de Constand los delitos no han prescrito.
En caso de impasse ('deadlock'), la ley de Pensilvania (este), donde se realiza el juicio, permite al juez ordenar al jurado que prosiga sus discusiones, sin otorgar un plazo de tiempo determinado.
'Si después de nuevas deliberaciones siguen estancados, deben indicármelo', dijo el juez Steven O'Neill a los 12 integrantes del jurado -cinco mujeres y siete hombres-.
A comienzos de la tarde, el jurado superó las 30 horas de reuniones a puertas cerradas, el tiempo que llevó a los jurados del juicio a Michael Jackson, en junio de 2005, resolver que era inocente de cargos de pedofilia.
Si el jurado finalmente no logra ponerse de acuerdo sobre un veredicto, el juicio será anulado, una inmensa derrota para la acusación y una victoria inesperada para este pionero comediante negro que tuvo una infancia modesta como hijo de una empleada doméstica y un cocinero de la Marina pero logró pulverizar las barreras raciales y alcanzar la fama y la riqueza.
La fiscalía podría pedir la realización de un nuevo juicio, pero la acusación habrá perdido el impulso frente a un anciano que festejará sus 80 años el 12 de julio.
Y Andrea Constand tendría que estar dispuesta a volver a atravesar un proceso de varias semanas.
¿Un jurado recalcitrante?
Desde el anuncio del impasse del jurado, un puñado de manifestantes pro-Cosby se presentó en las escalinatas del palacio de justicia de Norristown, pequeña ciudad de Pensilvania (noreste) donde se desarrolla el juicio.
'Liberen a Cosby ahora', leía una pancarta sostenida por un manifestante.
Presuntas víctimas del actor se encontraron cara a cara con los manifestantes. Tras intentar dialogar, una de ellas, Lili Bernard, que asegura haber sido violada por el comediante en 1992, estalló en lágrimas, y cayó en los brazos de otra mujer.
'Hoy realmente vimos a Cosby obtener justicia', comentó el portavoz del actor, Andrew Wyatt, aunque el jurado sigue deliberando.
No se ha filtrado nada de las reuniones del jurado, que ha regresado varias veces ante el juez para pedirle precisiones sobre el dossier.
'Muchos de nosotros piensan que uno de ellos (un jurado) presenta resistencia e impide que las cosas avancen' hacia una condena, estimó Victoria Valentino, de 74 años, una exmodelo de la revista Playboy que asegura haber sido violada por Cosby en 1969.
El jueves, el juez explicó a los jurados que no deben dudar en revisar su visión del dossier ni en cambiar de opinión.
Sin embargo, no deben 'sentirse obligados a renunciar a lo que sienten (...) a raíz de la opinión' de los otros jurados, agregó.
Victoria Valentino está lista para todo, incluso para una absolución. Cree que el caso Cosby relanzó el debate sobre la violación y la noción de consentimiento, lo que ya en sí mismo constituye para ella un triunfo.
'Antes había este elefante en la habitación del cual nadie quería hablar', dijo. 'Aunque el fin aquí no sea positivo, la sociedad será transformada por este debate', pronosticó.